La Comunidad apuesta por el cultivo autóctono para distinguir e impulsar los Vinos de Madrid

La mejora de la calidad de los vinos y su promoción supuso un aumento de exportaciones del 43% en 2013

Madrid

Martes 24 de Junio de 2014

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La Comunidad apuesta por las variedades autóctonas de vid como elemento diferenciador de los Vinos de Madrid frente al resto de denominaciones de origen, según informa el Gobierno regional en una nota.

El Gobierno de la Comunidad entiende que es precisamente esa exclusividad y tipicidad lo que aporta a los vinos el valor añadido para mejorar su calidad y, por tanto, su demanda, cuestiones ambas que tienen traducción directa en términos de creación de empleo.

Atendiendo a esta premisa, el viceconsejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Enrique Ruiz Escudero, presentó este lunes en el hotel NH Eurobuilding de la capital los primeros datos del proyecto que está desarrollando la Comunidad de Madrid para recuperar la variedad Moscatel de grano menudo a través del Instituto Madrileño para la Investigación y el Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA). “Esta iniciativa -dijo Ruiz Escudero- es una muestra más de la clara apuesta que está realizando la Comunidad de Madrid, a través del IMIDRA, para colaborar activamente en la mejora del viñedo madrileño, aumentando la calidad de nuestros vinos, la producción de las viñas y las rentas de los viticultores”.

Con este proyecto, el Gobierno regional responde a una necesidad específica del sector, que precisa de un material vegetal propio y adaptado a las condiciones ambientales de la región madrileña. Hasta ahora, los clones que se comercializaban en Madrid en el caso de la variedad Moscatel de grano menudo eran de origen francés, italiano o del norte de España.

El trabajo del IMIDRA permitirá facilitar a los viveristas, viticultores y bodegueros los clones seleccionados, es decir, aquellos que tras ser sometidos a un exhaustivo estudio presenten las mejores características: que sean de brote tardío para que nos les afecten las heladas y sean resistentes a las enfermedades propias de la variedad. Con ello, el Gobierno regional persigue mejorar los Vinos de Madrid y fomentar la reintroducción de esta variedad, origen de vinos de gran calidad pero que se encuentra en claro riesgo de extinción en Madrid por su vulnerabilidad.

“La oportunidad del sector vitivinícola madrileño radica en la diferenciación y personalización de sus vinos, para lo cual la labor de conservación de las variedades de uva autóctonas resulta un pilar esencial. Sólo de esa manera se podrá optimizar la calidad de las producciones, permitiendo a los vinos de nuestra región diferenciarse del resto de la oferta existente y garantizar la sostenibilidad tanto económica como ambiental del sector, instaurándose como una importante fuente de riqueza y de fijación de la población rural a medio y largo plazo”, explicó el viceconsejero.

El vino como factor de crecimiento

En esta línea de trabajo abunda la iniciativa Madrid Rutas del Vino desarrollada por el Gobierno regional, que en su primer año de andadura ha supuesto un aumento de los visitantes del 13% en las bodegas adheridas al proyecto, cuyas ventas subieron también un 6%. “No obstante –dijo Ruiz Escudero- se trata de un dato que debe servirnos únicamente como referencia para seguir mejorando un proyecto que debe redundar en beneficio para los bodegueros pero que al mismo tiempo debe convertir al vino en motor de dinamización y de crecimiento para todo el medio rural, en la medida en que deben ser los vecinos de estas localidades quienes provean las demandas y necesidades de aquellos que acuden a sus municipios atraídos por el sabor de los Vinos de Madrid”.

La Denominación de Origen Vinos de Madrid abarca 8.391 hectáreas distribuidas en 58 municipios en tres subzonas: Navalcarnero, Arganda y San Martín de Valdeiglesias. El aumento de la calidad y la intensa labor de promoción desarrollada por el sector junto con la Comunidad de Madrid permitió que el año pasado las exportaciones rompieran la barrera del millón de botellas, lo que supuso un incremento próximo al 43%. De las 16 variedades autorizadas en la Comunidad de Madrid, ocho son de cultivo tradicional en la región, tres son de otras regiones españolas y tres son de origen francés.

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