El exceso de oferta y el cambio de hábitos hunden los precios del Cabernet Sauvignon en Estados Unidos

Los últimos datos de ventas en Estados Unidos muestran que los consumidores de vino, especialmente los aficionados al Cabernet Sauvignon, están cambiando sus hábitos de compra. Según cifras de SipSource, durante los tres primeros meses de 2025, tanto el volumen como los ingresos por ventas de vino cayeron cerca de un 10% respecto al mismo periodo del año anterior. Sin embargo, los ingresos bajaron un 0,6% más que el volumen, lo que indica que los compradores están optando por vinos más económicos o adquiriendo productos de gama alta a precios reducidos.

Dale Stratton, analista de SipSource, explicó que este fenómeno responde a varias tendencias. Por un lado, los vinos blancos están superando en ventas a los tintos y suelen tener precios más bajos. Además, los espumosos con precios superiores a 20 dólares –excepto el Prosecco– están teniendo dificultades para venderse. Por último, los vinos de gama alta se están vendiendo con descuentos importantes.

En el segmento de vinos con precios superiores a 50 dólares, las ventas en volumen aumentaron un 3,3% entre diciembre y marzo. Sin embargo, los ingresos generados por estas ventas descendieron un 5,4%. Esto significa que los consumidores siguen comprando vinos caros, incluso en mayor cantidad que antes, pero ahora pagan menos por cada botella. Stratton atribuye esta situación a un exceso de existencias en el mercado. En la venta directa al consumidor (DTC), la categoría de vinos por encima de 100 dólares mantiene buenos resultados gracias a un grupo reducido pero fiel de entusiastas del vino que aprovechan las ofertas actuales.

El Cabernet Sauvignon es uno de los vinos más afectados por este exceso de oferta. California cuenta con más superficie plantada de esta variedad que de cualquier otra uva: el doble que Pinot Noir y casi seis veces más que Sauvignon Blanc. Esta sobreproducción ha provocado una bajada notable en los precios y ha llenado las estanterías de tiendas físicas y online con botellas que antes tenían precios mucho más altos.

Un ejemplo reciente lo ofrece la situación en Napa Valley. El empresario agrícola Gaylon Lawrence Jr. adquirió varias bodegas históricas como Heitz Cellar, Stony Hill y Burgess. Tras renovar las salas de cata y duplicar el precio de algunos vinos, la empresa ha tenido problemas para mantener las ventas. Una sala de cata ha cerrado y se ha reducido la producción prevista de botellas exclusivas. Algunas referencias han llegado incluso a cadenas locales especializadas en descuentos.

Según Stratton, aunque todavía existen compradores dispuestos a pagar 250 dólares por una botella, ahora tienen muchas más opciones entre las que elegir. El número de bodegas que ofrecen experiencias exclusivas ha crecido mucho en poco tiempo y esto ha fragmentado el mercado.

Frank Pagliaro, propietario de FranksWine en Wilmington (Delaware), confirma que sigue vendiendo botellas por encima de 50 dólares, pero señala que el perfil del comprador no está creciendo ni rejuveneciendo. Pagliaro comenta que algunos clientes le han dicho que medicamentos como Ozempic han reducido su apetito y su consumo de alcohol. También observa que la generación Z bebe menos vino que generaciones anteriores y que las bebidas con cannabis ganan popularidad entre todas las edades, lo cual podría afectar al sector vinícola en el futuro.

A pesar de estos cambios en el consumo, Pagliaro afirma que sigue vendiendo vinos exclusivos como Borgoña, Sancerre y Cabernet o Chardonnay californianos por encima de 50 dólares. Para atraer a consumidores jóvenes está apostando por vinos naranjas y pet nats.

Stratton añade que los coleccionistas seguirán interesados en Bordeaux aunque las primeras críticas negativas sobre la añada 2024 podrían influir este año. Tanto California como Washington tienen grandes cantidades almacenadas listas para venderse y países como Australia, Chile o Argentina también buscan dar salida a su Cabernet Sauvignon.

El mercado del Cabernet es flexible y muchos consumidores habituales prueban diferentes estilos según sus preferencias del momento. La posible imposición futura de aranceles sobre productos importados podría alterar la situación pero muchos importadores ya han adelantado compras para asegurar el suministro.

En este escenario actual hay numerosas oportunidades para quienes buscan comprar vino a buen precio. Los consumidores pueden encontrar botellas antes inaccesibles a precios mucho más bajos tanto en tiendas físicas como online debido al exceso de existencias y la necesidad urgente del sector por liberar inventario.