Lunes 25 de Diciembre de 2023
Un estudio reciente, publicado en la prestigiosa revista Nature, ha arrojado luz sobre el impacto negativo de los fitofármacos en los bombus (también conocidos como "abejorros"), insectos polinizadores esenciales para la agricultura y la flora silvestre, que comparten familia con las abejas. Este estudio, que parte de una investigación más amplia a nivel europeo, fue realizado en 128 sitios de 8 países del continente, y contó con la participación de un consorcio integrado por 42 entidades, incluyendo centros de investigación, universidades, asociaciones de apicultores y agricultores, destacándose el aporte del CREA (Centro de Investigación de Agricultura y Medio Ambiente).
Bajo el proyecto PoshBee, el objetivo principal fue evaluar los factores de estrés en las abejas a través de un estudio de campo en distintos paisajes agrícolas europeos, entre los que se encontraban los viñedos, presentes en toda Europa, los cuales enfrentan diversas presiones de parásitos y el uso de fitofármacos, siendo al mismo tiempo fuentes importantes de alimento para los polinizadores.
En cada uno de los 128 sitios, caracterizados por diferentes intensidades de prácticas agrícolas y usos del suelo, se colocaron tres colonias de Bombus terrestris durante el periodo de floración. Los investigadores realizaron mediciones sobre el desarrollo de estas colonias y tomaron muestras para analizar la presencia de residuos de fitofármacos.
Los resultados del estudio revelaron que el uso de fitofármacos autorizados afecta de manera adversa el desarrollo y la reproducción de las colonias de bombus. El análisis mostró que el polen recolectado por estos insectos estaba contaminado con múltiples fitofármacos, identificándose una media de 8 moléculas diferentes por colonia, y en algunos casos, hasta 27 compuestos distintos, predominando los fungicidas.
Se estableció un índice de riesgo basado en la toxicidad de estas sustancias y su concentración en el polen. Sorprendentemente, 9 insecticidas fueron responsables del 99% del riesgo calculado. A pesar de las estrictas regulaciones europeas, más de la mitad de las colonias de bombus estudiadas experimentaron una disminución poblacional superior al 10%, siendo más pronunciada en áreas de agricultura intensiva.
El grupo Apidología del CREA-Agricultura y Medio Ambiente jugó un rol crucial en este estudio. Con su amplia experiencia en el ámbito apícola y en la monitorización, el CREA contribuyó en la redacción de los protocolos operativos y en la ejecución del estudio. Además, el CREA analizó las muestras de polen en su laboratorio especializado, para determinar su origen botánico. Este centro participa activamente en varios proyectos de investigación enfocados en la creación de directrices para una agricultura respetuosa con los polinizadores.
Piotr Medrzycki, investigador principal del CREA involucrado en el estudio, subrayó la exposición de los polinizadores a significativos factores de estrés en los agroecosistemas europeos, incluyendo los fitofármacos. Existe la esperanza de que el nuevo esquema de evaluación de riesgos propuesto por la EFSA en 2013, que se espera se convierta en ley en 2024, pueda proporcionar una mayor protección a los polinizadores frente a los principios activos más peligrosos.
Este estudio no solo destaca la compleja interacción entre la agricultura y los ecosistemas naturales, sino que también subraya la necesidad de una regulación más efectiva y de prácticas agrícolas sostenibles para proteger a los polinizadores, vitales para la biodiversidad y la producción agrícola.