Alfredo Selas, Exquisiterioja
Lunes 01 de Septiembre de 2025
La pasión por crear, en relación con el mundo del vino, aquí en la DOC Rioja, sorprendentemente se está dando reiteradamente en jóvenes (incluso muy jóvenes) vitivinicultor@s que están engrosando la nómina de los nombres consagrados por estos lares -me acuerdo de Benjamín Romeo cuando a finales del siglo pasado sacó al mercado, con frescura y desfachatez, su vino Contador ¡y además a un precio que sobrepasaba con mucho a los de las grandes marcas de aquélla época!-. Desde entonces han ido surgiendo vitivinicultor@s como Oliviere Riviere, Bárbara Palacios, Berta Valgañón, Carlos Mazo, Bryan MacRobert, José Gil, y tantos más con pequeñas producciones que, a través de asociarse en grupos generacionales con nombres rompedores como "Rioja&Roll" o "Martes of Wine" y otros (incluso hace muy poco presentaron en la Asociación de Sumilleres de La Rioja sus vinos otro grupo denominado "Menudas Bodegas"; en este caso lo que les une es que sus producciones han de ser inferiores a 5.000 botellas) están dando que hablar, como lo hizo en su día (y continúa haciendo) la Asociación de Bodegas Familiares de Rioja.
Lo bueno de todo esto es que han ido saliendo al mercado vinos de alta categoría; vinos que llevan detrás pasión, ganas de hacer muy bien las cosas, mucho trabajo en viñas y bodegas, seriedad y meticulosidad, formación y tenacidad. Vinos que además muestran sentido de trascendencia; para felicidad de tantas personas amantes del vino de todo el mundo que gustan probar vinos genuinos y diferenciados.
Como ilustración de este fenómeno que ha cambiado el paradigma de los vinos de Rioja, voy a mencionar el -probablemente- ultimísimo caso: Carmen Uriarte. una muy pequeña bodega en Lapuebla de Labarca, justo a orillas del Río Ebro, en la Rioja Alavesa. Desde el año pasado Carmen ya tiene en el mercado un vino (Mahaia 2024 - maceración carbónica). El nombre de la bodega como tal (que para ella en realidad es su proyecto personal) es Carmen F. Uriarte. Su primer vino Mahaia, no es nombre de una mujer, es el nombre de un vino. Sin embargo, se puede decir que vino y mujer se funden en un mismo nombre: Carmen. Para ir haciendo boca, este vino joven de maceración carbónica en la cata muestra un color cereza picota, limpio, brillante y de capa alta. Intensos aromas de frutos (grosellas maduras) con notas que recuerdan retamas verdes, y algunos apuntes levemente cítricos. En boca entra con poderío; es fresco, sabroso con presencia fruta nítida que llena la boca de impresiones táctiles, que por lo mismo alarga el vino, igualmente intenso. Vino de maceración carbónica que va más allá que los de su clase por su intensidad, sus sabores, su carácter distintivo y sus distinguidas prestaciones sensoriales.
La familia de Carmen es de Fuenmayor, pero sus padres se fueron a Madrid y allí nació ella hace treinta años. Todos los años regresaban a Fuenmayor, donde un familiar le metió el gusanillo del mundo del vino mientras le ayudaba en las viñas y en la bodega, por lo que indirectamente se ha criado entre vinos en La Rioja. Cursó estudios de Ingeniería Agrícola en la Universidad Politécnica de Madrid, y con el profesor José Ramón Lissarrague, tras realizar un Master en Viticultura y Enología también en la Politécnica, ha trabajado varios años haciendo consultorías por toda España, lo cual le ha dado experiencia y una visión global de los distintos aspectos en la producción de vinos (viñas y suelos, técnicas de elaboración, etc.) Incluso se ha familiarizado con modos de gestión, objetivos cualitativos y cuantitativos según los diferentes nichos en que las bodegas quieren ubicarse.
En el verano de 2020 elaboró vino en el garaje de su casa en Fuenmayor como "hobby" lo cual le permitió poner en práctica lo aprendido en las sucesivas cosechas. Con posterioridad decidió marcharse a Argentina para dar curso a sus deseos de viajar y conocer otras zonas vitícolas. Allí estuvo con la familia Zuccardi, en Mendoza, en el Valle de Uco, aprendiendo en la bodega; y encontró que su vocación era elaborar en Rioja sus propios vinos, desde las viñas. A su regreso, se unió al equipo de viticultura de Julián Palacios lo que le permitió ampliar su formación y experiencia, siguiendo también con sus elaboraciones.
Finalmente, en 2023 se ubicó en la bodega de Chuchi Muro, veterano cosechero de Lapuebla de Labarca, Rioja Alavesa, quien le cedió las instalaciones y le enseñó pautas de trabajo realizadas con cariño, dedicación, y mantener con cariño el legado de la bodega. Ha sido en la pasada cosecha 2024 cuando ha elaborado su primera añada, realizando todas las labores ella misma, teniendo siempre presente que sus objetivos son mantener los modos de elaboración tradicional de la maceración carbónica con un enfoque personalizado que se adapta a los tiempos actuales donde se buscan vinos más frescos, fluidos y afrutados.
Ella realiza personalmente el pisado de la uva en sus fases consecutivas, lo que se llamaba "las tres vueltas" que son "remango" que es el escurrido de la primera pisada, "vuelta" y "pie". Además de Mahaia, tiene otros dos vinos elaborados también por maceración carbónica que son Labaia, criado en barricas de roble francés de 225L durante 8 meses, y Remango, procedente del escurrido del primer pisado y criado durante 8 meses en barricas de 600L de roble austriaco.
Carmen Uriarte está elaborando nuevos vinos que se enfocarán en los conceptos vinos de parcela y vinos de pueblo; además de un vino blanco de viura que saldrá próximamente al mercado. Por lo mismo (y como joven e inquieta mujer que es) tiene en mente explotar también el enoturismo, ofreciendo visitas para que la gente conozca en vivo las peculiaridades de los vinos de cosechero, y las maceraciones carbónicas, que tienen sus raíces en toda la zona de la Sonsierra riojana y la Rioja Alavesa. Por todo esto, el destino no puede ser otro que triunfar con sus vinos que seguro tendrán la aceptación de los amantes de vinos actuales.