Enoturismo en la Sierra de Montilla, música y vino en sus Patios de Bodega

Asisto a la penúltima de las jornadas de los conciertos de Agústicos en los Patios de Bodega para disfrutar de la música y el vino en un lagar centenario, Lagar Cañada Navarro, en la Sierra de Montilla. La carretera que me lleva a la Sierra me muestra los diferentes contrastes naturales de esta zona. A cada paso, tras cada loma, se aprecia la variedad de tonos que presentan sus albarizas donde los viñedos se entremezclan con pequeñas parcelas de olivares dibujando un paisaje de belleza singular. El silencio me acompaña en mi camino, el trinar de los pájaros es la banda sonora, mientras percibo los intensos aromas que desprenden sus campos. Sin duda, un lugar donde desconectar, relajarse, disfrutar de sus paisajes y, por supuesto, del enoturismo y los vinos nacidos de sus lagares y bodegas.

Córdoba es tierra de olivos, y con ello Montilla, pero también posee una larga tradición en el cultivo de la vid y elaboración de vinos de reconocido prestigio nacional e internacional, siendo la Sierra de Montilla zona de calidad superior dentro de la D.O Montilla-Moriles, una sierra que abraza la localidad.

Cuando llego al Lagar Cañada Navarro, en el corazón de la Sierra de Montilla, me encuentro rodeado por un mar de viñas salpicado por pequeñas parcelas de olivares. Este es el escenario de la propuesta lírico-canalla de Chipi La Canalla & Javier Galiana, acompañada por los vinos de la bodega nacidos de sus viñedos centenarios. Un espacio rodeado de un entorno natural para disfrutar del arte, de la música y del humor satírico de Chipi mientras tomas unas copas de vino.

Aquí la variedad reina es la Pedro Ximénez, elaborada como antaño, a la manera tradicional en tinajas y botas centenarias aplicando nuevas tecnologías en su elaboración que dan como resultado vinos de calidad y muy expresivos.

Además, el nuevo proyecto de vinos de tinaja, sus Vinos de Parcela, de este lagar centenario, pone en valor cada uno de los viñedos que posee Cañada Navarro para transmitir la identidad de la variedad Pedro Ximénez según su origen, es decir, de la parcela en la que se cultiva. Vinos que adquieren matices y sabores muy particulares según su procedencia, de gran frescura y de corte moderno.

Y es que este lagar representa el espíritu de Patios de Bodega. Su patio empedrado, con un pozo y un limonar, lleno de flores... El paisaje en el que nos adentra, y con este telón de fondo, una propuesta musical íntima y diferente. Una experiencia de enoturismo que aúna numerosas sensaciones con las que disfrutar de una mañana de un domingo primaveral en la Sierra de Montilla. Si a esto le añadimos el arte de Chipi y Javier, el emplazamiento con vistas a la Sierra de Montilla, los buenos vinos y el buen ambiente entre los presentes, bien merece una visita. Personalmente lo he disfrutado, y mucho.

Pero no solo este lagar. En estos pintorescos patios cordobeses, los Patios de Bodega, participan hasta ocho bodegas y lagares con diferentes propuestas, y con conciertos del festival Agústicos y del ciclo Vive El Flamenco en sus patios, al aire libre, patios distribuidos entre las bodegas del caso urbano y los lagares de la Sierra de Montilla. Entre semana podrás visitarlos gratuitamente, y durante los fines de semana, acogen desde yoga o fotografía hasta senderismo entre viñedos, almuerzos, catas de vino y conciertos acústicos en pequeño formato. Todo aquí es íntimo, de tú a tú.