Aceites de oliva, chocolates y vino: una cata que celebró la diversidad sensorial del Perú y el mundo

Piscos & Tacos

Miércoles 01 de Octubre de 2025

El maridaje incluyó chocolates con aceituna y sal amazónica, además de vino patrimonial Biondi

El Perú va por muy buen camino en el desarrollo de aceites de oliva virgen extra de calidad. Regiones como Arequipa, Moquegua y Tacna están consolidándose como referentes, con marcas que apuestan cada vez más por la excelencia. Fundo Verde y Olivae son claros ejemplos de este esfuerzo: extractores que, con dedicación y visión, están elevando el nombre del aceite de oliva peruano al nivel de las mejores marcas de AOVEs.

La cultura gastronómica es, ante todo, una experiencia de sentidos. Y eso quedó demostrado en la cata guiada por la experta en AOVEs, la Sommelier Cesibell Sánchez, donde el aceite de oliva virgen extra se convirtió en el hilo conductor de un viaje lleno de descubrimientos. Desde notas frescas y herbáceas hasta matices más intensos y picantes, cada copa nos hacía descubrir un carácter propio en cada producto.

La propuesta fue aún más enriquecedora porque no solo degustamos AOVEs del Perú, sino también de Francia y España, países con gran tradición olivícola. Este contraste nos permitió apreciar las diferencias de cada origen, reconociendo cómo el clima, el suelo y la cultura marcan huellas únicas en cada botella.

La experiencia se expandió hacia un abanico de maridajes cuidadosamente seleccionados por Cesibell. Entre ellos, el aporte de la marca de AOVE Fundo Verde fue clave: aceites de alta pureza y equilibrio que, en cada gota, concentraban la riqueza del sur del Perú. A su lado, la marca de chocolates Paccari sorprendió con su innovación al presentar un chocolate con aceituna, una combinación que rompió esquemas y dejó huella en los asistentes gracias a su contraste entre el cacao intenso y la sutil salinidad de la aceituna.

La propuesta de la marca PCAO tampoco se quedó atrás. Uno de los chocolates más comentados de la velada fue su tableta con granos de sal amazónica, que resaltó por su equilibrio entre lo dulce y lo salado, mostrando cómo un pequeño toque puede realzar y transformar por completo la experiencia del cacao.

El recorrido culminó con la presencia del vino patrimonial peruano de la bodega Biondi.

Este vino, fruto de tradición y pasión familiar, se convirtió en símbolo de la riqueza vinícola del Perú, un patrimonio aún poco difundido pero con un potencial enorme para brillar en escenarios internacionales.

La suma de todos estos elementos —aceites de oliva de España, Francia y Perú, chocolates, aceitunas y vino peruano— se convirtió en un homenaje a la diversidad gastronómica que une tradición e innovación. Más que una cata y degustación, fue una celebración de los sentidos y una invitación a seguir explorando cómo los sabores del Perú dialogan con los del mundo.

Diego Lewis
Comunicador y Catador