Javier de Santiago: “Cuatro de cada diez botellas de cava elaboradas en el mercado español son ligeras”

El director de mercado de Cavas y Espumosos de Verallia España considera un éxito la implantación de la línea ECOVA, que alcanza el 40% en los cavas y el 80% en los espumosos

Carmen Fernández

Jueves 19 de Diciembre de 2013

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En apariencia el inmovilismo reina en el mercado de los envases para cavas y espumosos; pero Verallia demuestra que tras una botella de este tipo hay un importante trabajo de mejora de sus prestaciones y adaptación a las necesidades del mercado. El aligeramiento de los envases de su línea Ecova es una de las ventajas en las que la compañía ha demostrado su capacidad de liderazgo e innovación en este sector. Hablamos con el director de mercado de Cavas y Espumosos de Verallia España, Javier de Santiago, quien afirma que "es todo un éxito que cuatro de cada 10 botellas de cava que se elaboran sean Ecova". Un éxito mayor si hablamos del mercado del espumoso, en el que el 80% de las botellas pertenecen a esta línea.

¿El mercado del envase del cava ha evolucionado o estamos frente a un envase prácticamente invariable a lo largo del tiempo?

En cuanto al diseño del envase no ha variado sustancialmente, pero sí ha habido una evolución en lo que se refiere a las prestaciones. Hay cinco puntos claves que han cambiado en este sentido, especialmente en los últimos cinco años: el aligeramiento del envase, que nos ha permitido pasar en las botellas de cava de 900gr a 800gr. Hemos incrementado la resistencia interna de la botella, algo muy importante para el cava, que debe soportar entre 12 y 14 kilos de presión. En cuanto a la resistencia al choque mecánico, garantizamos una resistencia para líneas de llenado actuales, que procesan más de 20.000 botellas en una hora. Además, incorporamos tratamientos superficiales que permiten posteriores aplicaciones -pintura, serigrafía o decoración-. Sin olvidar nuestra apuesta por la diversificación de colores, entre los que destacan los de nueva creación como el negro, el azul cobalto (exclusivo de Verallia) o el canela.

Una de las máximas de Verallia ha sido siempre fomentar la sostenibilidad a través de gamas como Ecova. ¿Cuáles son las ventajas de esta línea frente a las tradicionales?

Con nuestra línea Ecova (ecología + valor) reducimos nuestro consumo energético y hemos descendido en un 14% las emisiones de CO2 frente a los modelos tradicionales. Pero lo que más valoran nuestros clientes es la reducción en el peso del envío. Teniendo en cuenta que las exportaciones han crecido en los últimos años, el ahorro que obtienen es considerable. Actualmente el 40% del total de cavas que se elaboran anualmente se embotellan en botellas ligeras; en un mercado tan poco innovador como el del cava esto es todo un éxito, más si tenemos en cuenta que llevamos solo cinco años con esta línea. Este porcentaje se incrementa hasta el 80% en los espumosos, un producto más flexible a la hora de usar estos envases. Y no debemos olvidar que la reducción de peso es una ventaja importante no solo para el embotellador sino también para el consumidor final.

¿Detecta en los clientes esa concienciación hacia la sostenibilidad? ¿Acuden a Verallia precisamente por esta apuesta?

Una de nuestras fortalezas es la localización de nuestra fábrica de Montblanc (Tarragona), situada a 40 minutos del 98% del mercado del cava. Así, la botella viaja poco y reducimos la huella de carbono, hecho que el cliente aprecia ya que trabaja en la misma línea de sostenibilidad.

El cliente ¿se deja asesorar o cuando llega a ustedes ya tiene claramente desarrollada la idea del producto final?

El cliente se deja asesorar por nuestros expertos en diseño. El vidrio sigue siendo el gran desconocido y por ello, quien acude a nosotros lo hace sabiendo que somos la referencia en cuanto a innovación. Disponemos de un amplio catálogo de modelos estándar y además desarrollamos modelos personalizados para nuestros clientes.

¿Cómo es el proceso de desarrollo de un diseño de envase nuevo?

Desde que el cliente tiene una idea, un boceto, lo primero que hacemos en convertirlo en un plano maqueta susceptible de hacer un molde. A partir de ahí, preparamos una maqueta en resina para que el cliente pueda verla y tocarla. Si le gusta, realizamos un molde de ensayo y fabricamos la botella en vidrio. Nuestro plazo de desarrollo desde la idea hasta la fabricación es de 8 semanas aproximadamente.

¿Los mercados exteriores demandan envases diferentes o con características que obligan a cambiar las botellas?

Demandan botellas ligeras, tratamientos especiales que aumenten su resistencia y envases que lleven rebaje de etiqueta -es decir, que la base de la botella tenga un rebaje para que la etiqueta quede un poco hundida y evite que se rocen entre ellas-. En España solo se consume el 20% de lo que se elabora. El peso de estas necesidades es cada vez más importante.

¿Y en cuanto a formatos y tipos de cierre?

Cada año añadimos a nuestro catálogo nuevos modelos. Ahora tenemos cinco nuevos envases, tres para el cava -Seducción, Celeste y Eolo- y dos para espumosos -Alienor y Donna-, que se ajustan bastante a los estándares pedidos por el cliente. Entre los espumosos detectamos cierto crecimiento. Desde el punto de vista del cierre, aunque tenemos una gama con rosca para el exterior, apenas hay demanda. Pero para el cava sería impensable. Supondría cargarse de un plumazo el descorche festivo de un tapón, todo el glamour y el ceremonial.

Observamos en el mercado que las bebidas premium siguen creciendo a pesar de la crisis, ¿tiene Verallia algún formato desarrollado para este mercado?

Es un mercado en crecimiento. Para él hemos lanzado Selective Line, que ofrece un nivel muy alto de calidad y está concebida para fabricaciones cortas, a partir de 20.000 unidades.

Carmen Fernández
Licenciada en CC de la Información y especializada en enogastronomía y turismo
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