Descubren que los residuos del vino blanco mejoran el color del vino tinto

Investigadores de la Universidad de Sevilla demuestran propiedades en el orujo para mejorar el color de los vinos tintos

Miércoles 06 de Mayo de 2015

Compártelo

Leído › 5720 veces

La investigadora principal del estudio Mª José Jara

Además de utilizarse para elaboración de destilados, como el aguardiente, el orujo (residuos sólidos obtenidos -principalmente- tras la elaboración de vinos y formados por la piel de la uva, las semillas y el raspón o rama de la que cuelgan las uvas) podría ser utilizado también para mejorar la calidad de los vinos tintos.

Así, expertos de la Universidad de Sevilla demuestran que el orujo de la uva blanca Zalema del Condado de Huelva aumenta la estabilidad de los vinos tintos consiguiendo caldos más oscuros, más saturados y con vivos colores azulados. Los resultados del estudio indican también que la reutilización de este residuo potencia además las propiedades antioxidantes y anticancerígenas del vino.

En la actualidad, una eficiente gestión de los residuos derivados de la elaboración y transformación de productos agrícolas y en concreto de los residuos líquidos y sólidos que se generan en la producción del vino, es un requisito necesario para una industria alimentaria sostenible.

Los subproductos de la vinificación poseen una alta carga orgánica, lo que dificulta su degradación biológica. Por otra parte, como la elaboración del vino es una actividad estacional, se genera una acumulación intensiva de los residuos durante un corto período cada año (cosecha de uva), especialmente en regiones de alta producción.

En estas circunstancias, los expertos de la Universidad de Sevilla (US) plantean una solución alternativa para el aprovechamiento y revalorización de estos residuos, reutilizándolos en la industria enológica, lo que implicaría ventajas económicas, sociales y ambientales. Estos compuestos tienen aplicaciones interesantes en el campo de la enología no sólo porque son responsables de las propiedades antioxidantes de los vinos, sino también porque desempeñan un papel crucial en las características organolépticas, como son el color y el aroma.

Los resultados del estudio publicado en Journal of Agricultural and Food Chemistry abren la posibilidad de aplicaciones tecnológicas para la industria del vino basadas en la reutilización de estos subproductos de la vinificación para mejorar la calidad y características biológicas de los vinos tintos, hasta este momento desconocidas.

“Particularmente en los vinos tintos, los compuestos fenólicos incoloros que se extraen del orujo de la uva blanca Zalema de Huelva provocan la estabilización de las formas de color de las antocianinas de este vino tinto mejorando consecuentemente su color”, explica la investigadora Mª José Jara, autora principal del trabajo, quien añade que además se potencian las propiedades antioxidantes y anticancerígenas del vino.

Por otra parte, al incrementar entre un 20 y 30% la estabilidad de los vinos, los caldos jóvenes pueden pasar por barricas de madera para envejecer sin miedo a que se estropeen. Esto incrementaría también su valor y aportaría nuevas estrategias ante el problema de estabilidad con el que se encuentran los viticultores de climas cálidos como el de Andalucía.

El grupo de investigación liderado por el catedrático de la Universidad de Sevilla, Francisco José Heredia, en colaboración con el departamento de Química Analítica de la Facultad de Farmacia, ha desarrollado además el uso de una nueva técnica electroanalítica denominada voltamperometría cíclica, para determinar las propiedades antioxidantes del orujo de la uva Zalema. Así, tras comparar esta con los orujos de otras nueve variedades diferentes de uva blanca en Andalucía, los contenidos de flavonoles fueron significativamente mayores en la uva Zalema.

¿Te gustó el artículo? Compártelo

Leído › 5720 veces