Martes 02 de Diciembre de 2025
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El consumo de alcohol forma parte de muchas reuniones sociales en España, ya sea en celebraciones familiares, cenas con amigos o eventos profesionales. Sin embargo, médicos y nutricionistas advierten sobre la importancia de prestar atención a los alimentos que se consumen junto a bebidas como cerveza, vino o whisky. Según los expertos, algunas combinaciones pueden aumentar los efectos negativos del alcohol en el organismo.
Uno de los errores más habituales ocurre al acompañar las primeras copas con aperitivos pesados, fritos o muy grasos. El alcohol ralentiza la digestión y, si se suma a alimentos ricos en grasas, el trabajo del hígado se multiplica. Este órgano debe procesar tanto el alcohol como las grasas, lo que puede provocar una digestión lenta, acidez estomacal y sensación de hinchazón. Los especialistas explican que esa incomodidad que muchas personas sienten tras una noche de copas no es solo consecuencia del alcohol, sino también de la combinación con ciertos alimentos.
Otro hábito frecuente es recurrir a dulces para suavizar el sabor fuerte del alcohol. Sin embargo, el alcohol ya contiene azúcar y añadir postres como pasteles, chocolates o helados puede provocar un aumento brusco de la glucosa en sangre. Los nutricionistas señalan que este pico obliga al páncreas a trabajar más y puede intensificar los síntomas de la resaca al día siguiente, como fatiga, náuseas y deshidratación.
En los últimos años se ha extendido entre los jóvenes la costumbre de tomar café o bebidas energéticas después de consumir alcohol para mantenerse despiertos. Los médicos advierten que esta práctica agrava la deshidratación provocada por el alcohol. Además, la cafeína puede dar una falsa sensación de control y llevar a consumir más alcohol del previsto. Esto aumenta el riesgo de intoxicación y puede alterar el sueño, generando mayor cansancio y malestar al día siguiente.
No todas las opciones tras beber alcohol son perjudiciales. Los expertos recomiendan hidratarse con agua o agua de coco para reponer líquidos perdidos. También aconsejan elegir frutas ligeras como manzana, uva o plátano, que aportan minerales sin sobrecargar el estómago. Las sopas suaves o verduras cocidas ayudan a calmar el sistema digestivo sin exigir un esfuerzo extra al hígado.
Los profesionales insisten en que conocer cómo afectan estos hábitos alimentarios puede ayudar a reducir los efectos negativos del consumo de alcohol. Tomar decisiones informadas sobre qué comer y beber durante una reunión social contribuye a cuidar la salud y evitar molestias innecesarias.
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