Comienza a rehabilitarse el castro del Muro de Medeiros, yacimiento arqueológico que pone en alza la cultura del vino de Monterrei

El viernes 28 de octubre, se presentaba oficialmente el proyecto Muro de Medeiros, un yacimiento arqueológico que cuenta con un castro que data de hace 2.200 años, coincidiendo con la segunda Edad de Hierro, y con una de las más importantes concentraciones de lagares rupestres del noroeste peninsular, que ponen en valor la cultura del vino existente en la comarca de Monterrei.

Se trata de una iniciativa que ha sido solo posible gracias a la colaboración de comunidades de vecinos, la administración pública y la empresa privada ya que está promovida por el Concello de Monterrei, patrocinada por el godello Mara Moura y en la que colaboran la Xunta de Montes de Medeiros y la Universidad de Santiago de Compostela.

Precisamente, el espacio del castro del Muro de Medeiros está lleno de una riquísima tradición oral en cuya recuperación también se está ya trabajando. Una de las leyendas que lo rodean, cuya protagonista es una de las figuras mitológicas más importantes del folclore gallego, la moura, es a la que rinde homenaje el godello que patrocina el proyecto, Mara Moura, elaborado en la D.O. Monterrei por Bodegas Martín Códax y que fue presentado en este evento.

En el acto estuvieron presentes D. Luis Paadín, sumiller miembro de la AEPEV y la FIJEV y autor de la Guía de Vinos, Destilados y Bodegas de Galicia; D. Manuel Gago, profesor de la Universidad de Santiago de Compostela (USC); D. Carlos Otero, arqueólogo e investigador asociado del Instituto de Ciencias do Patrimonio (INCIPIT); D. Jose Luis Suárez Martínez, Alcalde de Monterrei y Dña. María Garrido, Directora de Marketing de Bodegas Martín Códax.

PROYECTO MURO DE MEDEIROS

¿Qué es este lugar?

El Muro de Medeiros es una fortificación de la Edad de Hierro ubicada en las proximidades de la aldea de Medeiros (Monterrei). El sitio arqueológico está ubicado a 603 metros de altura, aprovechando la configuración de una colina rocosa de grandes batolitos graníticos que intermedia en la confluencia de dos ríos: el regato de Biduedo y el regato de Porto do Rei.

El castro tiene unas dimensiones reducidas en su cima (60 N-S + 76 W-E), aunque tiene dispuestas terrazas a su alrededor. Destaca porque, a pesar de sus modestas dimensiones, posee una masiva muralla de piedra que rodea la cima. Se trata de uno de los sitios arqueológicos investigados históricamente por los eruditos de la región, como Don Manuel Taboada Chivite. Al recuperar este castro, se continúa esta dilatada tradición de investigación en las tierras de Monterrei.

Los lagares rupestres

Junto con este castro, un de los aspectos más notables de este espacio arqueológico es la presencia de un conjunto de al menos 32 lagares rupestres en buen estado de conservación, distribuidos por la ladera del castro, así como otros restos arqueológicos que dan cuenta de la dilatadísima ocupación humana de este espacio a lo largo del tiempo. Se trata de una de las concentraciones de lagares rupestres más importante del noroeste peninsular.

Una de las premisas de este proyecto es intentar establecer una datación para estos lagares rupestres e mejorar la comprensión de un paisaje de vino muy antiguo y conservado de manera excepcional en Monterrei.

El proyecto en 2016

El proyecto en 2016 está promovido por el Concello de Monterrei y cuenta con la colaboración de la Universidad de Santiago de Compostela, así como el patrocinio por parte del vino Mara Moura. Contó con los permisos del la Xunta de montes de Medeiros, que es la propietaria de las parcelas intervenidas. Durante el 2016 las principales acciones fueron la limpieza y accesibilidad del castro –que estaba impenetrable-, la topografía e identificación de las superficies arqueológicas derivadas de esa limpieza, la elaboración del sitio web, la recogida de la tradición oral inmaterial del yacimiento y la elaboración de modelos 3D tanto del castro como de los lagares rupestres, pasos todos estos previos a una intervención más amplia.

El proyecto en los próximos años

El proyecto del Muro de Medeiros pretende convertir el sitio arqueológico y su entorno en un espacio de interés cultural y arqueológico determinante para conocer la población prehistórica del valle de Monterrei y el nacimiento de la cultura del vino. En él confluye un emplazamiento espectacular con unas soberbias vistas del territorio, una muralla fácilmente reconocible por cualquiera visitante, estructuras también fácilmente visibles y 32 lagares que permitirán al visitante explorar un territorio en el que el vino se lleva produciendo desde tiempos inmemoriales.

En los próximos años se realizarán sondeos arqueológicos para conocer la cronología del yacimiento, se estudiarán los lagares rupestres y se preparará una señalética, panelado y herramientas digitales autoguiadas para que el visitante pueda explorar de una manera singular y atractiva el Muro de Medeiros, su conjunto de lagares rupestres y otras posibles estructuras arqueológicas existentes en este espacio.

El objetivo es construir un turismo de calidad en la comarca de Monterrei y fortalecer el concepto de vino de Monterrei como uno de los que dejaron trazas arqueológicas más antiguas en Galicia. La promoción y lanzamiento del vino Mara Moura permitirá, además, hacer un nuevo tipo de difusión singular del sitio arqueológico por todo el mundo, y creando una singular alianza entre vecinos, concello y empresa privada, única en la promoción del patrimonio cultural de Galicia.

La leyenda del Muro de Medeiros

El espacio del castro del Muro de Medeiros está lleno de una riquísima tradición oral que ya se está recuperando. Una de las historias más notables es la atípica leyenda de una moura que, en agradecimiento a la hospitalidad de las gentes de Medeiros, le regala la planta del vino.

"Galicia, tierra de secretos, esconde seres fantásticos y mágicos. Y, según cuenta la leyenda, la Moura Mara se asentó en la Ciudad de Medeiros juntos a su amado. Tan voraz era la Moura que el pueblo se moría de hambre. Finalmente, se armaron de valor los habitantes y les explicaron que no podían mantenerla por más tiempo. Siendo de justicia, la Moura y su enamorado se marcharon de la ciudad. Agradecida por la hospitalidad del pueblo la Moura les hizo un gran regalo: les dio la vid para cultivar el vino".