Martes 04 de Noviembre de 2025
El informe “Assessment of the Global Wine Market 2025”, publicado este martes, 4 de noviembre, por ResearchAndMarkets.com, analiza la situación actual y las perspectivas del sector vinícola internacional. El documento señala que la producción mundial de vino ha caído a unos 225,8 millones de hectolitros en 2024, el nivel más bajo registrado en más de seis décadas. Esta reducción se atribuye principalmente a problemas climáticos y a la disminución de las cosechas en los principales países productores.
Francia, Italia y España siguen siendo los líderes en producción, aportando cerca del 80% del vino que se consume en todo el mundo. Sin embargo, la oferta se ha visto limitada por fenómenos meteorológicos adversos y cambios en las condiciones agrícolas. Ante esta situación, los productores han tenido que revisar sus estrategias de precios, gestión de inventarios y planificación a largo plazo de los viñedos.
En cuanto al consumo, Estados Unidos, Reino Unido y Alemania continúan como los principales importadores. No obstante, en estos mercados tradicionales se observa una reducción gradual del consumo per cápita. A pesar de ello, el valor total del sector se mantiene estable gracias al buen comportamiento de los vinos premium y espumosos, que superan en ventas a las opciones más económicas.
El informe también pone de relieve el crecimiento de segmentos como los vinos ecológicos, biodinámicos y rosados. Este fenómeno responde al interés de los consumidores por productos vinculados al bienestar, el origen y la sostenibilidad. Las bodegas están adaptando su oferta para responder a estas nuevas demandas.
Las grandes empresas del sector, entre ellas LVMH, Pernod Ricard, Treasury Wine Estates, Concha y Toro y Torres, están reforzando sus gamas premium e invirtiendo en políticas medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG). Además, apuestan por canales digitales y ventas directas al consumidor para mejorar su presencia en el mercado.
Los gobiernos también juegan un papel importante mediante normativas sobre sostenibilidad, programas de desarrollo rural y negociaciones comerciales que afectan al flujo internacional del vino. Estas medidas buscan garantizar la seguridad del suministro y fomentar prácticas responsables en toda la cadena productiva.
El informe prevé que el sector mantenga un crecimiento estable en valor hasta 2030. Se espera que los consumidores prioricen la calidad frente a la cantidad a la hora de elegir vinos. Por otro lado, mercados como China muestran señales tempranas de recuperación en las importaciones tras un periodo de descenso.
El estudio proporciona información útil para inversores, productores y distribuidores sobre tendencias de demanda, riesgos para el suministro y oportunidades emergentes tanto en mercados consolidados como en aquellos con potencial de expansión. La atención se centra especialmente en la premiumización del producto y el avance de categorías ecológicas y espumosas como motores clave para el futuro del sector vinícola internacional.