“Invertir en I+D es necesario en nuestro sector para avanzar en el conocimiento, descubrir nuevas aplicaciones y formatos y para desarrollar mejores vinos”

Carlos Moro (Valladolid, 1953) fundó en 1988 Bodega Matarromera en Ribera del Duero y hoy ya está presente en seis denominaciones de origen. Su visión, su pasión y su compromiso le han llevado a recibir numerosos reconocimientos y premios.

Isabel Blanco

Viernes 04 de Junio de 2021

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Carlos Moro

Sostenibilidad, innovación y digitalización son los ejes del proyecto vinícola que lidera Carlos Moro. A lo largo de su trayectoria se ha erigido como pionero en el desarrollo del enoturismo en España y a través de la investigación ha innovado con propuestas tan arriesgadas como el vino sin alcohol o la creación de una línea cosmética a través de la uva y los taninos.

En los V Premios de Enoturismo 'Rutas del Vino de España' de ACEVIN han reconocido su trayectoria con el galardón al Mérito Enoturístico y han destacado "su carácter visionario, su espíritu emprendedor y su firme apuesta por el turismo del vino". Como pionero en el impulso del enoturismo, ¿cómo fueron los inicios?

Desde que fundé Matarromera en 1988, mi primera bodega de un total de nueve, siempre tuve claro desde el principio que quería abrirla al público. El enoturismo en nuestro país estaba sólo en los inicios, pero las visitas a las bodegas me parecían un elemento indispensable para dar a conocer nuestro buen hacer y lograr que los visitantes sintiesen el vino como suyo. En el año 2001, siendo miembro del pleno de la Cámara de Comercio de Valladolid, redacté el Primer Plan Estratégico para el sector del enoturismo en Castilla y León, con el objetivo de potenciar el comercio exterior y profesionalizar la formación para sumilleres. Fui, además, socio fundador e impulsor de las Rutas del Vino de Ribera del Duero, Cigales y Rueda. De ésta última fui su presidente de 2013 a 2015, Ruta de la que también forma parte nuestra almazara ecológica Oliduero, situada en Medina del Campo, en Valladolid.

Cuando en el año 2004 empezamos la construcción de la Bodega Emina Ribera en Valbuena de Duero, decidimos dar un salto sustancial en el ámbito del enoturismo y apostar fuertemente por esta actividad. La Bodega se concibió, además de para elaborar vinos de alta calidad, para ofrecer unas visitas muy bien documentadas, con un Museo del Vino de la Ribera del Duero y un jardín de variedades de uva. También, apostamos por la formación de guías enoturísticos, una gran sala de catas y una web específica para ofrecer actividades y experiencias. Incluso, habilitamos un hotel rural y el Restaurante La Espadaña en el mismo complejo de Bodega Emina, un referente en la zona especializado en cocina de proximidad. De las nueve bodegas, siete son visitables y en todas se realizan actividades vinculadas con el mundo del vino. Además, soy socio fundador de la Ruta del vino de La Rioja Alta y participo en la de Toro, una denominación de origen cada vez más conocida y en la que estamos presentes con Bodega Cyan. También, formamos parte del proyecto "Spain through its wineries" Foro de Marcas Renombradas Españolas.

Línea temporal del grupo

¿Por qué el enoturismo es una parte fundamental del plan estratégico de una bodega?

El enoturismo contribuye a la sostenibilidad económica, social, medioambiental y al desarrollo económico rural. Nuestro país lo tiene todo para llegar a ser un referente a nivel mundial y debemos trabajar unidos para conseguirlo.

¿Cuál ha sido la evolución del sector enoturístico y qué momento vive hoy?

En nuestro país hemos vivido diversas etapas del enoturismo durante las últimas décadas; una en la que se enseñaba la bodega a las personas que venían a comprar vino, otra en la que se apostó por desarrollar instalaciones pensadas no sólo en cuestiones operativas sino también desde el punto de vista del visitante y donde se empezó a formar al personal y ahora nos situamos en una fase en la que es fundamental la integración entre lo presencial y lo digital para ofrecer una experiencia única y diferencial a los usuarios.

España tiene mucho camino recorrido, pero aún mucho más por recorrer. Vemos como la facturación del área de enoturismo en las regiones francesas de la Borgoña y Alsacia supone más del 20% del total de las bodegas.  Si a eso le sumamos el hecho de que las ventas directas al consumidor en las bodegas generan mayores márgenes comerciales, ya que no necesitan a un intermediario, tenemos que tener claro la oportunidad clave que supone no sólo para el sector sino también para la población que reside en las zonas rurales donde se asientan la mayor parte de bodegas. Entendamos que el enoturismo es un tipo de actividad sostenible, que se asienta en toda nuestra geografía y que es integrador puesto que aúna gastronomía, historia, patrimonio, cultura y ocio.

Experiencia virtual de Bodegas Emina

¿Cómo ha afectado la pandemia de la Covid-19 al enoturismo?

Hemos tenido que reflexionar y reaccionar. En nuestro caso, nos ha llevado a poner en marcha iniciativas de enoturismo en realidad aumentada como nuestros Tours Virtuales de Bodega Matarromera y Bodega Emina. De esta manera, el visitante ha seguido empapándose de nuestra historia, conociendo nuestros vinos e interaccionando con nuestra tienda y nuestro equipo. Esta acción la llevamos a cabo gracias a la implementación de una novedosa tecnología que genera visiones exactas en 3D, tremendamente reales, con una calidad óptica espectacular.

Con el objetivo de garantizar el acceso a nuestras referencias más exclusivas y cualitativas, pusimos en marcha el Club Esencia Matarromera. Se trata de una nueva comunidad donde sus miembros se sienten protagonistas de múltiples ventajas y de experiencias únicas preferenciales y personalizadas como catas online, entre otras.

Todas estas acciones nos llevaron, por otro lado, a tomar la decisión de asumir la gestión de pedidos de manera interna para acortar los tiempos y garantizar el servicio a nuestros consumidores y clientes.

Desde el punto de vista de sus bodegas, ¿Cómo ha afectado al sector vitivinícola la pandemia de la Covid-19?

De manera negativa ya que esta crisis ha impactado a dos sectores clave para nosotros como son la hostelería y el turismo. A diferencia de otras crisis que han azotado sólo a nuestro país, en esta ocasión la cobertura ha sido global, por lo que ha influido directamente a la exportación dejando pocas vías al sector. Sin embargo, en nuestras empresas, hemos seguido trabajando por dar respuesta a nuestros clientes y consumidores, apoyarlos y garantizar en todo momento el acceso a nuestros vinos, vinos sin alcohol, aceites de oliva virgen extra, cosméticos ESDOR...Pusimos en marcha el proyecto "Restaurando la Vida" con el objetivo de ayudar en la recuperación del sector a los distribuidores y hosteleros a través de facilidades de financiación, entrega de productos, ayudas de promoción y realización de cartas digitales entre otros aspectos.

¿Cuáles son las perspectivas de futuro?

En nuestro caso, creemos que muy positivas porque hemos trabajado muy duro todo este tiempo mejorando nuestra estructura; actualizando los procesos, y tomando las mejores decisiones en la búsqueda de la eficiencia. Estoy seguro de que toda esta labor previa contribuirá a que el efecto adverso se supere lo antes posible.

A través de sus bodegas abordan un elevado espectro de tipos de vinos, ¿cuáles son las tendencias actuales del mercado?

Una de las tendencias más poderosas en el vino de hoy es el giro a lo natural. Gracias a nuestra apuesta por la innovación, seguimos evolucionando nuestros vinos y demás productos, así como nuestra oferta, para dar respuesta a nuevas tendencias y demandas de unos consumidores cada vez más comprometidos con el medio ambiente, la salud y el consumo responsable. En este sentido, cada vez hay más consumidores que buscan reducir total o parcialmente el consumo de alcohol como son nuestros vinos bajos en graduación y sin alcohol WIN. También hay una clara tendencia de consumidores que optan por vinos ecológicos, como nuestra línea de vinos GRANZA, que además son aptos para veganos y no contienen gluten.

Por otro lado, el consumidor de vinos más jóvenes busca la fruta, la frescura y la facilidad a la hora de consumirlos. Y, por supuesto, están los grandes vinos para los que no hay tendencias. Me refiero a aquellos que persiguen la excelencia y reflejan lo mejor de las zonas donde se elaboran. Son los vinos que tradicionalmente elaboramos en Bodega Matarromera como nuestro Prestigio o Pago de las Solanas; nuestro vino RENTO, de nuestra bodega familiar Renacimiento también ubicada en la Ribera del Duero; o nuestro CM o CM prestigio, que elaboramos en la DOCa Rioja.

Los vinos sin alcohol son una tendencia en alza y en sus bodegas ya tienen una línea de este producto, ¿qué explica este aumento de la demanda? ¿Las perspectivas son de crecimiento?

Nosotros fuimos pioneros en la elaboración de este producto, gracias a un proyecto de investigación de varios años con el que desarrollamos una patente propia. Nuestra gama de vinos de baja graduación y sin alcohol WIN llevan en el mercado desde 2008 y, desde entonces, seguimos invirtiendo en la mejora de la calidad y demás atributos del producto. Fue el primer vino sin alcohol que se comercializó en España y nuestra planta de deconstrucción molecular de Valbuena de Duero es una de las más modernas y punteras del mundo. De hecho, gracias a que lanzamos el producto, Nielsen creó la categoría que no existía hasta la fecha.

Que el vino sin alcohol ha venido para quedarse es ya una más que clara realidad. La tendencia hacia la concienciación sobre la salud y el bienestar los está posicionando como una de las categorías de producto de mayor proyección. Cada vez más, las nuevas generaciones descartan las bebidas alcohólicas en sus eventos sociales. Esta tendencia marcará el consumo global durante los próximos años.

Vino sin alcohol 'Win'

El debate sobre los vinos en lata está más latente que nunca, ¿cuál es su opinión al respecto? ¿Se asentará esta tendencia en el mercado?

Me considero una persona innovadora y respetuosa con todos los conceptos e ideas porque sé el trabajo que hay detrás.  Por eso creo en cualquier formato que acerque el vino a los consumidores. Nosotros lanzamos el vino sin alcohol en lata hace más de 10 años porque nos parecía que su consumo realmente era más similar al de un refresco que al de un vino habitual. Tenemos que romper los tabús y abrir la mente para evolucionar.

Recientemente ICEX lanzó al mercado el sello "Restaurants from Spain" para distinguir a los establecimientos que, fuera de España, cuenten con una oferta gastronómica española de calidad, con una imagen única y diferenciada. En su opinión, ¿de qué forma beneficia al sector vitivinícola?

Partimos de la base de que el vino es un elemento esencial de la gastronomía, por lo que este distintivo nos beneficia a todos. Se trata de un instrumento de apoyo y reconocimiento al trabajo bien hecho y a los restaurantes que se convierten en embajadores mundiales de la cocina española y de nuestros vinos.

Además, esta certificación tendrá un impacto directo e inmediato en el canal Horeca, cuya actividad se ha visto duramente afectada por la pandemia, al promover un mayor conocimiento de nuestra gastronomía en todo el mundo.

Gastronomía y vino van de la mano hoy, ¿cómo se ha perfilado esta relación en nuestro país?

Para mí es un binomio inseparable y nuestra experiencia lo avala. Gracias a esta unión nació, por ejemplo, VINESENTI después de más de cuatro años de investigación conjunta con uno de los chef más prestigiosos, reconocidos e innovadores de nuestro país como es Mario Sandoval.  Nuestro empeño por innovar en ambos sectores y por aprovechar una excelente materia prima nos unió para trabajar con la uva como base y descubrir nuevas fórmulas que pueden marcar un antes y después en la alta cocina. Se trata de un ingrediente que confiere a los alimentos y platos de cocina aspectos organolépticos diferenciadores y una alta dosis de antioxidantes naturales.

Otro buen ejemplo de nuestro apoyo a la gastronomía española son las 'Jornadas Gastronómicas', homenajes a los platos y a la cocina más tradicional y representativa de nuestro país y que maridamos con nuestro amplio portfolio de vinos y aceites de oliva virgen extra.

Carlos Moro y el chef Mario Sandoval durante la presentación de 'Vinesenti'

¿Cuál es la percepción del vino español en el panorama internacional? ¿Qué aspectos se deben mejorar y cuáles son los puntos fuertes?

Considero que todavía hay mucho trabajo por hacer. El consumidor de 'a pie' apenas sabe casi nada del vino español. Tampoco tiene la imagen de calidad que merece. No obstante, la percepción entre el público más entendido afortunadamente está cambiando. Según publicaba recientemente una de las revistas de mayor prestigio del mundo del vino, la francesa La Revue du Vin de France, los franceses se rinden al vino español. La publicación dedicaba además un dossier especial al vino español en el que se destacaba su "formidable reafirmación".

Tenemos que poner en valor los excelentes vinos españoles y esto supone que tengan la imagen que se merecen y el precio que valen.

Cuando hablamos de futuro del sector el foco se pone en la innovación, sostenibilidad y digitalización, ¿Qué aspectos decidirán el futuro del sector del vino en España?

Los tres conceptos son indispensables para obtener vinos de la máxima calidad. La estrategia de nuestra compañía ha apostado por ello desde el primer día. Matarromera ha destinado, desde su origen, muchos recursos humanos y económicos a la I+D. Fruto de ello, por ejemplo, es nuestro vino sin alcohol WIN o nuestros cosméticos ESDOR. Pero, además, nos llevó a obtener el Premio Nacional de Innovación en 2016, de manos de SSMM el Rey Felipe VI, por nuestra "trayectoria innovadora". Bodegas Familiares Matarromera ha mantenido desde el primer día un férreo compromiso con la naturaleza y ese espíritu nos llevó a conseguir, por otro lado, reconocimientos como el Premio Europeo de Medio Ambiente en 2015. Pero lo más importante ha sido y es el respaldo de nuestros consumidores y amantes del vino que encuentran y aprecian en nuestras elaboraciones verdadera pasión por la tierra.

¿Se invierte suficiente en I+D+i en las bodegas españolas?

Como comentaba, hay que destinar numerosos recursos. Bodegas Familiares Matarromera posee numerosos proyectos de I+D nacionales e internacionales y 13 patentes englobadas en diferentes líneas de investigación. A través de nuestras distintas empresas, la compañía ha invertido más de 30 millones de euros a la investigación en los últimos años, lo que nos ha permitido estar presentes en más de 60 proyectos.

Nosotros consideramos necesario invertir en I+D en nuestro sector para avanzar en el conocimiento, para descubrir nuevas aplicaciones y formatos y para desarrollar mejores vinos. Todo esto redunda tanto en valor añadido para el mundo del vino y para los consumidores.

¿De qué forma han avanzado cara a modelos más sostenibles a través de la investigación?

Seguimos evolucionando nuestros vinos y demás productos gracias a nuestra apuesta por la innovación, así como nuestra oferta, para dar respuesta a nuevas tendencias y demandas de unos consumidores cada vez más comprometidos con el medio ambiente, la salud y el consumo responsable. Queremos seguir ofreciendo vinos de calidad a los consumidores que buscan reducir total o parcialmente el consumo de alcohol como son nuestros vinos bajos en graduación y sin alcohol WIN. También a quienes optan por vinos ecológicos y eligen nuestra gama de vinos GRANZA, que además son aptos para veganos y no contienen gluten. Sin olvidarnos tampoco de nuestros aceites de oliva virgen extra OLIDUERO, elaborados en la primera almazara ecológica de Castilla y León; o nuestros cosméticos ESDOR cuyos ingredientes de origen natural superan el 85% de su formulación en todas y cada una de las referencias.

En una ocasión afirmaba que la fortaleza de su grupo reside en la enorme diversificación de productos, ¿cómo se articula esta diversidad?

Gracias a nuestra apuesta por la economía esférica, un nuevo concepto que busca también generar productos de alto valor añadido a partir de coproductos, pero incluyendo una tercera dimensión al conseguir autoabastecer energéticamente la producción inicial. Este modelo productivo permite no solo convertir los residuos de unos, en recursos para otros, sino también aprovechar, por ejemplo, lo que sería en nuestro ámbito vinícola restos de poda, palés o barricas, por ejemplo, para producir energía mediante plantas de biomasa. Poniendo el foco también en reducir, reusar y reciclar, cerramos el círculo al autoabastecimiento con energía renovable. Otro ejemplo es el uso de un coproducto noble como la uva y sus hollejos donde extraemos un compuesto antioxidante natural como el Eminol con múltiples usos de interés para la salud como la cosmética y la nutricosmética.

Todo tiene su sentido dentro de este ecosistema que parece diverso, pero forma parte de una filosofía de hacer las cosas bajo nuestro firme compromiso con el planeta.

Entre la diversidad de sus productos, tienen también una línea de cosméticos con uva y taninos, ¿cuál es su presencia en el mercado y cómo la valoran los consumidores?

Esdor Cosméticos está presente en más de 30 países y es una empresa preciosa desde cualquier punto de vista. Originada desde la tierra, con productos eficaces que mejoran la calidad de vida de las personas en un segmento, el de la cosmética natural, que cada día está más de moda y en plena tendencia. Desde el principio elegimos los canales de venta centrados en las farmacias y parafarmacias de las perfumerías tanto físicos como digitales para que tuvieran un mayor conocimiento de los productos.

Isabel Blanco
Licenciada en Periodismo. Máster en Dirección de Comunicación Corporativa.
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