El comercio mundial de vino supera los 36.000 millones de euros en 2024

Francia lidera por goleada la venta mundial del vino con 11.700 millones de euros, el 32% del negocio del planeta

Viernes 04 de Abril de 2025

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El comercio mundial de vino y mosto se mantuvo prácticamente estable en 2024, con un ligero crecimiento del 0,8% en volumen hasta alcanzar los 100,2 millones de hectolitros y una pequeña caída del -0,5% en valor, que situó la facturación en 36.038 millones de euros. Estas cifras, recogidas por S&P Global y analizadas por Del Rey AWM a partir de datos oficiales de aduanas, muestran un freno en la tendencia descendente de los años anteriores y apuntan a una cierta estabilización en el sector, que sigue operando por debajo de los niveles de volumen previos a la pandemia, pero mantiene ingresos por encima de los registros de entonces.

Desde 2017, la facturación internacional por exportaciones de vino ha crecido un 18,3%, sumando más de 4.670 millones de euros, aunque en volumen la recuperación es incompleta. En aquel año se superaron los 111 millones de hectolitros, y tras un breve repunte después de la pandemia que rozó los 113 millones, las cifras actuales muestran una caída sostenida. Esta reducción se debe, en parte, a la sobreacumulación de existencias en mercados como el estadounidense, donde se esperaba un crecimiento del consumo que finalmente no se produjo. La inflación, el menor dinamismo económico y la incertidumbre general han contribuido a frenar el comercio, aunque 2024 ha puesto una pausa en esta tendencia negativa.

Por tipo de producto, la situación es diferente. El vino a granel fue el único que aumentó sus ventas en valor, con un crecimiento del 9,3% que supuso 224 millones de euros más. En cambio, los vinos espumosos perdieron un 3,9% en valor, los envasados no espumosos se mantuvieron estables y los bag-in-box (BiB) bajaron un 4,8%. En volumen, los espumosos se sostuvieron con una leve subida del 0,1%, mientras cayeron los envasados no espumosos (-1%) y los BiB (-3,9%). La subida del 3,9% del vino a granel, hasta los 34,4 millones de hectolitros, compensó esas caídas y permitió un ligero aumento total del 0,7% en los litros exportados.

La estructura del comercio mundial de vino muestra un fuerte contraste entre volumen y valor. El granel representa más de un tercio del volumen total exportado, pero solo el 7% del valor. Los envasados no espumosos superan la mitad del volumen y aportan más de dos tercios de la facturación, mientras que los espumosos, con poco más del 10% en volumen, generan cerca de una cuarta parte de los ingresos. Estas diferencias se explican por los precios medios: más de 7,90 euros por litro en espumosos, 4,76 €/l en envasados no espumosos, 1,90 €/l en BiB y apenas 0,77 €/l en granel.

Entre los principales países exportadores, Italia fue el que mejor evolucionó. Sus ventas crecieron un 4,7% en valor hasta los 8.136 millones de euros y un 1,7% en volumen, alcanzando los 21,7 millones de hectolitros. Con un precio medio de 3,74 €/l, Italia se consolida como el líder mundial en volumen y segundo en valor, por detrás de Francia. Este país, que sigue liderando la facturación con 11.700 millones de euros y menos de 13 millones de hectolitros exportados, redujo sin embargo sus ingresos un -2,4% respecto al año anterior, por una bajada del precio medio del 2,9%. España, tercer exportador mundial, logró un leve aumento del 1,6% en valor, hasta poco más de 3.000 millones de euros, a pesar de haber vendido un 4,5% menos en volumen, con un total de 20 millones de hectolitros. Esto se explica por la subida del 6,4% en su precio medio, que aún se mantiene por debajo de la media internacional.

Otros países que mejoraron su posición en 2024 fueron Chile, Australia y Estados Unidos. Chile creció un 14,4% en volumen y un 6,2% en valor, aunque redujo su precio medio. Australia, tras el levantamiento de los aranceles impuestos por China en 2020, aumentó un 30,5% su facturación internacional y un 6,7% en volumen. Estados Unidos incrementó sus exportaciones un 15,5% en litros y un 1,7% en euros, consolidando su posición aunque todavía lejos de los primeros puestos del comercio internacional.

Por el contrario, Nueva Zelanda y Alemania redujeron sus exportaciones. El descenso en Alemania afecta especialmente a sus ventas a mercados europeos. En cambio, Portugal, Argentina y Sudáfrica experimentaron subidas tanto en volumen como en valor, aunque aún representan un volumen menor respecto a los grandes exportadores.

En cuanto a los principales destinos de exportación, Estados Unidos, Reino Unido y Alemania siguen siendo los tres primeros mercados. En conjunto, concentraron el 38% de la facturación mundial por importaciones de vino, y los diez principales mercados representaron casi dos tercios del total. Estados Unidos aumentó sus importaciones un 1,6% en valor y un 0,2% en volumen, lo que se interpreta como una estabilización tras la fuerte caída sufrida en 2023. Reino Unido compró un 2,4% más en volumen, pero a precios más bajos, por lo que su factura se redujo un -0,7%. Alemania registró caídas tanto en volumen (-7,1%) como en valor (-9,1%), lo que consolida una tendencia negativa que se arrastra desde 2018.

El caso de Estados Unidos genera especial atención. Tras una acumulación importante de existencias y un retroceso en las compras en 2023, las cifras de 2024 apuntan a una cierta recuperación, aunque los analistas advierten que podrían surgir nuevos problemas si se aplican los aranceles anunciados a los vinos europeos. Una medida de este tipo afectaría no solo a los exportadores, sino también al mercado interno estadounidense.

Más allá de estos tres grandes compradores, China registró un aumento importante de sus importaciones, con una subida del 37,6% en euros y del 13,7% en volumen. Esta mejora beneficia especialmente a Australia, cuya recuperación comercial depende en buena parte de su relación con este mercado. Canadá también incrementó ligeramente sus compras. Otros países como Japón, Países Bajos, Suiza, Bélgica, Francia y Suecia redujeron sus compras en valor, aunque no siempre en volumen. De hecho, algunos mercados crecieron en volumen a pesar de reducir su gasto total, como ocurrió en Dinamarca, Japón, Reino Unido y la propia China.

La evolución del comercio internacional de vino en 2024 muestra un sector que, tras varios años complicados, comienza a estabilizarse. La estructura del mercado sigue cambiando, tanto en la composición del producto como en las relaciones entre exportadores e importadores, y aunque las cifras generales se mantienen estables, hay importantes movimientos que pueden marcar la dirección futura del sector.

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