El vino argentino pierde terreno en los mercados internacionales

El canal moderno sostiene al vino argentino en un contexto de caída del consumo

Lunes 09 de Septiembre de 2024

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En la primera mitad del 2024, el sector vitivinícola argentino atraviesa un periodo de contrastes marcado por caídas en los despachos de vino desde las bodegas, un leve crecimiento en las ventas en el mercado interno y una reducción de las exportaciones en términos de valor y volumen. Este escenario es observado a través de los datos presentados por el Observatorio Vitivinícola Argentino, con cifras del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), la consultora Scentia y Trademap.

Los despachos, que corresponden a las salidas de vino desde las bodegas hacia el canal comercial, registran una baja del 4,65% en el primer semestre de 2024 en comparación con el mismo período de 2023. Este descenso afecta principalmente a las ventas de vino en botella, que caen un 4%, mientras que el vino en envase de cartón (tetra) disminuye un 2%, la damajuana un 33% y el bag in box un 50%. Este comportamiento refleja una tendencia hacia la disminución del volumen que las bodegas envían al mercado, lo que podría estar vinculado a la caída generalizada del consumo.

A pesar de esta baja en los despachos, las ventas en el Canal Moderno (hipermercados, supermercados y autoservicios) aumentan un 5,8% en el mismo período, impulsadas principalmente por el crecimiento del 9% en las ventas de vinos embotellados. En contraste, el vino en caja de cartón experimenta una leve caída del 1%, mientras que los espumantes se reducen un 7%. Cabe destacar que el Canal Moderno representa aproximadamente el 40% de la comercialización de vinos en Argentina, excluyendo otros canales como los almacenes, vinotecas, bares y restaurantes.

El aumento en las ventas del Canal Moderno frente a la disminución en los despachos desde las bodegas sugiere un proceso de reducción de existencias en los puntos de venta. Los comercios estarían vendiendo su inventario sin renovar aún sus compras a las bodegas, lo que plantea un escenario de posible ajuste en los próximos meses. Este comportamiento dependerá de la evolución del consumo y del nivel de stock que mantengan los distribuidores.

En términos de precios, el 86% del vino comercializado en el primer semestre del 2024 se vende a un precio inferior a los $5.000 por litro, con un precio promedio de $3.750 para la botella de 750 ml, que es el formato más consumido en el país. Este dato refleja una tendencia hacia la búsqueda de productos más accesibles por parte de los consumidores en un contexto económico desafiante.

En el mercado externo, las exportaciones de vino fraccionado muestran una retracción tanto en facturación como en volumen. Durante los primeros cinco meses de 2024, las exportaciones de vino fraccionado alcanzaron los 253,28 millones de dólares, lo que representa una baja del 2% en comparación con los 258,58 millones de dólares exportados en el mismo período de 2023. En cuanto al volumen, las exportaciones también se reducen un 1,3%, pasando de 62,18 millones de litros a 61,35 millones de litros. El precio promedio por litro exportado disminuyó un 0,7%, situándose en 4,13 dólares.

Los principales destinos de las exportaciones argentinas, como Estados Unidos y Brasil, muestran un comportamiento dispar. Estados Unidos registra un aumento del 4% en facturación y del 4% en volumen, mientras que Brasil crece un 8% en facturación y un 1% en volumen. Por otro lado, el Reino Unido presenta caídas tanto en valor (10%) como en volumen (5%), mientras que Canadá crece un 7% en facturación pero retrocede un 3% en volumen.

En comparación con los principales competidores de Argentina en los mercados internacionales, el desempeño de países como Chile, España, Australia y Sudáfrica en el primer cuatrimestre del 2024 es notablemente más favorable. Chile, por ejemplo, experimenta un crecimiento del 11,7% en facturación y del 17,1% en volumen, mientras que Australia incrementa un 15,2% en valor y un 9,7% en volumen. España también presenta un crecimiento del 1,4% en facturación y del 5,5% en volumen, mientras que Sudáfrica muestra una subida del 2,5% en valor pero una caída del 1,5% en volumen.

Este panorama pone de relieve las dificultades que sufre el sector vitivinícola argentino tanto en el mercado interno como en el externo. Las ventas internas resisten en algunos canales, pero el sector exportador muestra señales de debilitamiento, lo que plantea retos en un contexto de creciente competencia internacional.

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