ENOLOGÍA PARA TODOS: La nieve y la viña

Estos días las nevadas nos han dejado unas imágenes preciosas de campos y viñedos completamente cubiertos por un manto blanco....

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Jueves 11 de Enero de 2018

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Estos días las nevadas nos han dejado unas imágenes preciosas de campos y viñedos completamente cubiertos por un manto blanco. Respondiendo a varias personas, hoy vamos a hablar en ENOLOGÍA PARA TODOS del impacto de la nevada en los cultivos, en especial para la viña, aquí y en otras partes del mundo.

No es falso lo que dice el refrán popular: año de nieves, año de bienes. Esta nieve, que se fundirá lentamente, mejorará la situación de sequía que llevamos sufriendo desde hace meses. Los cultivos beneficiados a corto plazo son, como todos sabemos, los cereales que ya están plantados para la cosecha de este año. En el caso de la viña, los resultados no son visibles de inmediato. En este momento las vides están en estado latente, es decir, las cepas "duermen" y su actividad estará parada hasta que llegue el buen tiempo y comience todo otra vez.

A nosotros la nieve de invierno, esa que cae antes de que la viña brote, no nos afecta demasiado, pero hay viñedos en los que es indispensable. Un buen ejemplo es la bodega finlandesa SundomWine, en la que su dueño KaarloNelimarkka produce vino a tan solo 400 km del círculo polar ártico. Aquí la nieve, gracias a sus propiedades aislantes, protege las viñas y los sarmientos y evita que se congelen cuando la temperatura ambiental desciende hasta los -36°C en invierno. La nieve hace una especie de iglú que mantiene la viña próxima a los 0°C, evitando que se produzcan daños irreparables en la planta.

En esta "mini-bodega", el problema es el sol. Durante el verano, aunque es muy corto, hay días con más de 20 horas de luz. Incluso durante los meses de julio y agosto nunca llega a haber oscuridad. Cuando el suelo aún está helado, los fuertes rayos de sol podrían hacer explotar las yemas de donde salen las ramas y las hojas destruyendo la cosecha. El efecto sobre la viña es parecido a nuestras heladas de primavera (como las de este año), pero en este caso, es el sol. ¡El mundo al revés!Otra de las tareas que debe hacer en la viña para poder tener uva en estas condiciones es cubrir la base de la cepa con piedras para conservar la temperatura y durante la primavera se instala una especie de invernadero para evitar el hielo. Todo este trabajo permite obtener una cosecha que, en las mejores añadas, es de unas 400 botellas de vino blanco, tinto y rosado.

Os dejo un video, que aunque esté en finés, muestra un poco la viña de este viticultor.

Fuente : Blog Vinotrip. Le vin le plus septentrional du monde.

Por Cristina Vegas Gómez

Cristina Vegas es nieta del fundador de Avelino Vegas. Es licenciada en Biotecnología y cursó sus estudios de Enología en la universidad de Burdeos.

Un artículo de Avelino Vegas
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