“He perdido parte de mi alma”

Los incendios arrasan un viñedo y dejan una sensación de “destrucción total”. Preocupa la calidad de los vinos de los viñedos no quemados pero afectados por el humo.

Martes 26 de Julio de 2022

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Jesús Soto comprueba el estado de su viñedo
Jesús Soto comprueba el estado de su viñedo

Cuando el enólogo español Jesús Soto regresó a sus tierras por primera vez desde que un incendio forestal arrasara la zona, la vista de sus vides carbonizadas lo dejó llorando y sintiendo que "he perdido parte de mi alma", dijo la semana pasada en declaraciones a Reuters.

Con uno de sus viñedos -copropiedad del exjugador español y excentrocampista del Manchester City, David Silva- arrasado por las llamas, el propietario de la bodega Soto Manrique, en Cebreros (Ávila), estima que se perderá la mitad de su producción habitual de 3.000 botellas de Alto de la Estrella este año.

Soto, con la ayuda de su hija Belén Soto Manrique, de 24 años, lleva más de una década comprando y revitalizando pequeños y antiguos viñedos cerca de Cebreros, en la provincia de Ávila, cuya altitud de 700-1100 metros da carácter a los vinos.

"Un incendio siempre es aterrador porque mata todo a su alrededor y la sensación es horrible. La sensación, el humo, el olor... hay una sensación de destrucción total", dijo a Reuters.

Ahora debe decidir cómo recuperar el viñedo, algo menos de media hectárea de sus 8 ha totales, y recuperar su suelo. Además, le preocupa el impacto potencial en la calidad de los vinos que puede producir este año.

"Todo lo que sucede durante un año en la naturaleza termina afectando al vino", dijo.

Los bomberos continúan luchando contra los incendios forestales en varias regiones españolas desde la semana pasada. Las autoridades dijeron que estaban progresando, pero que estaban luchando con algunas condiciones complejas. En Cebreros, sus esfuerzos estaban siendo obstaculizados por vientos cambiantes.

Los científicos dicen que las olas de calor que se han extendido por Europa la semana pasada y han provocado incendios forestales en la región son una clara evidencia del cambio climático.

Soto, de 52 años, afirma que el abandono del vasto campo español por parte de personas que se desplazan hacia las ciudades es un problema más apremiante que el cambio climático.

"Siempre nos acordamos del cambio climático cuando pasa algo, pero ahora mismo aquí y en muchas partes de España el gran problema es el abandono del campo", subrayó el bodeguero.

Los científicos dicen que la vegetación cada vez más densa en el cinturón mediterráneo está proporcionando más combustible para los incendios, mientras que organizaciones benéficas como World Wildlife Fund y BirdLife se reunieron con el gobierno español recientemente para pedir un cambio en el enfoque de la extinción de incendios a la prevención y la gestión forestal.

En lo que va del año, se han quemado 90.000 hectáreas en todo el país, incluidas 20.000 hectáreas en la ola de calor de la semana pasada, un área ligeramente más grande que la ciudad de Nueva York. España vive ya el peor año de incendios forestales en una década.

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