Ser Sommelier, un oficio en reconversión ante nuevos desafíos

Si bien se trata de una profesión reciente en Argentina, resuena cada vez más en la sociedad, a la vez...

Escrito porRomina Soliani

Jueves 03 de Junio de 2021

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Si bien se trata de una profesión reciente en Argentina, resuena cada vez más en la sociedad, a la vez que ha aprendido a ser flexible debido a su diversificación, pero también ante los retos que trajo consigo la pandemia. En el Día Internacional del Sommelier, Valeria Gamper y Martín Bruno brindan su mirada sobre la actualidad del oficio.

Iniciado como una forma de servicio del vino, más tarde el de encarnar el arte de armonizar la bebida con los platos, el rol del sommelier ha evolucionado en sus más de quince siglos de vigencia en el mundo; ganando a lo largo del tiempo un espacio cada vez mayor en la restauración actual.

En Argentina, se trata de un oficio muy reciente, con poco más de veinte años de existencia a nivel profesional, desde la creación en 1999 de la primera institución formadora de la profesión (Escuela Argentina de Sommeliers), de las cuatro reconocidas de manera oficial por su nivel de oferta académica.

No obstante su juventud, el campo de la sommelierie se ha diversificado más allá del vino abarcando especializaciones en  bebidas espirituosas, té, café, puros, yerba mate y hasta alimentos, ampliándose con ello la propia figura del profesional a otros ámbitos desde bodegas, docencia, vinotecas, asesorías, concursos nacionales e internacionales, medios de comunicación y redes sociales.

Valeria Gamper y Martín Bruno, Mejor Sommelier de Argentina 2019 y 2017 respectivamente, también representantes del país en certámenes mundiales*, aportan su mirada sobre el escenario actual del oficio, así como los retos y oportunidades en el campo en un contexto de pandemia.

"En Argentina está sucediendo algo muy interesante y muy rápido", afirma con entusiasmo Valeria al tiempo que recuerda sus inicios desde muy joven, en momentos en que el oficio era algo desconocido en el país. "Hoy el sommelier tiene un papel muy importante, siendo una figura que no sólo está presente en un restaurante sino también en otros espacios", relata, a la vez que da cuenta del salto de la profesión desde entonces: "Hace unos años atrás que haya un sommelier en un hotel no era algo necesario, y costaba conseguir trabajo como tal, ya que había pocos lugares donde se lo requería, o en su defecto muchas veces se lo encontraba ocupando otros roles, a veces de camarero, o encargado también de la caja".

Martín, en coincidencia con dicha mirada positiva sobre la evolución del oficio en el país  expresa que en los últimos años "se ha fortalecido mucho el rol del sommelier en el colectivo de la sociedad, ya que en general se sabe lo que es y a qué se dedica un sommelier o al menos que  está relacionado con el vino". Y se atreve a pronosticar que la conversión hacia una figura mayormente instaurada en la sociedad será posible "en la medida que sigan apareciendo restaurantes, bodegas, vinotecas medios, empresas, y todos los lugares que pueda ocupar el somm en la cadena".

Asimismo, muestra de la reconversión del oficio y con ello un sinfín de desafíos para quienes lo encarnan, ha sido (y lo es aún) el contexto de pandemia. A pesar de su costado negativo para el sector gastronómico dado los cierres a la actividad presencial, fue notable la irrupción y profundización en muchos casos, de una parte de estas actividades en el mundo de lo virtual.

Ciertamente, desde marzo de 2020 a lo largo y ancho de Argentina las redes sociales y distintas plataformas de Internet deslumbraron a los usuarios con una gran oferta de catas virtuales, charlas o clases dictadas por enólogos distintas bodega o sommeliers.

Este escenario demuestra que "hoy el sommelier es un nexo necesario entre los productores y los consumidores", destaca Martín, sin perder de vista que la misión del profesional de la materia es "acercar el vino a las personas, que la gente tome cada vez más vino" y que para ello es fundamental que haya un dinamismo en la industria y que ésta "requiera de sommeliers cada vez más capacitados, que actúen con responsabilidad y pasión, para orientar a los consumidores".

Quizá la virtualidad haya llegado para quedarse y ampliar el público, algo difícil de predecir actualmente, pero lo que no puede soslayarse es que "la comunicación por redes sociales se potenció, muchas personas salieron a comunicar desde cualquier lugar", afirma Valeria y explica que "como sommeliers potenciamos y aprendimos nuevas formas de comunicar, de consumir y de acercar el vino a la gente. Tuvimos que salir a hacer catas virtuales, llevando el vino a la casa de los consumidores".

Por supuesto que el vuelco de experiencias hacia lo virtual trajo aparejado cambios en las formas de consumo por parte de las personas, quienes al pasar más tiempo en su hogar y no verse obligadas a gastar dinero por ejemplo en salidas a bares o restaurantes, muchas acompañaron sus momentos del día con una copa de vino, otras tantas se animaron a incursionar en otras etiquetas más allá de las ya conocidas.

Al respecto la actual mejor Sommelier del país analiza: "El consumo de vino, que el argentino ya lo tenía instaurado, fue potenciado por la pandemia. Hubo un repunte del consumo, el cual venía en caída en los últimos años".

En este contexto uno de los grandes desafíos para el sommelier, para Martín "es  mantener su rol relevante y activo, no esperar a que la gente acuda a nosotros sobre qué vinos comprar". En tanto para Valeria, los retos para el sommelier estarán sujetos a la reapertura de la gastronomía, y a que las personas "tenga dinero disponible para gastar en el sector".

No obstante, cuenta que hay un fenómeno, por cierto reconfornate, y que no tiene vuelta atrás. Se trata de la intención de muchas personas, muy jóvenes, que deciden estudiar la carrera. "Esto también refleja el trabajo del sommelier, ya que hubo mucha gente que salió a comunicar de maneras alternativas y a explicar el vino de manera distinta a lo que hace en otros países, de una manera más descontracturada", explica. "Que ello inspire a muchas personas a estudiar sommelierie en este contexto es meritorio. Esto da cuenta que el sommelier al menos en Argentina puede comunicar, puede motivar e influenciar a los demás no sólo en el restaurante", puntualiza.

*Valeria, clasificó 4ta en el Concurso Mejor Sommelier de América 2018, en Canadá, organizado por ASI (Asociación Internacional de Sommelier) y APAS (Alianza Panamericana de Sommeliers), convirtiéndose en la única mujer de ese certamen en el top ten.

Martín, clasificó  2do Mejor Sommelier de America 2018, y 15vo puesto en la competencia Mejor Sommelier del Mundo 2019.

Un artículo de Romina Soliani
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