Otra ronda: un experimento social hecho película

Otra ronda es un galardonado drama danés de 2020 que nos plantea una valiosa reflexión sobre los efectos del alcohol. El film también es conocido como Druk en su país natal, Another Round en inglés y Una ronda más en México.

Los 14 premios obtenidos por esta película nos dan una idea muy clara de su indiscutible calidad. Entre ellos, destacan galardones tan prestigiosos como el Óscar y el Globo de Oro 2021 a la mejor película internacional. 

A pesar de haber sido estrenada en plena crisis del coronavirus, la película Otra ronda tuvo una calurosa acogida por parte de crítica y público. De hecho, cuenta con excelentes calificaciones en Rotten Tomatoes (93 %) y Metacritic (72/100). 

Sinopsis de Otra ronda

Martin, Tommy, Peter y Nikolaj son cuatro amigos que trabajan como profesores en un colegio de Copenhague. El tedio y la desmotivación parecen haberse instalado en sus vidas, especialmente en el caso de Martin, deprimido por motivos sentimentales.

Mientras celebran el 40 cumpleaños de Nikolaj, los cuatro colegas discuten sobre la teoría del psiquiatra Finn Skårderud. Según ella, tener un contenido de alcohol en sangre (BAC) de 0,05 aumenta la creatividad y el relax. Dicha idea cala hondo en el deprimido Martin, que es el primero en ponerla en práctica, siendo seguido después por sus tres amigos.

Los cuatro profesores acuerdan dos reglas básicas para probar en sus propias carnes la teoría de Skårderud. Por un lado, el volumen de alcohol en sangre nunca puede ser inferior a 0,05. Por otro, no debe ingerirse alcohol pasadas las 20:00 h.

En poco tiempo, los integrantes del grupo logran reflotar la forma en la que viven sus respectivas vidas, sobre todo Martin. Ante el éxito de la teoría, deciden llevar su experimento un poco más allá, y es ahí donde se les va de las manos. Es entonces cuando los cuatro amigos viven de cerca la cara más amarga del alcoholismo.

Conoce el espectacular reparto detrás de Otra ronda

El éxito de esta película no hubiese sido posible sin el saber hacer de su director: el multipremiado Thomas Vinterberg (La caza, Celebración). Para escribirla junto a Ulrich Thomsen (El reino de los cielos, Alias), el director danés se basó en su propia obra teatral y en las vivencias de su hija Ida.

Buena parte del prestigio cosechado por la película Otra ronda reside en el soberbio reparto que da vida a sus protagonistas. No en vano, entre ellos destacan actores de la talla del multipremiado Mads Mikkelsen (Martin), al que ya pudimos ver en Casino Royale. 

Igualmente brillante resulta el trabajo actoral de Thomas Bo Larsen (Tommy), Lars Ranthe (Peter), Magnus Millang (Nikolaj) y Maria Bonnevie (Trine). Todos ellos, junto con Mikkelsen, ya coincidieron en La caza (2012), otro galardonado film de Vinterberg.

Objetivo y análisis de la película Otra ronda

Entendiendo el contexto

No podríamos entender el profundo significado de esta película sin analizar antes la realidad que la rodea. Al fin y al cabo, en ella, Vinterberg logra responder con precisión quirúrgica a una pregunta muy actual: ¿qué papel desempeña el alcohol en nuestra sociedad? Aquí conviene tener en cuenta que, según las estadísticas, Dinamarca es un país donde el alcoholismo tiene una presencia significativa.

El placer social de beber alcohol es innegable, pero no podemos convertir estas bebidas en un bálsamo llamado a curar todas nuestras insatisfacciones. De hacerlo, acabaremos cayendo en el abuso y, con él, terminaremos por desencadenar un problema mucho mayor que aquel que pretendíamos superar.

Otra ronda: una película con mensaje

Vivimos tiempos en los que todo parece ser blanco o negro: no hay lugar para el matiz. Debido a esto, cada vez más personas adoptan una visión simplista y empobrecedora de lo que está bien y de lo que está mal. Por supuesto, el consumo de alcohol no se libra de esta polarización.

Lo que hace Otra ronda como película es poner cada cosa en su sitio. Beber alcohol no es intrínsecamente malo. La cuestión está en el matiz, es decir, en su consumo moderado y responsable. El film nos muestra sin estridencias ni moralismos las dos caras de la moneda. Ciertamente, las bebidas espirituosas son capaces de brindar tanto alegría como sufrimiento: todo depende de que sepamos respetar los límites.

Demonizar el consumo de alcohol es tan necio como negar los devastadores efectos del alcoholismo. Así pues, lo inteligente (y lo difícil) es entender que está en nuestras manos disfrutar de estas bebidas sin caer en la adicción. Esa es, precisamente, la misión que esta cinta cumple de manera magistral, ya que nos inspira sin caer en el aleccionamiento.

En definitiva, Otra ronda es mucho más que una película cautivadora desde el punto de vista argumental. De hecho, se trata de una lúcida reflexión sobre la importancia de consumir alcohol de forma responsable. ¿De verdad necesitas más razones para verla?