Badajoz
Viernes 07 de Noviembre de 2014
Con esta apuesta, esta Bodega sigue creciendo desde el punto de vista enológico y en la creación de una imagen de marca que representa así la historia de esta Bodega. Sus autores, Antonio y Bonifacio Fernández, han querido realizar con esta añada un homenaje a los fundadores y a las generaciones que han hecho posible el presente de la Bodega.
Así a través del diseño de la botella se cuenta la historia de los inicios de la Pelina. Bonifacio Esteban un bodeguero único que a través de su gramófono amenizaba las tardes y noches en la bodega que comenzó siendo un punto de encuentro y reunión para la familia y los amigos.
133 años después, han pasado por La Pelina tres generaciones que han sabido trabajar desde los viñedos y desde la Bodega para apostar por unos vinos únicos. Una historia basada en la armonía, la esencia y la tradición de Matanegra.
Una historia que sus autores han querido contar a través del diseño de la botella. Una tradición, armonía y esencia sentada en las líneas de un pentagrama y que a través del gramófono original se convierten en una melodía que será vertida a través del vino al salir de la botella. Descorchar este vino será iniciar una sinfonía para el disfrute de los sentidos.
Bonifacio Esteban, Antonio Fernández y Bonifacio Fernández han sido tres generaciones de bodegueros que a través de su trabajo y esfuerzo han situado a Bodegas la Pelina en un lugar privilegiado de la Comarca de Matanegra.
Una historia que será contada a través de este vino único y espectacular, una edición limitada que se ha convertido en una oportunidad única para adentrase en el interior de un Bodega con más de un siglo de Historia.