“En España tenemos que consumir vino de forma más consciente para disfrutar más de la experiencia gastronómica”

Entrevistamos a Marta Costas con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer porque representa un gran ejemplo de que el talento y el éxito no entienden de género sino que dependen del esfuerzo, la dedicación y la constancia.

Isabel Blanco

Sábado 06 de Marzo de 2021

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Marta Costas

Desde que en 2019 recibió el premio Mágnum a la Mejor Sumiller Revelación de Galicia, Marta Costas se ha creado un nombre propio como sumiller gracias a su empatía y su afán por conocer la historia que se esconde detrás de cada vino. Como ella misma nos explica "el viticultor hace lo que puede con lo que tiene" y detrás de este trabajo hay siempre mucho que contar.

¿Cuál ha sido, bajo su perspectiva, la evolución del papel de la mujer en el sector del vino?

Las mujeres siempre han estado presentes en el mundo del vino, pero, al igual que en la gastronomía, han estado relegadas a un segundo plano por el modelo social que imperaba en la sociedad. Es por ello que, tradicionalmente, los hombres han ocupado puestos de mayor responsabilidad. De forma similar, hay una creencia popular de que a las mujeres sólo nos gustan vinos fáciles porque a lo largo de la historia las mujeres bebieron menos vino que los hombres y es necesario adaptar el paladar. Pero, sin duda, considero que poco a poco se irán equiparando los roles de hombre y mujer a medida que evolucione la sociedad.

¿En su caso, ha padecido prejuicios sociales por el hecho de ser mujer y trabajar en este sector?

Cuando empecé a trabajar en la hostelería lo cierto es que los clientes nunca creyeron que como camarera pudiese tener más conocimiento que ellos del vino que iban a consumir, por lo que nunca nadie me pidió consejo o una recomendación a la hora de seleccionar uno u otro. También debo reconocer que en aquel momento yo no estaba tan involucrada en este sector. De hecho, incluso, diría que no me llamaba mucho la atención porque en mi familia apenas se bebe y yo asociaba el consumo de vino a eventos y celebraciones. Una vez que empecé a introducirme en este mundo quizás sí que en algunas catas era la única mujer, pero siempre me he sentido muy respetada y considerada por mis compañeros. Probablemente lo más difícil ha sido que el consumidor tenga en cuenta mi opinión.

¿De qué forma podría acelerarse el proceso para dotar de la relevancia que merece la mujer en el sector del vino?

Es muy importante dar visibilidad a las distintas profesiones del sector, demostrar que no existen barreras y que siempre hubo mujeres en este ámbito y que además cada vez son más. Estoy segura de que cada vez habrá más mujeres que descubrirán en el mundo del vino su pasión.

Marta CostasPara Marta Costas en España se desconocen los tipos de vinos. Foto: La Voz de Galicia

¿Cuáles son las tendencias de consumo de vino en España?

En España consumimos muchos vinos nacionales porque tenemos una amplia variedad. En este sentido, podemos diferenciar los vinos más comerciales de grandes marcas de los vinos de pequeños viticultores, que muchas veces tienen un precio más elevado pero que conllevan un gran trabajo por parte de sus productores. La tendencia en nuestro país apunta a diferenciar mucho entre los vinos que se producen en las distintas comunidades autónomas, ya que en función de la zona de la que provienen presentarán matices muy diferentes, y esta variedad es muy enriquecedora.

Por otro lado, considero que se está produciendo un cambio en la gastronomía en general, que los consumidores tienen cada vez más curiosidad por probar productos diferentes y, al mismo tiempo, más conocimiento, probablemente porque las empresas vitivinícolas han invertido más en materia de comunicación durante los últimos años. Esto conlleva que los consumidores sean también más exigentes, ya que además a raíz de la pandemia esperan más de cada experiencia.

Bajo mi perspectiva, en España se consume mucho vino, pero hay poca conciencia sobre el tipo de productos y sus características. Nos gusta consumir vino en el aperitivo, en la comida...está muy arraigado en nuestra cultura, pero considero que deberíamos hacerlo de forma más consciente para disfrutarlo mucho más. El vino es un alimento y consigue que nuestras experiencias gastronómicas sean mucho más completas.

¿Cómo debe, en su opinión, desarrollar su trabajo un sumiller para acercar el mundo del vino a la sociedad?

En muchas ocasiones me preguntan si las mujeres tenemos más desarrollados ciertos sentidos o si tenemos más sensibilidad para descubrir ciertos matices en la fase olfativa o en la fase gustativa, y mi opinión es que esto es una cuestión de práctica. Para aprender un idioma tienes que practicar y para introducirte y saber más sobre este ámbito también tienes que catar vinos diferentes, de distintas zonas... Es esto lo que, unido a la experiencia y al conocimiento de la carta de vinos del restaurante, sentará las bases para desarrollar el trabajo de sumiller. A partir de ahí todo depende de la empatía, ya que es necesario entender al cliente para que pueda disfrutar de la experiencia gracias a tu asesoramiento. Quizás en ciertas ocasiones nos perdemos intentando exhibir vinos muy exclusivos como si fuesen trofeos, y realmente lo que tenemos que hacer es profundizar en la historia de cada viticultor para que el consumidor disfrute y sea consciente del valor de lo que va a consumir. En mi opinión, somos el nexo de unión entre el viticultor y el consumidor.

Además para mejorar el conocimiento de la sociedad del vino es muy importante que cada vez abran más tiendas y establecimientos especializados, que ofrezcan acceso a distintos tipos de vino y que fomenten la capacidad de entender el producto. Al final, se trata de poner el foco en una competencia sana que contribuya a crear valor en una ciudad.

¿Le preocupa que las nuevas generaciones no consuman vino de la misma forma que las anteriores?

La verdad es que no porque, según mi experiencia, la tendencia apunta a que cada vez los jóvenes consumen más vino y además lo hacen con más consciencia. De hecho, cada vez es más frecuente que los consumidores se preocupen por entender el vino para disfrutarlo y no para simplemente emborracharse. Especialmente ahora que, por la pandemia, nos hemos acostumbrado a disfrutar en casa tranquilamente de una botella de vino.

Aunque sí considero que es importante dar más visibilidad a este sector, y romper con el prejuicio de que para consumir vino necesitas ser un experto y usar la lógica. El vino es para disfrutar y representa un puzzle con diferentes piezas que encajan cuando te sumerges en la cata. Como consumidor tienes que probar mucho para saber qué te gusta. También fomentaría la formación, el acceso a los distintos tipos de vino, la puesta en valor del trabajo del viticultor que depende de muchos factores externos a ellos y la relación con la gastronomía.

En relación con la gastronomía, ¿se están realizando propuestas interesantes de maridaje, en general, en España?

Presentar propuestas de maridaje ante los consumidores es, en muchas ocasiones, muy arriesgado, y no todos los clientes quieren que les hagas proposiciones en este sentido, muchos son muy clásicos y prefieren ir a lo seguro para pedir vinos que ya conocen y saben que les gustan. En mi caso, soy muy afortunada porque en el restaurante en el que trabajo, 'A Tafona' en Santiago de Compostela, me dan mucha libertad para jugar con la selección de vinos que acompañarán las elaboraciones d Lucía Freitas.

De forma general no me atrevería a opinar, pero nosotros intentamos ser creativos y jugar con los contrastes para que la experiencia sea más completa.

Isabel Blanco
Licenciada en Periodismo. Máster en Dirección de Comunicación Corporativa.
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