La moderación se convierte en estilo de vida

La relación entre las reuniones sociales y el consumo de alcohol ha sido una constante en la historia humana. Sin embargo, en los últimos años algo está cambiando, negarlo sería error, y se ha observado un cambio significativo en las actitudes hacia el consumo de bebidas alcohólicas, lo que ha dado lugar a lo que ahora se conoce como la "generación de la moderación". El informe KAM Low and No Alcohol de 2023 destaca esta transformación, mostrando una creciente aceptación social a la menor ingesta de alcohol y un aumento considerable en la disponibilidad y consumo de bebidas "NoLo" (bajas y sin alcohol) en el Reino Unido.

El informe subraya una notable disminución en el consumo semanal de alcohol entre los adultos británicos. En 2021, el 90% de los adultos en el Reino Unido consumían alcohol al menos una vez por semana, una cifra que cayó al 77% en 2023. Esta tendencia se observa en todos los grupos de edad, curiosamente con la mayor disminución entre los jóvenes de 18 a 24 años. La fuerza impulsora detrás de este cambio no es la eliminación del alcohol, sino una reducción en su consumo. Tres de cada cuatro adultos en el Reino Unido afirman estar moderando su ingesta de alcohol en cierta medida.

La salud y el bienestar emergen como las principales razones detrás de esta moderación. Mejorar la salud física y mental, junto con el ahorro de dinero, son los principales motivadores. El deseo de un mejor sueño y una vida personal más equilibrada también desempeñan roles significativos, según el informe. Estas motivaciones reflejan un cambio societal más amplio hacia estilos de vida más saludables y equilibrados.

Aunque iniciativas como "Dry January" (un reto viral que se ha hecho muy popular en las redes y que consiste en no beber nada de alcohol durante el mes de enero) han popularizado la idea de moderar el consumo de alcohol, el informe revela que muchos adultos están reduciendo su ingesta de alcohol durante todo el año. Sorprendentemente, tantas personas moderan activamente su consumo durante el verano y las festividades como lo hacen durante "Dry January". Esto indica que la moderación se está convirtiendo en un hábito formando parte integral de la vida diaria, en lugar de estar confinada a meses o eventos específicos.

La moderación, según la definición del adulto promedio en el Reino Unido, implica varias estrategias. Los métodos más comunes incluyen optar por medidas más pequeñas de alcohol, beber menos en ciertas ocasiones o beber lo mismo pero reducir el número de días de consumo de alcohol por semana. Además, hay una tendencia creciente a intercambiar bebidas alcohólicas por versiones bajas o sin alcohol y elegir bebidas con un menor contenido de alcohol.

Para el sector de bebidas alcohólicas estos datos, aunque suponen un fuerte cambio de tendencia en su modelo de negocio, ofrecen la oportunidad de conocer la demanda y poder adaptarse rápidamente a los consumidores. Así, el mercado de bebidas bajas y sin alcohol está creciendo rápidamente. Unos 9,7 millones de personas probaron la cerveza baja y sin alcohol por primera vez en los últimos 12 meses, ilustrando el crecimiento de esta categoría. Los nuevos consumidores de estas bebidas son más propensos a permanecer en la categoría a largo plazo, lo que indica un cambio hacia una moderación sostenida.

La aceptación de las bebidas bajas y sin alcohol es ahora generalizada. Más de un tercio de los adultos en el Reino Unido informan beber más bebidas bajas y sin alcohol en comparación con hace 12 meses. Este cambio es particularmente pronunciado entre los adultos jóvenes, con un 30% de los jóvenes de 18 a 24 años y un 27% de los adultos de 35 a 44 años aumentando su consumo de estas bebidas.

El auge de la generación de la moderación presenta oportunidades significativas para la industria de la hostelería. Más de un tercio de las visitas a pubs y restaurantes ahora son sin alcohol, y 1 de cada 4 adultos en el Reino Unido eligen agua como su bebida preferida en restaurantes cuando no consumen alcohol. Esto representa una oportunidad de ingresos perdida de 800 millones de libras anuales para los establecimientos. Mejorar la variedad, visibilidad y educación del personal sobre las opciones bajas y sin alcohol puede mejorar la experiencia del cliente y aumentar las ventas.

Para capitalizar esta tendencia, señala el informe, los establecimientos deben asegurarse de ofrecer una gama de opciones No-Lo. La visibilidad es fundamental; los consumidores deben poder encontrar fácilmente información sobre estas bebidas, tanto en línea como en el establecimiento. La formación del personal también es esencial, ya que un personal bien informado puede guiar a los clientes en la toma de decisiones informadas y fomentar la prueba de alternativas no alcohólicas.

El cambio cultural hacia la moderación del alcohol es innegable. A medida que más personas priorizan su salud y bienestar, la demanda de opciones de calidad bajas y sin alcohol continuará creciendo. Para la industria de la hostelería, abrazar este cambio y ofrecer experiencias inclusivas y agradables para todos los clientes es clave para mantenerse relevante y rentable en este panorama en evolución. El informe KAM Low and No Alcohol de 2023 no solo destaca las tendencias actuales, sino que también subraya el inmenso potencial de crecimiento e innovación en este mercado en expansión.

Oportunidades en la moderación: Cómo las bodegas pueden salir ganando en este nuevo escenario

El cambio hacia la moderación del alcohol también tiene implicaciones significativas para las bodegas de vino. Lejos de representar un problema, estas circunstancias bien gestionadas pueden suponer una oportunidad. Donde antes había una única línea de negocio centrada en el vino tradicional, ahora disponen de dos: los vinos tradicionales y las opciones alternativas de vinos de baja graduación o sin alcohol dirigidas a estos nuevos consumidores.

Para mantener la balanza de rentabilidad positiva, la posible pérdida de ingresos de clientes de la línea de vinos tradicional puede compensarse con el aumento de clientes interesados en opciones saludables. Además, mejorar la calidad de los vinos tradicionales puede permitir que los clientes, que beben menos, estén dispuestos a pagar más por un producto de mayor calidad. Así, las bodegas tienen la oportunidad de diversificar su oferta y captar un mercado en crecimiento, manteniéndose competitivas y rentables en este nuevo panorama.