Enoduero cata siete grandes vinos valorados en 8.000 euros

El enólogo de Vega Sicilia, Xavier Ausás, ofrece una clase magistral sobre tesoros vinícolas

El Museo Provincial del Vino, ubicado en el castillo de Peñafiel y gestionado por la Diputación vallisoletana, fue el lugar elegido por la Asociación de Enólogos de la Ribera del Duero (Enoduero) para celebrar una cata formativa de alto nivel, y con ella cerrar el presente ejercicio.

Siete tesoros vinícolas valorados en 8.052 euros fueron descubiertos por l El evento estuvo patrocinado por Verallia, empresa francesa puntera en Europa en el sector del vidrio, y finalmente, alrededor de 60 miembros de la agrupación organizadora se dieron cita en la tarde del miércoles entre los gruesos muros del monumento peñafielense.

Se congregaron para diseccionar y extraer todos los matices y conocimientos de otros siete monumentos, en este caso más etéreos, valorados en 8.052 euros. Estos tesoros líquidos, por los que el mismo dios Baco suspiraría fueron tres Vega Sicilia Único (Ribera del Duero) de las añadas 83, 96 y 2002; un Barón de Chirel de Marqués de Riscal 94 (Rioja); y tres vinos franceses: un Chateau Haut Chaigneau 2000 y un La Serge 1999 de la DO Lallande de Pomerol; y un Mouton Rothschild 1990 (DO Puillac). Este último, según comentó el encargado de guiar la cata, el enólogo de Vega Sicilia, Javier Ausás, es uno «de los grandes vinos del mundo, una de las cinco referencias mundiales».

Tal y como manifestó el presidente de Enoduero, Luis Ángel Margüello, el objetivo de esta clase magistral impartida por Ausás fue el de «hacer algo que es muy difícil, que es catar vinos de larga guarda, vinos antiguos de diez, quince o veinticinco años».

Explicó que «los técnicos muchas veces no hemos catado este tipo de vinos y no los sabemos valorar técnicamente, otra cosa es a nivel de consumidor, que son dos cosas completamente distintas».

De la misma forma, para subrayar el valor instructivo que supuso una iniciativa como la de ayer, Margüello destacó la presencia de Javier Ausás como conductor del evento, ya que «posiblemente sea en España una de las dos personas que más entiende de este tipo de vinos», por lo que contar con su participación «y que nos dé estas nociones técnicas no se paga con dinero ni en la Universidad».

Vinos pocos comprendidos Por su parte, el enólogo de Vega Sicilia, en referencia al sentido de la prueba organoléptica de la pasada jornada, señaló que «muchas veces este tipo de vinos no se entienden muy bien porque hemos globalizado el mundo del vino y ahora todo queda como muy reducido, y todos estos vinos antiguos con un perfil muy diferente a lo que se toca ahora quedan un tanto olvidados y mal comprendidos», por ello «esta cata lo que nos tiene que ayudar es a comprender de nuevo estos vinos e intentar que tengan su sitio, porque siempre lo han tenido».

La demostración se estructuró en tres bloques, primero se descorcharon los caldos franceses, luego el turno fue para el Rioja y finalmente los tres Ribera de Vega Sicilia pusieron el broche de oro a una velada que tendrá su continuidad, ya el año que vine, con una convocatoria que puede tener como protagonistas la ginebra, el gin tonic y otros combinados.