Jueves 03 de Agosto de 2017
¿Sabíais que en la Antigua Roma había un alcoholímetro solo para mujeres?
Hoy en el Blog de Gourness hablamos sobre el alcoholímetro solo para mujeres en la Antigua Roma.
Las mujeres tenían prohibido beber vino en la Antigua Roma, una auténtica barbaridad como tantas en la historia. La Ley obligaba a las mujeres a besar cada día a sus maridos en la boca, lo que se conoce como el ius osculi (derecho al beso) – el alcoholímetro moderno de la época ¡¡tecnología punta!!
Y es que los maridos besaban en la boca para comprobar si su mujer había bebido vino. En caso positivo era motivo de divorcio, repudio o incluso la muerte.... ¿Que tendrían estos hombres en la cabeza?
Antes de seguir con el articulo creo que se hace imprescindible tomar un vino:
Lo peor viene cuando el contraanálisis iba a cargo de la familia del marido, por tanto si una mujer pedía que se realizara una prueba alternativa echaba el aliento a la familia del marido y ellos comprobaban si se confirmaba el positivo... claro, se confirmaba siempre.
Se consideraba igual de grave que la mujer robara las llaves de la bodega, si pillaban a una mujer habiendo entrado en la bodega sin conocimiento del marido se le podía acusar de los mismos delitos.
¿Por qué era tan grave que la mujer bebiera vino?
Parece ser que se consideraba al vino como inductor al adulterio, y que abría la puerta a todos los vicios, en fin, nos ahorraremos los comentarios.
¿Cuándo acabó?
Como cualquier cosa descabellada esta prohibición cesó en el siglo I a.C.. Es cuando ya se consideraba el vino como un alimento básico.
Una no puede más que pensar como mujer y amante del vino que tiempos pasados nunca fueron mejores. Y es que;
A mí también me besa mi marido todos los días, pero por motivos muy distintosSi me pilla cogiendo una botella de la bodega, mi marido me pregunta, pero por mera curiosidad de saber cuál es el vino que me apetece beber en ese momentoFinalmente mi familia política también me hacen contraanálisis: Todos los fines de semana acompañamos la paella de mi suegra con un vino distinto.
¿También tenéis vosotros contraanálisis los domingos?
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