Vinícola Emevé, el sabor de Baja California

Baja California en México, es el escenario donde ocurre la magia de creación de vinos cautivantes, gracias a su clima de tipo mediterráneo, con inviernos húmedos y veranos secos y templados que hacen que las uvas crezcan jugosas y dulces, y es aquí donde se ubica el Valle de Guadalupe, también conocido como la franja del vino.

Es aquí donde en el 2004 se sembraron las primeras cinco hectáreas de vides de Vinícola Emevé, y que con el paso de los años fueron expandiéndose, llegando a cultivarse uvas Cabernet Sauvignon, Merlot, Shiraz y Cabernet Franc, Malbec, Primitivo, Mourverde y Shiraz. El proyecto de la elaboración de vinos inicialmente sólo era disfrutado por familiares y amigos, sin embargo, cuando el éxito y la calidad son excepcionales, el mundo también desea y merece disfrutarlos. Fue así como en el año 2008, el Sr. Villarreal decidió comercializar sus vinos, que tuvieron una gran acogida entre los consumidores.

De la mano con el enólogo Daniel Lonnberg, se han producido vinos boutique de calidad, no muy complejos pero que manifiestan los sabores frutales, una consistencia redonda en boca y que son amables al gusto. El enólogo es originario de la ciudad de Santiago de Chile, y cuando trabajó para Viñas Concha y Toro S.A estuvo a cargo de la elaboración de los vinos blancos y tintos finos. Después de trabajar Casa Pedro Domecq en México, empezó a asesorar a Vinícola Emevé teniendo a cargo todas sus líneas de vinos.

En esta cata con copas Riedel, diseñadas especialmente para exaltar las cualidades de cada tipo de uva, descubrimos el vino Los Nietos, el vino más emblemático de la vinícola, un tinto elaborado con Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon y Merlot, de los que obtiene un bello color rojo intenso. Posee aromas a frutos rojos, notas florales, tabaco y café, con taninos elegantes con una buena acidez y persistencia.

Su vino Shiraz Shiraz nos regala  un color rojo granate profundo con tonos carmín, limpio, rico y complejo de frutas bayas como la zarzamora y la cereza negra, con especias dulces, vainilla, canela, coco y café, caramelo y chocolate, muy sedoso en el paladar, donde se confirma una fruta y resabio persistente.