El vino italiano bate récords de exportación con 8.136 millones de euros pese a los nuevos aranceles en Estados Unidos

Jueves 13 de Noviembre de 2025

El enoturismo crece un 11% y genera 3.000 millones de euros mientras el sector apuesta por sostenibilidad e innovación

El vino italiano ha registrado un aumento en sus exportaciones durante el último año, alcanzando los 8.136 millones de euros en 2024, lo que supone un incremento del 5,5% respecto al año anterior. En términos de volumen, Italia ha enviado al extranjero 21,7 millones de hectolitros, manteniéndose como el primer exportador mundial por cantidad y el segundo por valor, solo por detrás de Francia. Estos datos proceden del informe “Vino italiano y mercados internacionales: competitividad, enoturismo y nuevas estrategias de adaptación”, elaborado por Valerio Mancini, director del Centro de Investigación de Rome Business School.

La producción italiana también ha mostrado signos de recuperación tras la caída sufrida en 2023. En 2024 se han producido 48 millones de hectolitros, un 13% más que el año anterior, volviendo a situarse en la media de la última década. El consumo interno se mantiene estable, con una media anual de 37,8 litros por persona y un total de 8,5 millones de consumidores diarios.

El informe señala que el sector atraviesa una etapa compleja. Por un lado, los datos históricos refuerzan la posición internacional del vino italiano; por otro, la introducción de nuevos aranceles estadounidenses del 15% desde agosto afecta a las exportaciones hacia Estados Unidos, principal mercado para Italia con casi 2.000 millones de euros en importaciones y un crecimiento del 10,2% en 2024. Estos aranceles pueden poner en riesgo más de 300 millones de euros anuales y afectan especialmente a productos como Prosecco, Pinot Grigio y vinos tintos toscanos.

Las bodegas italianas están adaptando sus estrategias para hacer frente a esta situación. Muchas empresas están orientando sus ventas hacia Canadá (donde las exportaciones crecieron un 15,3% en 2024), Rusia (+40%), América Latina y Asia. Además, el comercio electrónico gana peso y se espera que alcance los 6.700 millones de dólares a nivel internacional en 2025. Las bodegas también trabajan en la reducción de costes, mejoras logísticas y uso de envases más ligeros. La tecnología tiene cada vez más importancia en la gestión comercial y el marketing.

Italia cuenta con unos 720.000 hectáreas dedicadas al viñedo, lo que representa el 10% del total mundial. Junto a España y Francia lidera la superficie cultivada según la Organización Internacional de la Viña y el Vino. Sin embargo, factores climáticos como vendimias adelantadas o estrés hídrico están modificando las condiciones tradicionales y favorecen la introducción de variedades resistentes y prácticas agrícolas regenerativas.

En sostenibilidad, Italia ocupa una posición preferente en Europa con 133.000 hectáreas certificadas como ecológicas (el 23% del viñedo nacional), con cifras superiores al 40% en regiones como Toscana o Sicilia.

El consumo interno muestra una tendencia hacia una menor cantidad pero mayor calidad. En 2024 el 55,1% de los italianos mayores de once años declaró consumir vino; sin embargo, solo el 29% lo hace a diario. Los vinos blancos, rosados y espumosos ganan terreno frente a los tintos estructurados, sobre todo entre los jóvenes que buscan estilos frescos y menor graduación alcohólica. El segmento sin alcohol o bajo en alcohol sigue siendo minoritario (0,7% del volumen), pero crece rápidamente con previsiones positivas hasta 2029.

En cuanto a las exportaciones por tipo de producto, los vinos con denominación de origen protegida representaron el 68% del valor total exportado en 2024. Los espumosos supusieron el 29%, impulsados principalmente por el Prosecco DOC que ha incrementado sus ventas en Estados Unidos un 17% durante ese año.

El sector premium también muestra fortaleza: el índice “Italy 100”, que mide la evolución de las principales marcas italianas de vinos finos, fue uno de los pocos que registró resultados positivos (+0,6%) a comienzos de este año pese a la corrección internacional del segmento. Italia obtuvo además 138 medallas en los Decanter World Wine Awards este año.

El enoturismo se consolida como uno de los motores económicos del sector vitivinícola italiano. En 2024 generó cerca de 3.000 millones de euros y atrajo a más de quince millones de visitantes, un aumento del 11% respecto al año anterior según ISMEA. El gasto medio del turista vinculado al vino es un 35% superior al del turista tradicional debido a su interés por experiencias completas que incluyen catas guiadas, gastronomía local y visitas culturales. Zonas históricas como Chianti o Langhe siguen siendo referencia pero surgen nuevos destinos como Badesi en Cerdeña.

La digitalización y la innovación tecnológica refuerzan la conexión entre bodegas y visitantes nacionales e internacionales. Según Valerio Mancini, el futuro del vino italiano dependerá tanto de su capacidad para innovar como para mantener su identidad propia y consolidar su presencia tanto en mercados tradicionales como emergentes mediante sostenibilidad y digitalización.

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