Miércoles 06 de Noviembre de 2024
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La bodega de Constantina Sotelo se encuentra ubicada en una casa de piedra construida a finales de 1750 en la localidad de Cambados a las puertas del Atlántico. Una bodega donde sus ancestros ya elaboraban las primeras añadas de vino y donde a día de hoy se siguen elaborando vinos con la misma pasión como si fuera su primera añada.
Se trata de una bodega que en su nuevo proyecto elabora todo fuera de D.O., nos dice David Bugallo Sotelo, miembro de la familia y la persona encargada entre otras muchas funciones de explicarnos el proyecto familiar, que "a pesar de tener muchas parcelas de albariño, no podemos indicarlo en las etiquetas y tampoco en fichas técnicas, ya que en realidad solo elaboramos vino de mesa con la legislación actual.
Nos cuenta que "su madre Constantina Sotelo es la novena generación elaborando vino, yo formo parte de la décima pero aun soy un becario y espero que mis hijas continúen con la undécima".
David nos indica que "todo esto lo sabemos porque actualmente tenemos documentado la herencia de los lagares de nuestra casa en el año 1758. También sabemos que en el siglo XVIII existían parras, no viñedos, si no emparrados en aquella época, porque esto parece que es de ahora, y en cambio lleva existiendo más de dos siglos".
Y nos añade, "pero poco a poco vamos descubriendo cosas nuevas, pero ya sabes que la documentación antigua es muy tediosa y frágil a la hora de manipularla por lo que poco a poco vamos descubriendo más cosas y ojalá, podamos conocer que personas elaboraron vino anteriores a la fecha de herencia de lagar de piedra".
Nuestra historia del vino, como en muchas casas existió siempre para consumo propio, ya que el vino en nuestra casa siempre se consideró fundamental en las comidas, como un alimento más.
Desde los principios del 1900 hasta la actualidad nuestra familia vivió elaborando vino en barricas de castaño, que las mismas eran embotelladas para diferentes clientes particulares, ubicados principalmente en la zona de O Morrazo y Vigo. Yo que nací en el 1987 aun tengo muy buenos recuerdos de los embotellados en casa, ya que vivimos siempre en una pequeña aldea Castrelo y cuando venían a embotellar el vino siempre traían pan, conservas y comida para comer todos juntos después de embotellar. Algunas veces incluso se comía y se cenaba ya que se se seguía embotellando por la tarde. Para mí eso era una gran fiesta, y me trae grandes recuerdos. Pero continúo....
En los años 80-90 mi abuela Sara y Constantina también vivieron de vender cepas "baixas", ya que en los 80 fue el boom del albariño y se necesitaban cepas para nuevas plantaciones, principalmente nuestras cepas fueron vendidas para la zona de O Rosal y Salvaterra do Miño.
Y en un momento de la conversación me habla de la filósofia de la bodega , diciéndome que "poco a poco el albariño fue ganando espacio en el mercado comercial, y poco a poco nuestras ventas de vino de casa fueron cayendo, ya que desgraciadamente se le da más valor a productos comerciales que a los elaborados en casa, e incluso a día de hoy sigue ocurriendo en casa de algún vecino que te ofrece antes un vino comercial que uno de casa, creyendo que el que elaboran en casa es de menor calidad que uno etiquetado, pero bueno espero que esto cambie poco a poco, para no perder esa cultura familiar dedicada al vino".
Y me amplía comentándome que en su caso no ocurrió esta circunstancia, y fue en el año 1999 su madre Constantina Sotelo, quien inició el proyecto etiquetando por primera vez los vinos que elaborábamos en casa. Empezamos con la D.O. Rias Baixas y durante esos comienzos fueron fantásticos en lo que las ventas se refieren, pero poco a poco descubrimos que la denominación no es flexible y algunos de los vinos que elaboramos no pasaban cata. Además llegó la crisis y mis padres se reinventaron creando una Taberna Furancho llamada Taberna Balada donde vender su propio vino, y fue ahí donde descubrimos que el vino que elaborábamos en casa se llamaba "Vino Natural", ese vino que fermenta de forma espontánea sólo con levaduras autóctonas, sin desfangados, sin filtrados, sin estabilización, sin sulfitos y sin nada que no fuese uva podía etiquetarse. Entonces encontramos de nuevo nuestro lugar, el que nunca debimos abandonar, volviendo a elaborar nuestros vinos sin ataduras.
Y aquí estamos a día de hoy, con presencia en más de 20 países desde Oceanía hasta América, una pequeña bodega cuya producción oscila entre las 6000 y las 30000 botellas, donde todo depende de la añada, ya que la climatología y el mildiu es implacable en nuestra zona. Este año 2024 hemos perdido un 70% de toda la producción por ataque del mildiu, pero bueno aqui seguimos luchando, para que todo ese conocimiento y experiencia no se quede en el olvido.
Actualmente elaboramos 24 vinos, estas elaboraciones dependen mucho de la añada y de las parcelas :
ALBARIÑOS
Todos los vinos se embotellan sin haber sido estabilizados, filtrados, y sin dióxido de azufre añadido.
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