La venta 'en primeur' de Burdeos 2024 refleja incertidumbre y precios a la baja ante la caída del interés internacional

En abril, la ciudad de Burdeos recibió a miles de compradores y críticos de vino de todo el mundo para la tradicional cita de en primeur. Este evento anual permite catar la última añada mientras los vinos aún reposan en barrica. Los asistentes evalúan la calidad y deciden qué vinos comprarán para ofrecerlos a sus clientes como futuros. Las jornadas se extienden entre catas, comidas y conversaciones sobre novedades del sector.

Este año, la incertidumbre económica y política marcó el ambiente. La inflación, los aranceles estadounidenses, el descenso del consumo internacional, la debilidad del dólar frente al euro y la caída de precios en plataformas como Liv-ex influyeron en las decisiones de compra. Además, el interés desde China fue bajo. A esto se sumó que 2024 no se considera una añada excepcional como lo fue 2016. La primavera y la vendimia resultaron frías y lluviosas, con escasez de sol y problemas de mildiu. En otras épocas, estas condiciones habrían supuesto graves pérdidas.

A pesar de ello, las bodegas con experiencia, buenos viñedos y recursos económicos lograron elaborar vinos correctos e incluso muy buenos en 2024. Los blancos sobresalen por su calidad y variedad, con ejemplos nuevos como el blanco al estilo Ródano de Château d’Issan.

La principal preocupación giró en torno a los precios de salida. Muchos compradores esperaban reducciones importantes para animar las ventas. Algunas bodegas ya han ajustado sus precios a la baja. Sin embargo, para los compradores estadounidenses persiste el problema de los aranceles, que pueden variar hasta el momento en que los vinos embotellados lleguen al país.

El sistema de venta en primeur consiste en adquirir vinos aún en barrica, que no se embotellarán hasta dentro de uno o dos años. Las bodegas venden estos vinos a comerciantes mayoristas para obtener liquidez inmediata. Estos comerciantes los distribuyen internacionalmente a importadores y minoristas, quienes finalmente los ofrecen al consumidor final. La lógica tradicional es que el precio aumentará cuando el vino esté disponible en botella, pero esta tendencia no se ha cumplido en los últimos años. De hecho, algunas añadas recientes pueden encontrarse ahora por menos dinero que su precio inicial como futuros.

La incertidumbre sobre los aranceles afecta especialmente a Estados Unidos. Por este motivo, JJ Buckley, un minorista especializado en Burdeos con sede en California, ha decidido no lanzar una campaña oficial de en primeur este año por primera vez desde su fundación en 2006. Su director general, Shaun Bishop, explicó por correo electrónico que prefieren recomendar a sus clientes centrarse en vinos ya embotellados, como los de 2022 o anteriores. Aunque atienden peticiones puntuales para grandes nombres como Château Lafite Rothschild, la demanda es baja.

En K & L Wine Merchants, otro importante distribuidor del área de la bahía de San Francisco, Ryan Moses señaló que la depreciación del dólar reduce el atractivo incluso de rebajas del 30%. En Los Ángeles, la sucursal estadounidense de Bordeaux Index informó que el interés por el sistema en primeur es muy bajo o inexistente entre los consumidores estadounidenses, aunque las ventas siguen activas en Europa y Asia.

Por otro lado, Jeff Zacharia, propietario del minorista Zachys, ofreció una visión diferente: asegura que sí existe interés entre sus clientes estadounidenses este año. Su estrategia consiste en ofrecer una selección limitada con precios muy ajustados respecto a campañas anteriores. Entre las referencias más solicitadas figuran Les Carmes Haut-Brion, Château Montrose y Château Margaux; para quienes buscan opciones más asequibles recomienda Château Laroque. Además, Zachys da la opción a sus clientes de almacenar sus compras en Europa si persisten los aranceles elevados cuando lleguen los vinos embotellados.

Las mayores selecciones disponibles para compradores estadounidenses se encuentran en establecimientos como Millesima, filial estadounidense de un comerciante mayorista bordelés.

En cuanto al perfil de los vinos 2024 probados hasta ahora, predominan aquellos frescos y ligeros con carácter sabroso y jugoso; son aptos para consumir antes que otras añadas más longevas. Entre las bodegas con mejor valoración figuran L’Eglise Clinet, Margaux, Lafleur, Canon, Figeac, Les Carmes Haut Brion, Ausone, Ducru Beaucaillou y Leoville Barton. Los expertos recomiendan comparar precios actuales con otras añadas recientes utilizando plataformas especializadas como Liv-ex antes de decidirse por una compra anticipada.