Ángel Marqués de Ávila
Miércoles 24 de Septiembre de 2025
La bodega Alonso del Yerro, tiene su nacimiento en el 2002 en el seno de una familia entusiasta, soñadora e ilusionada con los viñedos y el vino. Esta historia es la misma que compartimos cada uno de los miembros de la familia Alonso del Yerro desde que, en el año 2002, decidiéramos dejar Madrid para comprar 26 hectáreas de viñedo de tempranillo plantado hacía 15 años e instalarnos en la Finca Santa Marta en Roa, Burgos. Fue entonces cuando comenzamos nuestro sueño.
La historia de la bodega no es sólo la protagonizada por sus fundadores, Javier y María, sino la de muchas otras personas alrededor del matrimonio. Un ejemplo de ello es el nombre de cada una de las parcelas que conforman las fincas Alonso del Yerro, los nombres de sus hijos: Santa Marta, Quinto de Pedro, Pago de los Mayores (Miguel, María, Fátima) y Viña Montserrat, en honor a la madre de Javier.
La finca de Santa Marta no es solo la parcela donde empezó el proyecto, si no que es el lugar donde se construyó la casa familiar; donde, según me cuentan se llevan a cabo los grandes momentos entre familia, visitantes y amigos y donde cada día siguen luchando por un proyecto fundamentado en el respeto por el entorno, el valor de la amistad, el amor por la familia y la pasión por la excelencia. En este sentido, nos comentan los responsables de esta bodega al unisonó que , "Contábamos con algo importante desde el principio, la ambición de conseguir que nuestros vinos fueran en un futuro los mejores de la Ribera del Duero. Y, para ello, sabíamos que teníamos que buscar a los mejores".
para ello, nos dice María del Yerro co-fundadora del proyecto, y junto con su hijo miguel, además de llevar la comunicación y RRPP, esta al frente de la bodega, " somos conscientes de que para conseguir el mejor vino debemos rodearnos del mejor equipo, y nos pusimos manos a la obra y a si contamos desde el inicio con el asesoramiento de Stéphane Derenoncourt, una persona cercana y enamorada de las viñas. Fuimos a presentarle nuestro proyecto a St. Emilion y, cuando vio que la calidad del suelo era la adecuada para elaborar el vino que queríamos, un gran vino, decidió embarcarse en el proyecto: su primera bodega fuera de Francia".
El terroir es uno de los elementos más importantes para la creación de nuestros vinos, nos comenta . Por ello, y aconsejados por Stéphane, decidimos ponernos en contacto con Claude Bourguignon, una auténtica eminencia en el mundo del vino quien, durante 4 años, analizaría el suelo de las parcelas en un estudio tan minucioso como meticuloso y completo, ayudándonos a alcanzar nuestro gran objetivo: convertir la marca Alonso del Yerro en una de las mejores de la Ribera del Duero.
En esta bodega Alonso del Yerro, en cada instante de la conversación nos dicen que están muy orgullosos de poder llamar familia a "nuestros equipos". Siempre guiados por valores como el compañerismo, el respeto por el entorno y la búsqueda de la excelencia. Nuestro equipo se esfuerza año tras año para ofrecer un producto de la máxima calidad obtenido a partir del cuidado y mimo de nuestros viñedos.
El término terroir, o terruño, es un concepto antiguo. Según la Guía Hachette de los Vinos de Francia, se define como "un ecosistema que resulta de la asociación, en un lugar dado, de un tipo de tierra, una topografía, un suelo, un clima, una planta y las personas que allí trabajan".
La filosofía de trabajo de esta bodega basada en preservar ese terroir: una concepción de la agricultura que considera globalmente el entorno de la planta: suelo, microclima y ecosistema. De este modo, respetamos la cadena esencial de los factores que determinan la expresión del terroir.
En todas las fincas de Viñedos Alonso del Yerro, las labores agrícolas son realizadas a mano, exclusivamente por nuestro personal. En los viñedos prescindimos de productos de síntesis; el único aporte es un compost elaborado por nosotros mismos.
"La tipicidad, el carácter de la zona y de la variedad es lo que todos deberíamos intentar respetar al máximo."
Sus vinos son incomparables justamente por eso: porque están elaborados siguiendo un meticuloso proceso orientado a preservar la personalidad del terroir. Y esto no sólo se consigue protegiendo el entorno de la planta, sino también observando la calidad que ofrecen cada año los distintos suelos, realizando vinificaciones respetuosas y combinando los vinos procedentes de las distintas parcelas para alcanzar el equilibrio antes de que se inicie el proceso de la crianza en barricas.
En Viñedos Alonso del Yerro (Roa, Burgos) disponen de 26 hectáreas de viñedo con cepas de la variedad tempranillo plantadas en 1989.
El viñedo se encuentra a una altitud de entre 800 y 840 m., con un marco de plantación de 2.850 cepas por hectárea. Todo el viñedo está conducido en espaldera y tiene un rendimiento de 30 hectolitros por hectárea.
En la Finca Miguel (Morales de Toro, Zamora), disponen de 8,80 hectáreas de viñedo, con cepas de la variedad tinta de Toro plantadas entre 1930 y 1988.
El viñedo se encuentra a una altitud media de 700 metros sobre el nivel del mar, con un marco de plantación de 750 cepas por hectáreas. Todo el viñedo está plantado en vaso y tiene un rendimiento de 1,5 kilogramo por cepa.
MARÍA Alonso del Yerro
Tinto crianza de D.O. Ribera Del Duero, es el vino más representativo de Viñedos Alonso del Yerro. El perfil y la complejidad del tempranillo, con la frescura y concentración propios de la añada. Elaborado a partir de una selección de uvas de la variedad tempranillo en los privilegiados viñedos de la finca Santa Marta, con gran diversidad de suelos. Alonso del Yerro es un vino muy aromático, goloso, fresco y equilibrado.
Intenso color rojo picota, con visos de color violeta, azul y morado en superficie. En nariz de gusto penetrante, marcado principalmente por frutas rojas maduras que se funden con los tostados de la crianza. También se perciben notas especiadas (regaliz). En boca fruta roja, madura y fresca a la vez, textura ligeramente áspera, aportada por la crianza en barricas. Taninos redondos y suaves, paso por boca voluminoso, con una agilidad que deriva en un final largo y persistente.
El suelo del viñedo de esta propiedad es calcáreos, de arcilla roja con superficies de gravas arenosas, situados a más de 800 metros de altitud. Clima contrastado de influencia continental. Trabajo parcelario preciso en el viñedo para expresar todas las virtudes de nuestros terruños y reflejarla en los vinos.
Paydos
En Toro, la excelencia de Viñedos Alonso Del Yerro se convierte en Paydos. La expresión pura del carácter y la raza de la tinta de Toro en sus viñedos más privilegiados, que surge de de una selección de parcelas con suelos arcillo-calcáreos y graníticos, generando un vino redondo, lleno de energía y profundidad. Proviene de vasos de Tinta de Toro de 80 años, de una de las mejores zonas de Morales de Toro. Vendimiado a mano para una producción exclusiva de solo 5.000 botellas.
Color muy profundo, tinto de rojo intenso, en nariz es penetrante a aromas de frambuesas y moras recién maduras, afrutados de gran agrupación. Se percibe también almíbar de fresa, cacao puro y toques florales. En boca despliega su disposición con mucha solidez. Expresivo, potente, de sabor hondo. Taninos suavizados, con poca acidez y notas frutales.
Donde está ubicado este viñedo es un llano de decrépito arenoso con arcilla roja, situado a 720 metros de altitud. La viña de pie franco tiene unos 80 años y está plantada en vaso. La zona es de clima continental con temperaturas extremas, gran amplitud térmica y una pluviometría de unos 400 mm al año.