Gastronomía y enoturismo: ¿cómo funciona esta relación?

¿Conoces la diferencia entre turismo gastronómico y enoturismo? La gastronomía y el enoturismo son conceptos bastante parecidos entre sí, pero...

Martes 31 de Mayo de 2022

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¿Conoces la diferencia entre turismo gastronómico y enoturismo? La gastronomía y el enoturismo son conceptos bastante parecidos entre sí, pero tienen ciertas diferencias que os vamos a contar en este artículo.

¿En qué consiste el turismo gastronómico?

El turismo gastronómico es la combinación de dos actividades: la gastronomía y el enoturismo. La gastronomía estudia la relación entre la comida y la cultura, así como todo lo que tenga que ver con la cocina y el arte de preparar y servir alimentos.

Por otro lado, el enoturismo es aquella clase de actividad recreativa relacionada con el vino o el mundo de la vid. Estas actividades pueden ser desde visitas a bodegas hasta catas y muestras.

Como resultado de mezclar ambas actividades, turismo y gastronomía se obtiene un tipo de actividad turística que ofrece experiencias vinculadas con la alimentación a los visitantes y turistas, así como la exposición de productos y actividades relacionadas con la comida mientras se viaje.

¿Qué es el enotorismo?

El enoturismo se refiere a todo tipo de actividades turísticas relacionadas con el vino y que tiene como objetivo practicar todo tipo de actividades relacionadas con el vino y la uva.

Las actividades que se realizan en el enoturismo son variadas:

  • Visitas a viñedos y bodegas.
  • Degustaciones de vinos.
  • Catas de vino.
  • Actividades físicas y culturales como paseos a caballo por zonas con vides.
  • Muestras de vino y exposiciones culturales.

¿Cuál es la relación entre la gastronomía y el enoturismo?

La mezcla de gastronomía y enoturismo es una especie de turimos gastronómico.

En este sentido, el turismo gastronómico se define como un tipo de actividad turística que ofrece experiencias gastronómicas a los visitantes y todo tipo de actividades relacionadas con la comida y otros productos mientras se viaja.

El turismo gastronómico y enológico o enoturismo están íntimamente relacionados entre sí. Se podría decir que el enoturismo es una especie de turismo gastronómico.

Y es que mientras el turismo gastronómico se centra en los productos alimentarios, el gastroturismo va más allá de lo que comemos. Incluye cómo comemos, dónde y cuándo comemos, y el motivo por el que comemos un determinado alimento.

Este tipo de actividad turística es bastante reciente y cada vez tiene más peso en la industria del turismo. Cada año que pasa los turistas que visitan viñedos, hacen catas y practican el enoturismo aumenta.

Esta moda no parece ser pasajera ya que los datos aumentan cada año. Acevin o lo que es lo mismo, la Asociación Española de Ciudades del Vino confirman estos datos.

Si bien es cierto que la pandemia del coronavirus ha limitado las visitas en 2020 y en 2021, este año el turismo enológico está recuperando niveles anteriores a 2020.

Para hacernos una idea en 2020 el número de visitantes a bodegas y museos era de 814.323 personas.

El perfil del turista enológico español destaca por ser un amante de la comida y le gusta visitar a los siguientes lugares.

¿Cuáles son los principales destinos enoturísticos?

Los destinos gastronómicos de éxito suelen ser aquellos con gran tradición vinícola. En España es raro encontrarse con una ciudad o municipio que no tenga una bodega.

El perfil del enoturista tiene preferencia por visitar las siguientes ciudades:

  • Penedés.
  • Ribera del Duero.
  • Jerez.

Nuestro país se sitúa como líder en este tipo de turismo, no solo por el número de visitantes que recibimos, sino por la cantidad de rutas y actividades que hay en España.

Existen 32 Rutas del Vino de España que recorren la geografía del país y en la que los turistas pueden tener una experiencia turística combinada con la cultura gastronómica.

A continuación, os contamos algunos ejemplos de actividades de turismo gastronómico.

Ejemplos de actividades de turismo gastronómico y enoturismo:

  • Food tours o recorridos gastronómicos por la vid y bodegas.
  • Maridaje y clases de cocina con vinos.
  • Sesiones de cata.
  • Visitas a productores y viticultores locales.
  • Viajes por rutas del vino.
  • Comer en restaurantes de la zona donde sirven vinos Denominación de Origen.
  • Festivales gastronómicos y culturales.
  • Visita a ferias, museos y mercados de vino.

Como hemos visto la gastronomía y el enoturismo son dos actividades muy vinculadas entre sí y que cada vez tienen más amantes.

Los distintos datos presentados por distintas asociaciones como Vinetur, entre otras, confirman la preferencia de estas actividades por los turistas que viajan a nuestro país y que quieren disfrutar tanto del vino como de nuestra gastronomía.

Un artículo de ClubDelicatessen.com
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