Un vino que cose historias, sabor y tradición

El vino, al igual que una costura, es un arte en sí mismo, un proceso minucioso donde cada detalle cuenta, y cada puntada puede transformar una prenda en una obra maestra. En Hilo Negro, cada etiqueta además de inspirarse en la tierra fértil del Valle de Guadalupe, se inspira en las técnicas de costura que, al igual que el buen vino, tejen historias de delicadeza, pasión y tiempo. Los vinos de Hilo Negro son un tributo a estas técnicas de costura, cada uno nombrado como una puntada que guarda en su esencia la elegancia y complejidad de su confección.

Invisible: La elegancia discreta del Sauvignon Blanc

Así como la puntada invisible se oculta entre las telas, aportando firmeza sin exhibirse, el vino Invisible de Hilo Negro destaca por su sutileza. Este blanco, con tonos pálidos y destellos verdes, se despliega con aromas cítricos de pomelo y manzana verde. Su acidez y frescura, como una costura bien hecha, equilibran el paladar y dejan una huella apenas perceptible, pero inolvidable. Como en los trajes de alta costura que emplean esta puntada invisible, este vino encuentra su lugar en aquellos momentos donde el refinamiento está en los detalles más discretos. Ideal para maridar con pastas ligeras y pescados, este vino invita a ser descubierto lentamente, como una costura que solo un ojo entrenado puede apreciar.

Tricot: El arte del movimiento en el Rosado

El vino Tricot, de color fresa y notas frescas de cerezas y flores, es un homenaje al tejido que zigzaguea con ritmo y flexibilidad. Al igual que la costura, este rosado muestra su versatilidad y frescura desde el primer sorbo, con una acidez perfectamente equilibrada. Así como el tricot permite la creación de mallas resistentes y elegantes, este vino primitivo combina ligereza con profundidad, siendo ideal para ensaladas, mariscos o pastas ligeras. Con cada sorbo, este vino parece tejer una red de sabores que se entrelazan armoniosamente, como si cada hilo encontrará su lugar en una obra textil única.

Escala: Vino y artesanía en equilibrio
Así como una puntada decorativa añade detalles minuciosos a una prenda, el vino Escala es una obra de precisión y equilibrio. Con un color rojo brillante y aromas de moras y flores que danzan en la copa, este Syrah revela en boca suaves taninos que, como una puntada bien definida, integran perfectamente sabores de caramelo y vainilla. Los 24 meses de crianza en barricas de roble francés son como el proceso de ajuste en una máquina de coser, donde cada detalle está cuidadosamente controlado para lograr un producto impecable. Es un vino que, con la misma dedicación que en la costura, realza cualquier ocasión cuando se combina con quesos maduros, carnes asadas y pastas sustanciosas.

Ribeteado Magnum: Precisión y carácter
Tal como el ribete aporta un acabado distintivo a una prenda, el Ribeteado Magnum añade un toque de sofisticación a la experiencia vinícola. Este Cabernet Sauvignon, con su profundo color rojo cereza y aromas intensos de cedro, menta y especias, es un vino que envuelve los sentidos con la misma atención al detalle que requiere coser un ribete. En boca, sus sabores de grosella y frutos negros se despliegan lentamente, con un sutil toque de roble que resalta, como si se tratara de la fina terminación de una costura bien elaborada. Cada botella de este vino, como una pieza cuidadosamente ribeteada, es única, con una producción limitada de aproximadamente 546 botellas anuales, haciendo de cada sorbo una experiencia inigualable.

Nido de Abeja: Complejidad y simetría en el tinto primitivo

El vino Nido de Abeja, un tinto de color rojo intenso, es un tributo a la puntada que crea patrones simétricos y repetidos, evocando un panal de abejas. Este primitivo, con notas de frambuesa, grosella y especias como la canela y la pimienta, ofrece una estructura robusta pero suave, con taninos elegantes y un final persistente. Así como la costura de nido de abeja ha sido una técnica apreciada por su belleza y funcionalidad durante siglos, este vino es una obra maestra que equilibra complejidad y estructura. Perfecto para acompañar cortes a la parrilla y quesos maduros, cada copa revela la precisión y arte de esta costura vinícola.

Ricrac: Decoración y equilibrio en una mezcla de Cabernet, Syrah y Nebbiolo

El Ricrac, un vino tinto que combina las uvas Cabernet Sauvignon, Syrah y Nebbiolo, evoca la decoración única de la puntada que lleva su nombre. Este vino, con aromas profundos de frutas rojas y especias, es aterciopelado y de largo final. Como el ricrac, que puede embellecer y añadir textura a una prenda, este vino resalta por su elegancia y equilibrio, perfecto para quienes buscan un vino estructurado pero suave. Su maridaje ideal con platos de cocina mexicana lo convierte en una pieza clave para resaltar los sabores más tradicionales.

Zigzag: La Versatilidad Atemporal del Nebbiolo y Syrah

La puntada Zigzag, versátil y útil tanto en aplicaciones decorativas como funcionales, encuentra su equivalente perfecto en el vino Zigzag de Hilo Negro. Este tinto de Nebbiolo y Syrah, con su profundo color rojo y notas de cerezas, frambuesas y especias como el té negro, es tan complejo como la técnica de costura que lo inspira. Su añejamiento en barricas de roble francés y americano le confiere notas de chocolate y café, mientras que su textura aterciopelada y persistente en boca lo convierten en un vino perfecto para carnes rojas, especialmente cerdo y cordero. Al igual que el zigzag, este vino aporta una solución versátil y atemporal a cualquier mesa.

En Hilo Negro, cada vino es una creación cuidadosamente hilada con la misma precisión y amor que una prenda hecha a mano. Así como cada costura tiene su propio propósito y belleza, cada etiqueta de Hilo Negro ofrece una experiencia única que transforma cada ocasión en un momento memorable. La próxima vez que descorches una botella, recuerda: estás disfrutando de un hilo de historia, sabor y tradición. Un brindis por el arte de coser y de vinificar, dos mundos que, al unirse, crean una experiencia sublime.

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Sobre Hilo Negro

Hilo Negro, ubicado en el Valle de Guadalupe, es un destacado viñedo mexicano reconocido por su dedicación a la calidad y la innovación en la producción de vinos. Fundado hace más de una década por un grupo visionario, ha alcanzado renombre internacional por sus vinos que capturan la esencia del valle. Dirigido por el enólogo Daniel Lonnberg, Hilo Negro ha sido galardonado en concursos prestigiosos y es un líder en la escena vinícola global. Más que un viñedo, ofrece una experiencia sensorial completa con su sala de degustación, restaurantes de alta cocina y como destino para eventos especiales, destacándose por su lujo y autenticidad en cada detalle.