Las exportaciones de vino español alcanzarán los 3.500 millones de euros en 2030

Informe prevé que el vino español aumentará en valor en el mercado mundial en el próximo lustro

Viernes 25 de Abril de 2025

Compártelo

Leído › 1351 veces

El sector vitivinícola español se adentra en un periodo de transformaciones decisivas que marcarán su evolución hasta 2030, según el informe "Previsiones del Mercado del Vino en España 2025-2030: Análisis Estratégico y Proyecciones" publicado por Vinetur este viernes 25 de abril. En los próximos cinco años, España continuará liderando la superficie mundial de viñedo, aunque con una reducción lenta que podría situarla en torno a las 900 mil hectáreas al final de la década, resultado de la consolidación estructural y del abandono de viñedos menos rentables.

La producción de vino sufrirá una volatilidad cada vez mayor causada por el imparable cambio climático, con oscilaciones anuales que, en promedio, mantendrán los volúmenes alrededor de los 31 millones de hectolitros. No obstante, el enfoque estratégico de las bodegas se dirigirá cada vez más hacia la mejora del valor de los productos, impulsando precios medios más altos tanto en el mercado interno como en la exportación.

En cuanto al comercio exterior, las exportaciones españolas de vino crecerán de forma moderada en volumen hasta alcanzar los 21,2 millones de hectolitros en 2030. Sin embargo, el avance más importante será en el valor, donde se espera que las ventas internacionales superen los 3.500 millones de euros anuales, apoyadas en un incremento progresivo del precio medio por litro. La estrategia sectorial buscará reducir el peso del granel y aumentar las ventas de vinos envasados, ecológicos y espumosos, mejorando la rentabilidad de las exportaciones frente a la competencia de Francia e Italia.

El consumo interno de vino continuará su tendencia descendente en volumen, con un consumo per cápita en hogares que podría bajar hasta los 6,2 litros anuales en 2030. Esta caída vendrá determinada por el envejecimiento de la población consumidora tradicional y por la baja penetración entre los jóvenes. Sin embargo, el valor del mercado doméstico crecerá debido al encarecimiento de los precios, impulsado por la inflación y por una mayor orientación hacia vinos de gama media y alta.

Entre las tendencias de consumo que marcarán el futuro se encuentran el crecimiento de la demanda de vinos ecológicos, aunque todavía centrado en los mercados de exportación, y la expansión de nuevas categorías como los vinos de baja graduación alcohólica o desalcoholizados, que se espera tengan un peso mayor entre los consumidores jóvenes urbanos. El comercio electrónico continuará ganando cuota de mercado, mientras el canal tradicional seguirá perdiendo relevancia.

El informe también subraya la importancia que tendrá el enoturismo como vía de crecimiento, previéndose un aumento continuo del número de visitantes a bodegas y rutas del vino, lo que permitirá a muchas zonas vitivinícolas diversificar ingresos y reforzar su imagen de marca. Este movimiento será esencial para las bodegas medianas y pequeñas que busquen una mayor conexión directa con el consumidor final.

Respecto a la estructura empresarial, se anticipa una ligera caída en el número de bodegas, consolidándose en torno a las 3.780 en 2030. Esta tendencia responde a la necesidad de ganar tamaño, eficiencia y capacidad de inversión para adaptarse a un mercado cada vez más competitivo y exigente, tanto en el ámbito nacional como internacional.

El cambio climático impondrá su ley, ya que irá a más y marcará un profundo impacto sobre la producción, afectando a la regularidad y calidad de las cosechas. Para mitigar sus efectos, las bodegas y viticultores apostarán por prácticas de viticultura de precisión, selección de variedades resistentes al calor y la sequía, técnicas de manejo más sostenibles y búsqueda de nuevas zonas de cultivo a mayor altitud o latitud.

La previsión hasta 2030 es que España avance hacia un modelo de menor volumen pero de mayor valor, apoyado en la diferenciación por calidad, sostenibilidad y origen. La capacidad del sector para adaptarse a estos cambios determinará su posición en un mercado internacional cada vez más polarizado entre productos de alta gama y vinos de bajo precio destinados a grandes volúmenes.

¿Te gustó el artículo? Compártelo

Leído › 1351 veces

Tendencias

Más Tendencias