Gran Vía 18, el templo de la carne en el corazón de Madrid

Brasas de encina, cortes nobles y un diseño que conquista en las dos últimas plantas de WOW Concept

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Lunes 15 de Diciembre de 2025

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En pleno pulso de la Gran Vía madrileña, Gran Vía 18 se erige como la dirección favorita de los amantes de la carne. Más que un restaurante, es un santuario para quienes saben apreciar la excelencia cárnica: maduraciones de hasta 150 días, brasas de encina y una técnica precisa bajo la mirada experta del chef Jairo Jiménez. Estos meses de frío, la propuesta de cortes nobles es más seductora que nunca, pensada para quienes buscan experiencias gastronómicas intensas y memorables.

Ubicado en las dos últimas plantas de WOW Concept, Gran Vía 18 despliega más de 1.000 m² de diseño retrofuturista. Cada rincón respira sofisticación: mobiliario de autor, líneas limpias y vistas privilegiadas sobre la arteria más icónica de Madrid. Un escenario que hace justicia a una cocina que no deja nada al azar, y que además ofrece un lugar perfecto para descansar mientras se disfruta de la decoración navideña de la ciudad, tan mágica como elegante.

Aquí, las brasas no son un simple recurso visual: son el corazón del restaurante. Desde calçots y puerros hasta pulpo y pescados nobles, todo se cocina con carbón de encina, cuya combustión lenta aporta un aroma ahumado característico, carameliza el exterior sin secar el interior y deja en cada bocado un sello inconfundible. Pero es en la carne donde la parrilla alcanza su máxima expresión: cortes seleccionados, madurados a la perfección y cocinados con un dominio absoluto del punto, que se traduce en jugosidad y sabor memorables.

Entre las estrellas del otoño destacan el lomo alto de vaca Holstein de seis años y 150 días de maduración, la chuleta de vaca vieja Simmental de 80 días, el cañón de buey madurado 90 días, o el vacío de vaca, ideales para compartir y disfrutar con calma. A ellos se suman otros clásicos como el lomo bajo de vaca vieja frisona, la entraña de añojo nacional, el t-bone trinchado o el secreto 100% ibérico de bellota con mojo negro canario. Para los más tradicionales, un steak tartar de vaca vieja madurada con yema a baja temperatura y pan brioche combina técnica y creatividad en un solo plato.

La propuesta se completa con guarniciones sencillas pero impecables: boniato frito, patatas baby asadas con mantequilla y romero, patatas fritas hojaldradas, ensaladas frescas con vinagreta cítrica, pimientos rojos asados y pimientos de Padrón, perfectos para acompañar y no eclipsar la estrella del menú: la carne.

Gran Vía 18 ocupa un edificio con historia: el antiguo Hotel Roma, uno de los primeros en abrir en la Gran Vía en 1915. Hoy, sus dos últimas plantas se transforman en un dúplex gastronómico donde conviven salones acogedores, mesas privadas, un estudio de grabación con vinilos y un rooftop con doble terraza que ofrece vistas inigualables de Madrid. Un espacio versátil donde cada visita se adapta a la ocasión: desde comidas de trabajo hasta cenas románticas o celebraciones especiales.

Con su combinación de diseño, técnica y producto, Gran Vía 18 no solo redefine la experiencia de la carne a la brasa en Madrid, sino que confirma que, cuando la excelencia se encuentra con la pasión, cada comida se convierte en un recuerdo imborrable, mientras se disfruta de la magia navideña de la ciudad desde un lugar privilegiado.

Un artículo de Laia Acebes
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