La venta en primeur de Burdeos 2024 arranca con bajadas de precios y escaso interés en Estados Unidos

La campaña de venta de futuros de Burdeos para la añada 2024 ha comenzado con una bajada generalizada de precios en algunas de las bodegas más conocidas del mundo. Sin embargo, la reacción de los comerciantes estadounidenses es fría. El motivo principal es la combinación de varios factores: incertidumbre sobre los aranceles, debilidad del dólar y una cosecha que no ha generado grandes expectativas.

El sistema de venta en primeur permite a las bodegas vender el vino mientras aún está en barrica, meses después de la vendimia. Los compradores, que pueden ser intermediarios, minoristas, restaurantes o consumidores finales, pagan por adelantado y reciben el vino embotellado dos años después. La ventaja teórica es acceder a precios más bajos que los que tendrá el vino una vez salga al mercado.

Para que la campaña funcione bien en Estados Unidos suelen coincidir tres condiciones: una cosecha prometedora, estabilidad económica internacional y un dólar fuerte frente al euro. Este año no se cumple ninguna de ellas. La añada 2024 se ha visto afectada por un clima frío y lluvioso durante el ciclo vegetativo. Aunque los avances técnicos han permitido a los productores obtener vinos correctos incluso en años difíciles, la calidad general no alcanza el nivel de otras añadas recientes como 2022, que ahora llega a las tiendas y ha recibido buenas valoraciones.

El entorno económico añade más incertidumbre. La economía mundial arrastra todavía las consecuencias de la pandemia y la inflación. Además, las tensiones comerciales entre Estados Unidos y la Unión Europea han provocado preocupación por posibles subidas de aranceles. A principios de año, el expresidente Donald Trump amenazó con imponer aranceles del 200% a las bebidas alcohólicas europeas. Finalmente no se aplicaron, pero desde abril existe un arancel del 10% sobre todos los productos europeos importados en Estados Unidos. Si no hay acuerdo entre Washington y Bruselas antes de julio, esa cifra podría subir al 20%. Nadie sabe qué ocurrirá cuando los vinos se entreguen dentro de dos años.

Esta situación ha llevado a algunos comerciantes estadounidenses a renunciar a participar en la campaña. Shaun Bishop, responsable de JJ Buckley Fine Wines en California, explica que por primera vez no comprarán vinos en primeur para su propio stock debido a la incertidumbre sobre los aranceles. Solo atenderán pedidos puntuales de clientes que lo soliciten expresamente. Bishop recomienda centrarse en otras añadas ya embotelladas y disponibles para entrega inmediata.

Otros minoristas han optado por ser mucho más selectivos con las referencias que ofrecen a sus clientes, basándose en el precio y la demanda real. Aunque varias bodegas han reducido sus precios para adaptarse al momento actual, existe otro problema para el consumidor estadounidense: el dólar ha perdido cerca del 9% frente al euro desde principios de año. Por tanto, parte del ahorro conseguido con la rebaja de precios se pierde en el cambio de divisa.

En cuanto a los lanzamientos concretos, el 6 de mayo Cheval-Blanc y Lynch Bages pusieron en el mercado sus primeras partidas. Cheval-Blanc salió a un precio ex-négociant de 276 euros por botella, un 28% menos que el año anterior. En Estados Unidos se ofrece a unos 372 dólares por botella (4.464 dólares la caja), lo que supone una bajada del 30% respecto al año pasado. Lynch Bages lanzó su primer lote a 60 euros por botella (un 16% menos), con un precio medio en EE.UU. de 84 dólares (15% menos).

Smith Haut Lafitte fijó sus precios en 62 euros para su tinto y 108 euros para su blanco. El tinto se vende en EE.UU. por unos 89 dólares (28% menos) y el blanco por unos 149 dólares (3% menos), siendo este último uno de los vinos blancos mejor valorados del año.

El 2 de mayo Château Lafite Rothschild llamó la atención al salir con un precio inicial ex-négociant de 288 euros por botella (27% menos). En Estados Unidos se ofrece a unos 393 dólares (26% menos). Otras bodegas como Pontet-Canet o Angélus recibieron menos interés: Pontet-Canet salió a 60 euros (89 dólares en EE.UU., solo un 4% menos) y Angélus a 180 euros (256 dólares en EE.UU., un descenso del 27%).

La tabla comparativa muestra cómo los precios iniciales para la añada 2024 son inferiores a los del año pasado en muchas referencias importantes: Cheval Blanc baja un 30%, Lafite Rothschild un 26%, Montrose un 25%, Smith-Haut-Lafitte tinto un 28%. Sin embargo, estos precios siguen siendo superiores a los que tienen actualmente algunas añadas anteriores ya disponibles en tiendas estadounidenses.

La falta de entusiasmo entre comerciantes y consumidores estadounidenses responde así tanto a factores económicos como cualitativos. Las bodegas han ajustado sus precios ante una demanda incierta y unas condiciones internacionales poco favorables, pero ni siquiera estas rebajas parecen suficientes para animar las ventas como en campañas anteriores.