Vendimia a la vista

Se cierra un ciclo, con la vendimia culmina todo un año de trabajo en el campo y con ello arranca una nueva etapa, el trabajo en bodega

David Manso

Lunes 20 de Julio de 2020

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Uno de los momentos más esperados para un agricultor es cuando recoge el fruto de todo un año de trabajo. Una recompensa a todo un año de esfuerzo, de trabajo, de luchar contra las adversidades que se resume con la recogida de la cosecha, que en el caso del viticultor se define con la uva. Ese pequeño fruto redondo, de sabor dulce, rico en azúcares, cargado de compuestos fenólicos que agrupado en prietos racimos dará como resultado tras su transformación en bodega con los vinos que disfrutaremos en los años venideros.

Este año, y como es tónica habitual, el pistoletazo de salida lo ha marcado Canarias. Es lógico por motivos de latitud. El clima es un factor determinante en la madurez de la uva, y nuestras islas al suroeste peninsular siempre son las primeras en arrancar una vendimia que irá subiendo por la península hasta culminar en las zonas situadas más al norte. Muchas de ellas todavía a estas fechas en fase de envero. Cierto es que el cambio climático está adelantando los periodos que hasta ahora habían sido habituales para vendimiar. Unos cambios a los que los viticultores han de adaptarse. El clima marca las labores del campo.

Llegado el momento de cosechar la uva nos encontramos con dos tipos de vendimia. Antaño sólo existía por razones obvias la manual. Con la llegada e introducción de la maquinaria en la labores del campo, la vendimia mecanizada transformará los sistema de cultivo para adaptarse a los nuevas tecnologías. Pero hay ocasiones en la que el tipo de cultivo, el terreno o bien por propia decisión de la bodega, llevan a una recolección de la uva manual. Veamos cómo son estos tipos de vendimia:

Vendimia manual

Es aquella como su propio nombre indica la que se realiza de forma manual. Un trabajo que garantiza que la uva llegue en perfecto estado para su selección en bodega. Para ello se utiliza una espuerta, cesto o capazo que pueden ser de mimbre, esparto o goma. Otra de las opciones elegidas es el uso de cajas de madera o plástico que se llenarán hasta alcanzar un peso aproximado de 20-30 Kg. con ello se evitan problemas de oxidación en caso de escurrirse zumo por rotura o aplastamiento al no ser estancas. La vendimia manual ofrece más garantías al poder seleccionar los racimos desde la viña, a la vez que un perfecto estado a la recepción de la uva, siempre y cuando no se demore su traslado a bodega, un factor determinante para mantener la calidad del fruto. Siendo más costosa al emplear mano de obra, la capacidad de recolección por operario está entre 120-140 Kg./h.

Vendimia mecanizada

Las cosechadoras recorren el viñedo agitando las cepas para la recolección de la uva, y dependerá de la intensidad del agitado la calidad de la misma. Aquí el tiempo juega un factor determinante. Tiempo frente a calidad establecen la decisión a tomar. Una mayor agitación determina una uva de mayor calidad, pero la planta sufre más daños. Por otro lado, un mayor empleo de tiempo reduce calidad, salvaguarda la planta, pero encarece el proceso (mayor tiempo de uso de maquinaria). Este tipo de vendimia reduce costes frente a la manual y es utilizada en viñedos con grandes extensiones. Una uva en su momento óptimo de maduración no puede esperar mucho tiempo en la viña. La premura es un factor determinante en este caso, donde el uso de pequeños remolques agiliza el proceso y garantiza la llegada de la uva en perfecto estado. Este tipo de vendimia ha de ser admitido por el reglamento vigente de la denominación. Una cosechadora puede establecer unos rendimientos entorno a los 12.000 Kg./ h.

Vendimia nocturna

De ambas forma de vendimiar, manual y mecanizada, y ante los problemas que conlleva una vendimia a pleno sol y con altas temperatura, las bodegas están trasladando las horas diurnas para cosechar la uva a la noche. Así, la Vendimia nocturna ofrece varios beneficios como una más baja temperatura donde la actividad enzimática de las uvas es mínima, lo que evita su oxidación y por tanto mantienen todo su potencial. Se evitan pre fermentaciones y se reducen costes de enfriamiento de la uva.

En ocasiones, y por los motivos expuestos (terreno, tipo de cepa, extensión,...etc.), las bodegas no podrán elegir el tipo de vendimia a realizar. En otras, las circunstancias obligarán a realizar el tipo de vendimia según sean estas o bien por imposición de la normativa del consejo regulador. Si existe la posibilidad de decidir, será la bodega la que establezca cuál de ellas realizar en función de sus necesidades, objetivos establecidos o vino a elaborar. En este punto hay que destacar que los vinos producidos de vendimias manuales obtienen mejores resultados de calidad y son más apreciados.

David Manso
Licenciado en Marketing y apasionado del vino.
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