Viernes 11 de Abril de 2025
El comercio mundial de vino cerró el año 2024 con un crecimiento del 1,4% en volumen, alcanzando los 9.961,2 millones de litros, según datos de aduanas recopilados y analizados por la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE). Este incremento pone fin a dos años consecutivos de caídas en las cantidades exportadas. Sin embargo, el valor total de las exportaciones se redujo un 0,3%, situándose en 35.981 millones de euros. A pesar de esta leve bajada, se trata del tercer mayor registro histórico, solo por detrás de los años 2022 y 2023.
El precio medio por litro descendió un 1,6%, hasta los 3,61 euros. Esta caída se explica por una combinación de factores que afectan tanto a la oferta como a la demanda internacional. Entre ellos figuran la inflación en algunos mercados importadores, la reducción del consumo en ciertos países europeos y las tensiones logísticas que aún persisten tras la pandemia.
Desde el año 2000, el comercio mundial de vino ha mostrado una evolución positiva tanto en volumen como en valor. En estos 24 años, el volumen exportado ha pasado de 6.057 a 9.961 millones de litros, mientras que el valor ha crecido desde los 13.756 hasta los actuales 35.981 millones de euros. Esto supone un crecimiento medio anual del 2,1% en volumen y del 4,1% en valor. El precio medio por litro ha aumentado en ese periodo desde los 2,27 hasta los actuales 3,61 euros.
En cuanto al comportamiento mensual durante el año pasado, el valor del comercio creció en febrero, abril y durante los últimos cuatro meses del año. En cambio, el volumen cayó en marzo, mayo, junio y agosto. Diciembre cerró con cifras estables respecto al mes anterior. El precio medio solo subió en julio, septiembre, octubre y diciembre.
Por tipo de producto, los vinos a granel fueron los que más crecieron tanto en volumen (+5%) como en valor (+10%). También aumentaron las exportaciones de vinos espumosos en volumen (+0,4%) y las de vinos envasados en valor (+0,2%). El precio medio subió tanto para los vinos a granel como para los vinos envasados.
La evolución positiva del comercio mundial de vino entre los años 2021 y 2022 estuvo impulsada por la recuperación económica tras la pandemia y por una fuerte demanda internacional. Sin embargo, el año 2023 marcó un cambio de tendencia con una caída generalizada del consumo y una mayor presión sobre los precios debido al aumento de costes logísticos y energéticos.
En este escenario incierto para el sector vitivinícola internacional, el leve repunte del volumen exportado durante 2024 puede interpretarse como una señal de estabilización. No obstante, la pérdida de valor refleja que muchos operadores han tenido que ajustar precios para mantener su presencia en los mercados exteriores.
Los datos analizados por la OIVE muestran también que los vinos con mayor valor añadido —como los espumosos— han contribuido al aumento del precio medio a largo plazo. Este tipo de productos ha ganado peso dentro del conjunto total exportado desde comienzos del siglo XXI.
El informe no detalla qué países han liderado las exportaciones o importaciones durante este periodo ni cómo ha sido el comportamiento específico por regiones geográficas. Tampoco se especifica si las variaciones observadas responden a cambios estructurales o coyunturales dentro del mercado internacional.
A pesar de las dificultades económicas y comerciales que afectan al sector vitivinícola mundial desde hace varios años, el comercio internacional sigue mostrando capacidad para adaptarse a nuevas condiciones. La evolución registrada durante 2024 confirma que existe una base sólida sobre la que seguir trabajando para mantener e incluso mejorar la posición del vino en los mercados internacionales.