Cambados
Lunes 25 de Junio de 2012
La bodega de albariño Mar de Frades, conocida por sus botellas de vidrio azul, espera crecer este año hasta un 30 % en el exterior y reforzar su posición en los países en los que ya tiene una fuerte presencia, como Estados Unidos, Japón, Alemania e Inglaterra, donde los vinos blancos son más valorados.
Así lo ha confirmado en una entrevista el director general de Diego Zamora, Emilio Restoy, al frente de este grupo propietario de las bodegas Mar de Frades, así como de otras bodegas de renombre como Ramón Bilbao (de la DO de Rioja), Cruz de Alba (Ribera del Duero) o Palacio de la Vega (Navarra).
Pese a la caída del consumo a causa de la crisis, Mar de Frades creció el año pasado un 11 % en volumen y un 12 % en valor, y fue la exportación el motor de este ascenso, ya que en los mercados internacionales sus ventas crecieron un 20 %, mientras que dentro de España su facturación aumentó un 7 %.
De las 700.000 botellas de albariño que comercializaron el año pasado, alrededor del 25 % se vendieron fuera de España, con Estados Unidos, Japón, Alemania e Inglaterra como principales destinatarios, lugares en los que la bodega busca reforzar su posición en 2012 porque "todavía queda mucho por recorrer en ellos" antes que lanzarse a nuevos mercados.
Según Restoy, la variedad albariño es muy apreciada fuera de nuestras fronteras y sus caldos obtienen en el extranjero precios elevados que hacen rentable la salida al exterior de las bodegas de las Rías Baixas, única zona vitivinícola del mundo que produce este tipo de uva.
"El que prueba un albariño siempre repite, por eso tratamos de promover catas y degustaciones que capten nuevos amantes de este caldo", detalla.
Ante la caída del consumo en España, Restoy ve en estos mercados exteriores su vía de expansión para los próximos años, ya que no cree que la bajada de los precios para incentivar el consumo de vinos en el mercado nacional sea una estrategia rentable a largo plazo.
"Creemos que hay que competir en calidad, no en precio, porque siempre habrá alguien que lo pueda hacer mejor que tú y además es una fórmula que no aporta valor a medio plazo", argumenta Restoy.
Por ello, en lugar de bajar los precios, en medio de la coyuntura de crisis, Mar de Frades ha incrementado su inversión en marca y buena imagen de la bodega a través de campañas de promoción, catas y publicidad en prensa y radio.
Para Restoy, la creación de una marca sólida y de una imagen identificativa -en su caso la botella de color azul- es "fundamental" para lograr un "sello de calidad" de tus productos, aunque detrás siempre tiene que haber un "producto de calidad comercializados a un precio razonable".
"La crisis al final ha hecho una cura de realismo acelerado al sector y ha forzado la desaparición de las empresas que vendían el vino a precios desorbitados", precisa.
Aunque Restoy achaca parte de la buena marcha de Mar de Frades al éxito del marketing -su botella azul es ya "un icono de la bodega"- afirma que "su verdadero triunfo es haber logrado el propósito de elaborar el mejor albariño de mercado".
"Sinceramente creo que lo hemos conseguido y, de hecho, nuestro Finca Valiñas 2010, fermentado en barrica de roble francés, ganó el año pasado el Concurso "La Nariz de Oro" al mejor vino blanco", señala.
Además del marketing y la calidad, Restoy destaca la innovación como el tercer pilar de la estrategia de negocio de Mar de Frades, y en este sentido la bodega se haya inmersa en la búsqueda de nuevos tipos de albariño, como es el caso de los espumosos y los vinos dulces.
En estos momentos, la Denominación de Origen de Rías Baixas está analizando unos espumosos de albariño elaborados por Mar de Frades y, a la espera de obtener el certificado de calidad pertinente, Restoy confía en empezar a comercializarlos antes de final de año.