Lunes 19 de Diciembre de 2016
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No es de extrañar la preocupación que tienen los bodegueros de todo el mundo por el cambio climático, que obviamente afecta de forma notable a las plantaciones de viñedo, entre otras cosas.
Zonas donde antes no se podía hacer vino ahora están consiguiendo vinos de buena calidad, sin ir más lejos, se dice que el sur de Inglaterra tiene el mismo clima hoy en día que la zona de Champagne hace 20 años, y por esta razón se están consiguiendo hacer unos vinos espumosos elaborados por el método tradicional en Inglaterra, de una calidad envidiable, algo impensable tan sólo unos pocos años atrás.
El cambio en los patrones de calentamiento global puede desplazar las regiones productoras de uva de calidad de las áreas actualmente dedicadas a esa actividad y simultáneamente provocar un cambio en el cultivo actual de la variedad de uva. Según indican los expertos, el calentamiento global no es uniforme: hay mayor calentamiento sobre la tierra, con mayor calentamiento en las latitudes más altas, especialmente en el Hemisferio Norte. El aumento de las temperaturas continuará estimulando el derretimiento del hielo polar y la formación de nieve en las montañas, que afectará no sólo al nivel global del mar, sino también, y mucho, a las corrientes oceánicas, que son las responsables de los patrones climáticos globales.
Una de las evidencias más inmediatas será, por tanto, el aumento del nivel del mar. Tradicionalmente se está diciendo que la proyección de aumento del mar rondará los 0,5 metros, pero estudios recientes han indicado que puede aumentar hasta 2 metros y algunas teorías más pesimistas lo sitúan en más de 4 metros. Este incremento cercano a los 5 metros en el nivel del mar inundaría algunos de los viñedos más grandes del planeta, entre ellos partes de Burdeos, Portugal, Nueva Zelanda, Oregon, Washington, Columbia Británica, Chile o Argentina, también sería notable el aumento de salinidad de los viñedos que podría afectar al crecimiento de la vid.
Otro de los cambios más notables, serían los cambios en las temperaturas y la humedad, lo que puede provocar la presencia de insectos y enfermedades transmitidas por dichos insectos a medida que sus límites de temperatura se mueven hacia el polo. Muchas regiones, que durante mucho tiempo se creía que estaban protegidas climáticamente de ciertas plagas, pueden tener problemas ahora con esta nueva situación.
Otro punto importante serían los cambios en los patrones climáticos y los niveles de dióxido de carbono, que pueden afectar al desarrollo y calidad del roble utilizado para envejecer el vino. Un aumento de CO2 puede conllevar una disminución importante en la concentración del tanino y por lo tanto afectar a la calidad del vino que envejece dentro.
Todos estos datos no hacen más que evidenciar el inminente cambio climático que estamos sufriendo y por el que todos deberíamos estar preocupados y concienciados.
Desde Wines4fun os invitamos a que os conciencieis cuanto antes, de que cada pequeña cosa afecta al planeta, y que depende de nosotros mismos poder revertir esta situación.
Ilustramos este post con una imagen de como quedaría el mapa de los viñedos europeos en el año 2050 a causa del cambio climático.
Este artículo fue publicado por David Ferrer en www.wines4fun.com
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