Turoperadores belgas descubren la magia de Tarragona

Este 20 de abril, la región de Tarragona se prepara para abrir sus puertas y descorchar sus botellas en un evento que promete ser una celebración de la cultura vinícola. Una expedición de turoperadores procedentes de Bélgica descubrirá la Ruta del Vino de la Denominación de Origen Tarragona, un itinerario que trasciende el simple acto de catar vino y se convierte en una experiencia integral que abarca historia, gastronomía y tradiciones locales.

La jornada comenzará en el Museo Casteller de Valls, donde el grupo se sumergirá en la esencia de los castells, torres humanas que son mucho más que una práctica cultural; son un símbolo de la comunidad y el trabajo en equipo, reconocidos incluso como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. En este espacio, no solo se explorará la historia de esta tradición sino que también participarán en un taller que les permitirá experimentar de primera mano la emoción y el esfuerzo que conlleva esta actividad.

Tras esta inmersión cultural, la atención se desplazará hacia la vitivinicultura. Representantes de la DO Tarragona presentarán la Ruta del Vino, introduciendo a los visitantes en un mundo donde cada sorbo cuenta una historia. Este recorrido no se limita a la degustación de vinos; es una invitación a vivir experiencias únicas que reflejan la diversidad del terruño y el carácter de sus vinos.

Uno de los momentos destacados será un tasting dirigido que permitirá a los turoperadores entender las particularidades de los vinos de Tarragona. Se espera que este sea un punto de encuentro entre el saber hacer de los vinicultores locales y la curiosidad de los expertos internacionales, donde se podrán apreciar las notas y matices que hacen únicos a estos vinos.

El enoturismo en Tarragona no se limita al vino. Es un viaje gastronómico que ofrece la oportunidad de maridar los vinos con la cocina local. El almuerzo en La Licorera de Valls será una muestra de cómo la comida y el vino pueden complementarse mutuamente, realzando sabores y creando una experiencia gastronómica memorable. Este lugar, conocido por sus platos que capturan la esencia de la región, promete ser el escenario perfecto para tales maridajes.

Así, la Ruta del Vino de Tarragona se presenta no solo como un itinerario para catar vinos, sino como una puerta a la comprensión de una cultura rica y vibrante. Para los turoperadores belgas, este viaje será una oportunidad para llevar consigo un pedazo de Tarragona, no solo en sus notas de cata, sino en recuerdos llenos de sabor, tradición y hospitalidad. Un verdadero festín para los sentidos que seguramente enriquecerá su oferta turística y creará lazos más fuertes entre estas dos regiones enamoradas del vino.