Polonia, una oportunidad para el negocio del vino

Con un elevado poder adquisitivo, una economía saneada, y un cambio hacia hábitos de vida más saludables, el mercado polaco se presenta como la gran oportunidad europea para el mercado del vino de cara a los próximos años

Miércoles 09 de Agosto de 2017

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El mercado del vino en Polonia se encuentra en expansión, a juzgar por los datos del último informe sectorial desarrollado por el ICEX español.

Así en Polonia el vino es una de las bebidas con mayor aumento en el valor de las ventas en el periodo 2012-2016, con un crecimiento superior al 25%, más del doble que la cerveza, la bebida con graduación más consumida en el país.

Tal crecimiento se explica por la mejora del poder adquisitivo de los polacos, en línea con el desarrollo económico de un país que fue el único de la UE que no entró en recesión durante la crisis económica de 2008.

Este contexto favorable se debe en parte a la tendencia hacia la sofisticación de los gustos de los consumidores en Polonia.

Así, en el último lustro los polacos han reducido la ingesta de bebidas alcohólicas de alta graduación a la vez que han aumentado el gasto en las mismas, lo que muestra una mayor demanda de productos premium. Al mismo tiempo las ventas de vino aumentan su cuota cada año respecto del total de bebidas alcohólicas.

En 2016, los polacos gastaron más de 13.400 millones de euros en bebidas alcohólicas, y consumieron más de 4.600 millones de litros, entre el canal comercial y el canal Horeca. Tradicionalmente, los productos más consumidos son la cerveza (84,56% de las ventas en litros en 2016) y las bebidas de alta graduación (7,65%), entre las que destaca el vodka.

La producción vinícola en Polonia es muy escasa y los vinos polacos, que no alcanzan a cubrir la demanda, son simplemente vistos como una curiosidad.

Por ello, la creciente demanda de vino se cubre con las importaciones, que en 2016 aumentaron un 9,8% interanual en términos de valor.

Italia, Francia y la vecina Alemania son los principales proveedores de vino en Polonia, con sus correspondientes 2.027, 1.979, 1.596 millones de litros exportados en 2016, y 58, 56 y 28 millones de euros facturados, respectivamente. 

España, con 880 millones de litros y 22 millones de euros facturados, ocupa el cuarto puesto en las importaciones polacas de vino tanto por volumen como por valor. Cabe destacar que en el caso del mercado polaco el valor añadido de los vinos españoles aumenta cada año. En efecto, la posición de España como proveedor de vinos con D.O. es aún mejor, defendiendo el tercer puesto del ránking de importaciones de esta categoría durante todo el último lustro.

No obstante, a pesar de que los consumidores están más dispuestos a adquirir vinos de mayor calidad debe señalarse que el consumidor polaco medio sigue siendo muy sensible al precio.

Los precios del vino en Polonia son notablemente más elevados que en España debido a los altos márgenes de los distribuidores, al IVA del 23% y al impuesto especial que soporta el vino en este país (Accisa).

Según los datos de Euromonitor, se estima un valor de mercado para 2016 de 2.810 millones de zlotys (unos 635 millones de euros), lo que supone un crecimiento del 8,1% con respecto al año anterior, y de más del 29% desde 2012.

En 2016, el consumo de vino en Polonia superó por primera vez los 3 litros per cápita (3,2), lo que en términos globales supone un consumo que asciende a los 123 millones de litros, una tendencia que parece sostenerse en el cambio de estilo de vida de los polacos, motivados por hábitos más sanos, dejando de consumir bebidas de alta graduación en favor de bebidas fermentadas de menor graduación como el vino o sidra, y que consumidas con moderación forman parte de un estilo de vida saludable.

Con todo, el consumo per cápita de vino en Polonia es de los más bajos de la UE, no solo si se compara con países de tradición vinícola como Francia o Italia, con los que la diferencia es muy pronunciada, sino también en comparación con otros países de Europa central y del este como Hungría o la República Checa, lo que augura un amplio recorrido para este mercado y posiblemente grandes crecimientos en los próximos años, si tenemos en cuenta la tendencia antes vista.

 

Sin embargo, a la hora de elaborar una estrategia de entrada en Polonia es importante tener en cuenta, por un lado, que los gustos de los consumidores polacos están todavía influidos por lo que ellos denominan "vinos de frutas" y los "vinos dulces".

No obstante, desde la entrada de Polonia en la UE, éstos han evolucionado hacia sabores más refinados, aumentando la demanda de vinos secos y semisecos. Por otro lado, la mayor parte de los consumidores polacos conoce generalmente un número limitado de variedades de uva (generalmente las francesas) y suele preferir etiquetados clásicos, aunque es verdad que existe un consumidor más formado que se decanta por etiquetas modernas y originales.

Por último es importante tomar en consideración que el consumidor típico de vino en Polonia es una mujer de entre 40 y 50 años de edad y con estudios medios.

El canal comercial, debido entre otros factores a que ofrece vinos a precios más accesibles que el canal Horeca, domina la distribución en Polonia con un 96,6% del volumen total de ventas de vino. En concreto, los supermercados de descuento y las tiendas de proximidad o conveniencia son los líderes del mercado facturando un 66% del total de ventas de vino en Polonia. Pese a que a priori pudiera pensarse lo contrario, este tipo de establecimientos juega un importante papel en la difusión de los vinos. Por un lado, estas tiendas cada vez ofrecen una mayor variedad y calidad en sus productos y, por otro, sus precios accesibles permiten captar a nuevos consumidores de vino. Además, supermercados de descuento como Lidl o Biedronka organizan semanas temáticas en las que aumenta la cantidad de vinos ofertados.

El consumidor con mayor formación sobre el mercado del vino, que dispone de una renta superior, suele decantarse por las tiendas especializadas. Estas tiendas están ganando peso en la distribución en Polonia, y ofrecen una mayor variedad de vinos de precio y calidad superiores a los de los supermercados.

Por su parte, aunque el canal Horeca apenas supere el 3,4% del volumen de ventas, en términos de valor alcanza el 13,6%, dato indicativo de que los precios en este canal son sensiblemente superiores. A pesar de que unos precios de venta al público tan elevados puedan disuadir de la entrada al mercado por este canal, desde esta Ofecome se observa que los locales de vinos están repletos, y en las mesas de los restaurantes cada vez se observan más botellas de vino. En definitiva se trata de un canal muy prometedor para los exportadores españoles.

El mercado del vino en Polonia es todavía reducido en comparación con otros países europeos, pero las previsiones auguran un rápido y sostenido crecimiento para los próximos años.

De este modo, se prevén notables aumentos en las ventas de vino de mesa, vino espumoso y vino fortificado, a la vez que se espera una disminución de las ventas de "vino de frutas", que históricamente ha gozado de una gran tradición en Polonia.

Asimismo se presume una mayor demanda de vinos de mayor precio y calidad, en línea con la mencionada tendencia de sofisticación en los gustos de los consumidores polacos, situación que se extiende al resto de bebidas alcohólicas.

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