Viernes 21 de Noviembre de 2025
La zona de influencia del Matarraña, situada en el Bajo Aragón, avanza hacia la obtención de su propia denominación de origen para sus vinos. La Asociación de Viñedos y Bodegas del Matarraña, formada por diez bodegas de la comarca, ha dado un paso importante este viernes con su presentación oficial durante la I Noche del Vino del Matarraña, celebrada en Nonaspe. El evento ha contado con la participación de expertos como Raúl Igual y Roc Gramona, quienes han ofrecido ponencias sobre la zonificación y la calidad en el sector vitivinícola.
Las bodegas que han mostrado su interés en formar parte de la futura denominación son Vinos Pedravolta (Nonaspe), Más de Torubio (Cretas), Venta d'Aubert (Cretas), Bodegas Crial (Lledó), Más de Llucia (Monroyo), Tel·lúric (Ráfales), Amaru de Gascón (Cretas), Bodega Mussols (Fornols), Lagar d'Amprius (Arens de Lledó) y Finca Cricar (Torre del Compte). Estas bodegas, actualmente bajo la Indicación Geográfica Protegida Vinos de la Tierra, buscan ahora un reconocimiento más específico que permita poner en valor las características propias de los vinos elaborados en esta zona.
El presidente de la asociación, Andrés Mendoza Ráfales, ya ha mantenido una reunión con el consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación del Gobierno de Aragón, Javier Rincón. En este encuentro se han presentado los detalles del proyecto y se han sentado las bases para que el Matarraña pueda convertirse en la sexta denominación de origen aragonesa. Según ha explicado Mendoza, el objetivo es que la nueva denominación entre en funcionamiento en 2026.
Durante la I Noche del Vino del Matarraña, nueve de las diez bodegas integrantes han estado presentes. El acto ha incluido una cena gourmet maridada con algunos de los vinos más representativos de la zona. Los asistentes han podido conocer las propuestas y proyectos que impulsan los productores locales para diferenciar sus productos y mejorar su posicionamiento en el mercado.
La creación de una denominación propia responde a la voluntad de los viticultores y bodegueros del Matarraña por proteger y promocionar sus vinos. Consideran que las condiciones climáticas y geográficas del territorio aportan cualidades diferenciadoras a sus productos. La iniciativa cuenta con el apoyo institucional necesario para avanzar en los trámites administrativos requeridos por el Ministerio de Agricultura y la Unión Europea.
El proceso para obtener una denominación de origen implica cumplir una serie de requisitos técnicos y legales. Entre ellos se encuentran la delimitación geográfica precisa, el establecimiento de normas sobre variedades autorizadas y métodos de elaboración, así como controles sobre calidad y trazabilidad. Las bodegas implicadas consideran que cumplen con estos criterios y confían en que el reconocimiento oficial llegue dentro del plazo previsto.
El sector vitivinícola aragonés suma así un nuevo proyecto que busca reforzar su presencia tanto a nivel nacional como internacional. La futura DO Matarraña aspira a situarse junto a otras denominaciones aragonesas ya consolidadas como Cariñena, Calatayud, Campo de Borja, Somontano y Aylés. Los promotores esperan que este paso contribuya al desarrollo económico local y al impulso del enoturismo en la comarca.