Mariana Gil Juncal
Miércoles 27 de Diciembre de 2023
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En un año marcado por una enorme incertidumbre con una baja cosecha, una caída del consumo interno y una inflación histórica, el vino argentino sigue evolucionando en calidad, innovación y diversidad.
"El vino argentino sigue su camino a pesar del contexto que lo rodea, sigue evolucionando en calidad y diversidad, pero lamentablemente eso no se puede traducir en ventas, ni internas ni externas, por distintas cuestiones" comienza Fabricio Portelli, periodista y comunicador especializado en el mundo del vino quien explica que "en el mercado externo porque a las bodegas no les alcanza el dólar que les liquida el Banco Central y en el mercado interno, porque el consumidor no puede absorber todos los aumentos que plantea la inflación. En ese sentido, si bien hay muchas bodegas que están complicadas, en general se sigue avanzando con nuevos lanzamientos porque sigue habiendo interés en los consumidores y, cada vez más, en los jóvenes. Esto demuestra que el potencial es muy grande y que la culpa no es del vino. Por lo tanto, apenas se empiecen a equilibrar las variables, las bodegas recuperarán la senda del crecimiento".
Por si todo esto fuera poco, Dolores Lávaque, fundadora y directora de la Consultora Stg, que desde 2001 se dedica a brindar soluciones estratégicas a la industria vitivinícola, recuerda que este año comenzó con la cosecha más baja en un par de décadas a raíz de la helada tardía del 2022. "Esto llevaría inevitablemente a una caída en la producción, por ende en la disponibilidad de vino en ambos mercados, interno y externo. En síntesis, en el 2023 tuvo una caída del 10% en el mercado interno y 25% en las exportaciones. A la baja producción se le sumó una gran suba de costos y el vino aumentó por encima de la inflación". Pero entre tanta pálida Lávaque destaca la evolución de todas las bodegas hacia una producción más sustentable y alta innovación.
En esta línea, Marisol de la Fuente -sommelier y licenciada en marketing estratégico- suma como parte de esta oleada de innovación a los vinos en lata y los vinos bajos en graduación alcohólica y a los Bag in Box "que aún no encuentran su espacio pero al que algunas bodegas siguen apostando para llegar a distintos tipos de públicos".
En tanto, Matías Prezioso -fundador y CEO de VinEsence, empresa dedicada a las exportaciones y el marketing de vinos- subraya que el 2023ha sido un año bastante complejo, no solo para Argentina sino en general en el mundo. "En primer lugar, la mayoría de los mercados principales sufrieron reducciones o mesetas en las ventas de vino. Estados Unidos, que es el principal mercado de exportación de Argentina, tuvo una caída en ventas. Muchos lo asocian más que con una recesión económica del país... con una reducción de los manejos de stocks en tiendas que se trasladó a los distribuidores.
Por otro lado, Reino Unido, que también es un mercado muy importante para Argentina, tiene un contexto de mucha inflación (no comparable con el de Argentina en absoluto, pero alto para los valores que ellos manejan); y al mismo tiempo este año entraron en vigencia nuevos impuestos al vino. En el caso de Europa continental, la guerra Rusia-Ucrania repercutió negativamente, tanto por el humor social como por la inflación que también trajo aparejada.
Finalmente, países asiáticos como China y Hong Kong no se acercan a los índices de venta previos a la pandemia, sobre todo en el caso más emblemático de China, que ha tenido bajas muy severas. Países como Corea del Sur, que en los últimos años habían crecido porcentualmente bastante en el vino argentino, también se amesetó.
Con lo cual, excepto casos como Brasil y algunos otros pocos países, Argentina cierra un año bastante delicado, con una caída del orden del 30% en exportación comparado con el año pasado (valores Enero-Octubre 2023). Y el precio promedio por botella se viene incrementando en el orden del 10% para el vino embotellado, lo cual genera dudas si se trata de posicionamiento (premiumización) o se explica por la brecha cambiaria entre el dólar oficial (con el que se cobran las exportaciones) y paralelo (con el que en la práctica la mayoría de los insumos secos están ligados)".
Si nos metemos de lleno en los números,Javier Menajovsky -fundador de Wine Revolution, la primera productora de ferias y festivales de vino de latinoamérica- agrega que este año "el vino perdió terreno en la participación del mercado de bebidas con alcohol, pasando del 41,1% al 38,2% en facturación y del 29,7% al 26,1% en volumen al segundo trimestre de 2023. En contraste, las cervezas y los aperitivos aumentaron su participación. Por lo que estos resultados confirman una tendencia que se viene observando en los últimos años, donde el vino viene perdiendo participación de mercado por el avance de otras categorías de bebidas con alcohol, a las que se suman los ready to drink y el auge del gin tonic".
Para calar más profundo Magdalena Pesce, gerenta general de Wines of Argentina (WofA) describe que el 2023fue un año muy difícil por el desafío de tener una macroeconomía desestabilizada, altos índices de inflación y múltiples tipos de cambio, además de todas las trabas y restricciones para la importación de insumos clave para la elaboración de vinos. Por eso para ella la incertidumbre fue la palabra que tiñó el año, aunque a ella le gusta más hablar de "resiliencia" porque a pesar de todo, el vino sigue en pie. "En el primer trimestre de 2023, el precio promedio de venta del vino en el canal off trade del mercado interno -hiper, supermercados y autoservicios- se ajustó 119,3% interanual, 17,3 puntos por encima de la inflación anualizada, y a un ritmo superior al que tenía en el mismo período de 2022, cuando los valores aumentaban al 70% anual.
Ya en octubre de 2023, las ventas de vinos en el mercado interno registraron un número positivo por primera vez en el año. Algunas razones que podemos inferir son el adelanto de compras que se dio en los diferentes rubros del mercado interno, por la incertidumbre que generaron las elecciones presidenciales.
Si bien esto fue bueno, el dato de mejora es ínfimo y representa el 0,2% en comparación con el mismo período de 2022. En cuanto a la composición del consumo en ese mes el tinto cayó 3,8% y el blanco subió 10,7%. Y la botella tradicional de varietal (651 a 750 cm3) registró una mejora ese mes de 1,8%.
No obstante, entre enero y octubre de 2023 se vendió un 8,3% menos de vino tinto y un 12,4% menos del blanco.
En resumen, el comportamiento del vino argentino en el mercado interno en 2023 viene siendo mixto, con una retracción en las ventas en general, aunque con una leve mejora en octubre en el consumo interno de vinos".
Más allá de todo este contexto, ¿qué hitos destacables les deja el 2023? Para Andrés Belinsky, gerente general de Vinventions Sudamérica "los vinos premium han podido tener una mejor performance que los vinos de gama baja y media, lo que confirma la tendencia mundial de que el consumidor está tomando menos, pero de más calidad. Y también es para destacar el auge y gran dinamismo en el turismo vitivinícola, tanto en Mendoza como en Salta, lo que ayuda mucho a las bodegas y demás servicios relacionados como hotelería, gastronomía y transporte. Esto ayuda mucho a lograr una mejor ecuación de rentabilidad, sobre todo a proyectos pequeños o medianos que tanto han sufrido las ventas en 2023".
En este sentido, Lávaque destaca la llegada de las Estrellas Michelin a la Argentina "que marcaron a Mendoza como el gran destino enogastronómico, lo que refuerza el trabajo que comenzó allá por el 2005 con el desarrollo de los caminos y rutas del vino".
Portelli se suma a esta ola y agrega que "alrededor del vino sigue siendo fundamental el reconocimiento de las bodegas nacionales en el ámbito internacional". Y recuerda que la bodega número 1 de los Best Vineyards vuelva a ser argentina: Catena Zapata.
Para Prezioso otro hito importante es el fortalecimiento de Mendoza como líder de enoturismo de la región y a nivel internacional. "No hay muchos casos como Mendoza donde el flujo de turistas sea tan grande, lo cual se vio aún más incrementado por el tipo de cambio favorable para los extranjeros en los últimos años. Mendoza es un festival de brasileros, uruguayos, chilenos, europeos y enófilos de todos los rincones del mundo. Eso, de alguna manera, se plasmó en los últimos días con el galardón de varias estrellas Michelin a bodegas y restaurantes de la provincia de Mendoza".
A todo esto se suman los premios y puntajes conseguidos por los vinos argentinos, entre los que Menajovsky destaca el segundo puesto entre los 100 mejores vinos del mundo según James Suckling, conseguido no por un Malbec sino por un Cabernet Franc. "Lo que habla del enorme potencial que tenemos en la Argentina para elaborar esta variedad. La misma tendencia se confirma si uno observa que entre los dos vinos que obtuvieron puntaje perfecto en el último reporte del Master Wine británico Tim Atkin, uno de ellos es una co-fermentación entre Malbec y Cabernet Franc".
¿Cómo se prevé que será el 2024? Para Portelli hay una luz de esperanza. "Si bien la cosecha 2023 fue complicada y magra y la 2024 se encamina para equilibrar los volúmenes de producción, los vinos argentinos están listos para conquistar paladares y mercados, siempre y cuando lo dejen. Una vez que el dólar se acomode y se liberen las barreras que existen para exportar e importar insumos, muchas bodegas van a salir a buscar nuevos clientes, motivados por la calidad y diversidad que pueden ofrecer y ya con un panorama, al menos en el corto plazo, más certero".
Prezioso vaticina que en materia de exportación va a ser un año muy positivo. "En primer lugar, porque los dos años malos que nos preceden (2022 y 2023) hacen pensar que 2024 retomará un progresivo crecimiento. En segundo lugar, porque el nuevo gobierno se basa en un modelo económico cuyo tipo de cambio será mucho más alto que el del gobierno anterior, y esto -ante una reducción considerable de la inflación- necesariamente favorece las exportaciones y que los vinos argentinos sean competitivos en el mundo".
Desde WoFa suman que el sector se debe una discusión profunda sobre cómo vemos al vino argentino en los próximos años. "Los y las consumidoras del mundo están cambiando y Argentina tiene que producir los vinos que demanden. En este sentido, espero que podamos contar con una nueva ley de vinos que, entre otras cosas, nos permita elaborar vinos de baja graduación alcohólica o vinos sin alcohol para aprovechar las nuevas tendencias".
A pocos días de empezar a transitar el 2024 ¿qué tendencias se vislumbran? "Hay algo que se está consolidando y que va a necesitar que la economía se estabilice. Porque los jóvenes, como nunca antes, están descubriendo la diversidad del vino, y les parece más divertido que lo que proponen la cerveza y los tragos. Si a este impacto positivo se le suma que puedan adquirir cada vez más vinos, entonces no solo irán por los vinos bajos en alcohol, los vinos en lata, los vinos frizzantes o los vinos naturales, sino que irán por muchos más, sumándole muchos litros al consumo" agrega entusiasmado Portelli.
Desde Vinventios destacan que " las bodegas deben seguir innovando para atraer a los jóvenes al vino (de 20 a 30 años) con productos más fáciles de tomar, para mezclar, para tomar con hielo y en situaciones que no sean solo con comida". Y además destacan que cada vez "hay más interés por parte de las bodegas de considerar la sustentabilidad de manera integral, ya no solo en lo que hacen en los viñedos, sino en la bodega y también en el packaging. Así que 2024 será un año en el que se seguirá consolidando esta tendencia e interés por parte de las bodegas en elegir procesos, insumos y packaging sustentable".
Para Menajovsky "el vino en lata y en otros formatos pequeños pueden llegar a verse beneficiados por una coyuntura económica local que tensionará mucho a la categoría, ya que el vino no es un producto de primera necesidad. Pero como el mismo cumple una función esencialmente recreativa y de placer, es esperable que el consumo no se desplome como lo han demostrado diversos productos de entretenimiento y gratificación personal en los últimos tiempos (ejemplo: entradas para recitales, ferias de vino, salidas a comer afuera, etc)".
De la Fuente agrega que hay que tener en cuenta que la industria está trabajando en estrategias innovadoras que apelen al ahorro (con descuentos, combos, rendimiento, segundas marcas, etc), teniendo en cuenta los cambios y variaciones en la economía local, y a la sensación de bienestar (ofreciendo experiencias de placer, tentación y merecimiento con marcas y productos premium), en un escenario post pandemia, en donde lo que mayormente se piensa es en pasarla bien en el ahora. "Creo que crecerá el foco en apelar a los hábitos de compra e incentivar la generación de nuevas ocasiones de consumo, ofrecer productos a precios competitivos respecto de otras bebidas alcohólicas, impulsar la frecuencia de compra en autoservicios e híper y supermercados y hallar nuevos formatos y variedades que conquisten a los consumidores más jóvenes y abiertos a nuevas experiencias, teniendo en cuenta que en Argentina la idea de reducir el consumo de alcohol se encuentra fuertemente instalada, lo mismo que la actitud consciente hacia lo que se ingiere".
Y si hablamos de cosas fáciles de beber, los llamados "tragos" que ya vienen preparados son un nuevo hábito de consumo. "Los ready to drink son bebidas infusionadas con menor graduación alcohólica y compiten con el vino. El/la consumidor/a de hoy ya no es el mismo que el de hace unos años. En este sentido, estamos empezando a ver que las nuevas generaciones no se inclinan por el alcohol. Hay una tendencia de consumo hacia productos sin alcohol o con baja graduación alcohólica a nivel mundial. También, vemos cómo crece el consumo de vinos blancos, rosados y espumosos, más livianos y que buscan refrescar. También, vemos que comienza a surgir el cannabis como un producto que disputa un espacio en la "cuota de disfrute" o "tiempo de recreo" que una persona dedica a actividades que le brindan placer, satisfacción y descanso. En los países en los que está autorizado su uso recreativo, quien decide consumirlo, seguramente no tome alcohol. Asimismo, hay grandes empresas multinacionales en el mercado de bebidas alcohólicas que invierten cada vez más en cannabis, eso te da la pauta de que están viendo el negocio a futuro y no se quieren quedar afuera. En el caso de Argentina está habilitado únicamente para uso medicinal" explica la gerente general de Wofa.
Mientras que Prezioso destaca que en el mundo del vino es innegable el crecimiento en la oferta de estilos ligeros en tintos. "Esto viene siendo acompañado de elaboraciones innovadoras (maceración carbónica, recipientes alternativos a la madera, maceraciones cortas o largas a temperaturas bajas, etc.), o aventurándose por uvas que antes no se le prestaba tanta atención como el Pinot Noir, la Garnacha o la familia de las Criollas. Eso abre un panorama distinto para el tinto más estructurado que históricamente produce Argentina, poniéndose más en línea con la tendencia internacional de tintos frescos y ligeros". Otro factor que siente que continuará en alza en 2024 es la sustentabilidad. "En 2023 se vio muy marcada la apuesta de Argentina por la sustentabilidad con bodegas que refuerzan ese compromiso y con otras que lo han empezado a comunicar. Es una tendencia en el mundo donde Argentina está creciendo muy fuertemente y tiene las condiciones climáticas naturales para hacerlo".
Y para terminar, Lávaque siempre vanguardista se pregunta si¿será que aparece la venta de vinos por la web 3.0? ¿O será la hora de la llegada del vino en NFTs?
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