Paz Austin: “El sector del vino mexicano es resiliente y eso lo ha ayudado a crecer notablemente en los últimos 3 años”

La actual Directora General del Consejo Mexicano Vitivinícola se muestra optimista hacia la evolución del vino mexicano a nivel internacional e invita al sector a participar en el Congreso Mundial de la Viña y el Vino que se celebrará del 31 de octubre al 4 de noviembre en Baja California.

Es una apasionada del vino y el campo mexicano... ¿Cómo empezó todo?

Crecí cerca del campo pero nunca me imaginé que me dedicaría a este sector. Después de estudiar comunicación emprendí y abrí mi primera tienda de dulces tradicionales mexicanos.

Luego, comencé a hacer catas de tequila con maridajes y se me abrieron muchas puertas. Me he dedicado al sector del tequila, al cervecero e incluso al mezcal hasta que, finalmente, me invitaron a conocer el mundo del vino mexicano.

Es usted una de las personas más influyentes en el mundo del vino de Centroamérica, ¿qué consejo le daría a aquellas mujeres que quieren hacerse un hueco en el sector vitivinícola?

Todas somos responsables en hacer visible nuestro trabajo. Debemos apoyarnos unas a otras para crecer juntas.

¿Cómo está afectando esta crisis mundial al panorama vitivinícola de México? ¿Cuáles son los principales retos sobre los que trabajar?

México no se ha salvado de la inflación. Hemos tenido problemas de suministro con botellas, corchos, cajas, etiquetas... Sin embargo, durante la pandemia el vino mexicano se ha colocado en primera línea en venta online, sobre todo a través de Amazon.

Por su contra, la pandemia afectó al enoturismo en su momento. La vendimia y las fiestas en el sector del vino son muy relevantes aquí y la crisis sanitaria llegó justo cuando estábamos creciendo. Sin embargo, ya podemos decir que hemos recuperado gran parte de las fiestas enoturísticas y visitantes. Estamos 100% activos y hemos ganado medallas internacionales.

Las estrategias en las que estamos trabajando ahora son variadas, pero nos estamos enfocando en el tema del etiquetado. Actualmente, trabajamos en la norma 142 de etiquetado e información comercial, orientándonos hacia un etiquetado electrónico (a través de códigos QR) y colaborando siempre con productores y  distribuidores. Se trata de una etiqueta muy completa en cuanto información al consumidor.

También llevamos dos años preparando una norma oficial mexicana para el vino, inexistente a día de hoy. Lideramos la mesa junto con otras asociaciones. Además, nos gustaría actualizar el sistema de impuestos para fomentar el crecimiento responsable de la industria.

¿Cómo se está vendiendo el vino mexicano en el exterior?

Nuestro principal cliente es Estados Unidos, también por razones de logística. Exportamos, además, para Canadá, Asia y, muy poco a poco, hacia Europa. Aún así, el significado de estos datos es muy grande, ya que implica que estamos abriendo nuevas puertas.

¿Cuáles son las principales tendencias en la economía mexicana del vino?

Tenemos consumidores educados en cuanto al vino y eso genera consumidores más exigentes. Por eso, tratamos de mejorar la calidad de forma constante y, de momento, nos está yendo muy bien en concursos internacionales.

Existe una demanda creciente de espumosos, típicos de la parte central del país, así como cabernets, blancos e incluso verdejos, que se están dando muy bien en el Valle de San Vicente. También estamos experimentando en otras regiones, como Jalisco, Hidalgo y Nuevo León.

Además, la innovación en vinos biodinámicos es un campo sobre el que estamos trabajando. Buscamos vinos con la mínima intervención.

Será usted una de las anfitrionas del 43º Congreso Mundial de la Viña y el Vino... ¿Cuáles son sus expectativas en lo referente al evento? ¿Qué le gustaría aportar a este encuentro internacional?

Después de 2 años lidiando con la cancelación por la emergencia sanitaria, estamos comprometidos en crear una atmósfera propicia para la conversación. Vendrán más de 300 expertos de 48 países diferentes. El congreso se hará hasta en 6 idiomas y tendrá una personalidad sostenible.

Se hablará de cambio climático, sostenibilidad y el futuro post-pandemia. Supone un reto, ya que si queremos tratar estos temas, el congreso tendrá que ser sostenible también.

Por otra parte, el congreso coincide con la festividad del Día de Muertos, muy importante en nuestro país. Por lo que la gastronomía, la tradición y el vino mexicano estarán muy presentes. Habrá un gran altar con figuras del mundo de la viticultura que ya no están con nosotros, exposiciones, degustaciones y también encuentros con profesionales.