Jueves 14 de Febrero de 2019
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La consultora KPMG presentó el pasado mes de enero el informe "La gastronomía en la economía española. Impacto económico de los sectores asociados" en el que, como parte del sector, se abordan algunos aspectos clave del sector vinícola de España.
La elaboración de este informe por parte de la auditora de cuentas, KPMG, está motivada en el hecho que de que la consultora considera a España como "una potencia gastronómica según hechos probados" y por tanto el principal sector económico del país junto al turismo.
La ejecución del informe se ha centrado en determinar el impacto de la gastronomía en el Producto Interior Bruto (PIB) español, a través de un doble análisis cuantitativo y cualitativo. Además, para la elaboración KPMG ha consultado a un grupo expertos sectoriales españoles.
¿QUÉ ENGLOBA EL SECTOR GASTRONÓMICO?
Con esta cuestión, que pone el punto de partida del informe, se aborda el concepto de la cadena de valor del sector. Según KPMG, parece que existe unanimidad en considerar la gastronomía como una cadena de valor compleja que implica a diferentes ramas de actividad y que arranca de la producción agroalimentaria (lo que incluye agricultura, pesca e industria alimentaria), sin embargo también se hace patente que se trata de un sector muy amplio para analizarlo como un todo.
En este sentido María Naranjo, directora de la Dirección de Alimentos, Vinos y Gastronomía de ICEX, considera que no resulta sencilla la delimitación exacta de la gastronomía como sector independiente, pues es la suma de diversos sectores y no equivale a un único código CNAE en la Clasificación Nacional de Actividades Económicas. Naranjo propone hablar del "ecosistema gastronómico" -donde el vino tendría su propio apartado- es decir, es más preciso no referirnos a un solo agente, sino a muchos.
EL PESO DE LA GASTRONOMÍA EN LA ECONOMÍA
A partir de este planteamiento, que considera el sector gastronómico como una amplia cadena de valor, la gastronomía, sin ser un sector de actividad específico, gravita sobre cuatro grandes ramas de actividad, con un importante peso en el conjunto de la economía española: La agricultura, ganadería y pesca; la industria de la alimentación y bebidas; El comercio mayorista y minorista de alimentos y bebidas; y los servicios de alojamiento, comidas y bebidas.
Las últimas cifras del INE (Instituto Nacional de Estadística) revelan que la suma de estas 4 ramas supone 388.000 millones euros de producción y 168.000 millones euros de Valor Añadido Bruto, lo que representa un 33% y un 14% del PIB, respectivamente. Por otro lado, las cuatro actividades ocupan 3,73 millones de trabajadores, un 18% del total del empleo español.
PRODUCTOS Y PRODUCTORES DEL SECTOR GASTRONÓMICO
KPMG considera esta cadena de valor clave en la economía española, destacando que "la despensa española ha registrado un salto cualitativo en variedad, calidad e imagen de marca. Vegetales y frutas, carnes, pescados y mariscos o frutos secos, junto con productos no perecederos relacionados con la dieta mediterránea vinculada a la salud, como el aceite de oliva, el vino, el jamón y los embutidos ibéricos, los quesos o las conservas convierten a España en potencia mundial en productos de relevancia internacional".
Para Jaime Lamo de Espinosa, Exministro de Agricultura, Pesca y Alimentación de 1978 a 1981 y académico de número en la Real Academia de Gastronomía, el sector gastronómico no está suficientemente valorado en España. "No somos conscientes de que, por ejemplo, somos el segundo o tercer país productor de carne de cerdo y primero como exportador; primero como productor en hectáreas de viñas y primero exportador en volumen de vinos; somos un enorme productor de aceite de oliva en el mundo y uno de los primeros exportadores en frutas y hortalizas", señala el exministro.
COMPETIR EN EL MERCADO: LA IMPORTANCIA DEL MARKETING
El informe señala asimismo que existen diversas variables a tener en cuenta para analizar la capacidad de los diferentes actores de competir en el mercado gastronómico, desde la imagen de marca y la calidad, al precio. Para la consultora, la calidad de los productos españoles está indudablemente ligada a la necesidad de construcción de una marca, y añade que "el sector muestra ya muchos casos de imagen de marca realmente potente: desde aceites a vinos o jamón ibérico".
Pero sigue siendo un reto lograr reforzar la imagen de marca, así, Juan Rodríguez Inciarte, economista y académico de número en la Real Academia de Gastronomía, señala que "hasta que los productores españoles no se den cuenta de que la imagen de marca y la calidad son claves en la elaboración, es difícil que los mercados internacionales los aprecien. La única manera de explotar nuestra riqueza natural y gastronómica es vía calidad y la calidad hay que pagarla", añade. Con todo, Jaime Lamo de Espinosa recuerda que "muchos productos españoles han avanzado por un mix de calidad y precio y, a veces, se ha dado la combinación de calidad alta y precio alto. Por ejemplo, contamos con vinos de toda la gama, a 10 euros y a 100 euros y ambos son capaces de competir en el mercado".
El informe recuerda, en este sentido, que en el año 2017, el sector agroalimentario se consolidó como uno de los más importantes en el comercio exterior de España. En concreto, de acuerdo con los datos del ICEX, las exportaciones agroalimentarias españolas alcanzaron en 2017 un valor de 46.737 millones de euros, lo que representa el 16,8% del total del comercio exterior español. La evolución de las exportaciones agroalimentarias en los últimos años ha seguido una tendencia creciente, experimentando en el año 2017 un incremento del 6,6% respecto al año anterior, situando a España en la octava posición como país exportador de mercancías agroalimentarias.
EL ÉXITO DE "LA TAPA" EN EL MERCADO INTERNACIONAL
Un caso particular en relación a las exportaciones y a las estrategias de marketing para posicionarse en el mercado internacional, KPMG destaca el fenómeno mundial de "la tapa", un concepto en el que el vino está muy presente. Un concepto gastronómico estratégico, según la consultora, como vía para la salida al exterior. El éxito de la tapa española en la hostelería de las principales ciudades del mundo surge, según KPMG, por una serie de claves que la convierten en un formato de éxito comercialmente hablando; entre ellas destaca "que ayuda a evitar raciones enormes y a plantear una ración pequeña, haciendo más económico el producto y a la vez más sano" ya que permite degustar platos de la dieta mediterránea de forma moderada y por tanto más saludable. Para Rafael Ansón, Presidente de la Real Academia de Gastronomía, "las tapas significan una forma de comer: la posibilidad de comer con la mano en cantidades pequeñas, sin soltar una copa de vino, en la otra mano. La cocina en miniatura de elBulli o El Celler de Can Roca son, en realidad, tapas".
LA IMPORTANCIA DEL TURISMO GASTRONÓMICO EN ESPAÑA
En todo este contexto, parece indiscutible que el componente gastronómico del turismo se ha convertido en un elemento clave en la economía española con un fuerte impacto en el sector de la hostelería. Del total de gasto realizado por los turistas internacionales en España en 2017 (80.664 millones de euros), el 15,5% fue destinado al rubro gastronómico (12.509 millones de euros). Otro de los datos más destacables en cuanto a la evolución del turismo gastronómico es su creciente peso en la demanda turística a lo largo de los últimos años, de forma que los turistas que aducen motivos gastronómicos para visitar España han crecido desde 2013 a 2016, pasando del 11,8% al 15% del total de turistas.
ENOTURISMO
Según KPMG, otro indicador complementario para conocer el creciente peso que la gastronomía está teniendo sobre el turismo es el enoturismo, esto es, el segmento del turismo gastronómico con orientación hacia las bodegas, regiones vitivinícolas y actividades recreacionales vinculadas con el vino.
Los datos de evolución del número total de visitantes a las bodegas y museos de los vinos incluidos en las Rutas del Vino muestran que esta actividad ha crecido un 18,4% durante el año 2017, confirmándose la tendencia alcista del sector de los últimos años, alcanzando los 3.213.267 visitantes, frente a los 2.714.409 del año anterior, con datos de la consultora.
En nueve años, casi se ha triplicado este tipo de turistas, lo que confirma que el enoturismo se encuentra en plena expansión. No obstante, el perfil de visitantes en este caso es de procedencia predominantemente nacional, con un peso del 77,22%, frente a un 22,79% de turistas internacionales.
EL VINO COMO PARTE DE LA DIETA MEDITERRÁNEA
Por último, el informe detalla que la gastronomía española tiene otra fortaleza ligada directamente con la salud: la dieta mediterránea de la que el vino forma parte indisoluble y, por tanto, resulta fundamental que se asocie vino siempre a este tipo de gastronomía. "En nutrición, todo está evolucionando mucho hacia el modelo mediterráneo, algo que en parte es gracias a España. Ahora se acepta que una dieta mediterránea, es aconsejable para mantener el peso y tener una vida saludable", añade el informe resaltando que "frutas, verduras, pescados, carnes, legumbres, fruto secos, aceite de oliva o vino son 'capítulos' de la dieta mediterránea, en los que España es una potencia productiva y exportadora"
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