Bodegas Sei Solo, homenaje póstumo a un visionario del vino

Un hombre cuya visión y pasión transformaron el mundo del vino

Miércoles 24 de Enero de 2024

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Este año que acabamos de inaugurar y con él, el primer aniversario del fallecimiento de Javier Zaccagnini, un hombre cuya visión y pasión transformaron el mundo del vino. En honor a su legado, su hijo al mando de Bodegas Sei Solo, junto con su esposa María, ha decidido dar a conocer la elaboración única de Javier: Ciaccona, un vino que no solo rinde homenaje a su creador, sino que representa la culminación de una valiente experimentación enológica.

El proyecto Ciaccona se gestó en 2012, todo empezó con una pequeña cosecha de un viñedo viejo en Pesquera de Duero, una región vinícola con la que Javier nunca había elaborado. Animado por su creatividad y el deseo de desafiar lo convencional acepta el reto.Fue en la fermentación, donde se reveló la audacia de Javier, al usar levaduras autóctonas propias en la elaboración de vinos blancos, para dar vida a un vino tinto. Esta innovación, impulsada por su curiosidad, llevó a una transformación más allá de las expectativas, convirtiendo un simple experimento en una revelación extraordinaria.

A medida que el proyecto avanzaba, la singularidad de Ciaccona se hizo evidente, diferenciándose notablemente de las creaciones anteriores de Javier. Pero este proyecto seguía manteniéndole con algunas dudas y no fue hasta el último momento, en su embotellado, donde realmente se resolvieron todas estas.

Todo el que conocía a Javier sabe de su pasión por la música, en este caso Ciaccona, la grafía de Johann Sebastian Bach, una de las piezas más importantes y difíciles dentro de las partitas y sonatas de la obra SEI SOLO, compuestas para violín por Bach. Esta composición especial, la favorita tanto de Javier como de Michael, da nombre al vino más exclusivo que ha salido de la bodega.

Ciaccona no solo es un vino excepcional, sino un homenaje íntimo al legado de Javier Zaccagnini. Este proyecto, sumamente personal y exclusivo, revela su esencia a través de una edición limitada de 100 botellas, cada una cuidadosamente vinculada a un recuerdo significativo de la vida de Javier, transformando el acto de descorchar en una experiencia única y emotiva. Este enfoque tan singular refleja la profundidad del compromiso de Javier con su arte, permitiendo que cada amante del vino se sumerja en su extraordinaria vida.

En la memoria perdurará el recuerdo de un hombre inquieto, creativo, inteligente y emprendedor, cuya travesía desde el Puerto de Santa María a Ribera del Duero surgió casi por casualidad. Y es precisamente esa casualidad, la culpable de convertir a una figura tan prestigiosa para la región vinícola de Ribera del Duero. Javier Zaccagnini.

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