Sábado 25 de Enero de 2025
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El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha resaltado la importancia de las Organizaciones Interprofesionales Agroalimentarias (OIA) en el fortalecimiento y modernización del sector agroalimentario en España. Este lunes, 20 de enero, durante la conmemoración del 30º aniversario de la ley que regula estas organizaciones, aprobada en 1994, Planas explicó cómo han contribuido a la mejora de la cadena alimentaria, la rentabilidad de las producciones y la transparencia del mercado.
El ministro recordó que desde su creación, las OIA han permitido implementar herramientas como los contratos tipo y la extensión de norma, mecanismos que han beneficiado al sector en su conjunto. Sin embargo, subrayó la necesidad de seguir adaptando esta legislación a los nuevos requisitos del ámbito agroalimentario y de la normativa comunitaria. Entre los cambios pendientes, señaló la simplificación de trámites administrativos y la mejora en la transparencia de los procesos, con el objetivo de garantizar una mayor seguridad jurídica para estas organizaciones.
España cuenta actualmente con 26 interprofesionales reconocidas, situándose como uno de los países europeos con mayor desarrollo en este ámbito, solo superado por Francia. Según Planas, esta cifra refleja la madurez del sector y su capacidad para articular estrategias colectivas que respondan a las demandas de los mercados y los consumidores. Entre los principales objetivos de las OIA se encuentran la sostenibilidad, la eficiencia, la adaptación a la tecnología, la adaptación al cambio climático y el equilibrio en la cadena alimentaria.
De las 26 interprofesionales españolas, solo dos son de bebidas, la Organización Interprofesional del Vino de Rioja (OIPVR) y la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE). No existen interprofesiones para el sector de la cerveza, destilados u otras bebidas.
El trabajo de estas organizaciones ha evolucionado con los años. Hoy, una de sus funciones prioritarias es la promoción de productos agroalimentarios, a la que se destina el 67 % de los fondos anuales procedentes de extensiones de norma. En este ámbito, las campañas cofinanciadas por programas europeos desempeñan un papel fundamental, ya que 10 de los 23 proyectos en curso, con un presupuesto superior a los 25 millones de euros, están liderados por alguna interprofesional.
Planas también señaló otras actividades de las OIA, como el desarrollo de productos, la investigación de mercado, la mejora del conocimiento sectorial y la promoción del consumo. Además, las interprofesionales actúan como foros de diálogo entre los distintos actores del sector y como interlocutores clave del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Según el ministro, este papel resulta esencial para recoger las inquietudes del sector, proponer soluciones y contribuir al diseño y negociación de las políticas agrarias.
En España, de las 26 organizaciones interprofesionales reconocidas oficialmente, solo dos corresponden al ámbito de las bebidas, ambas relacionadas con el vino: la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE) y la Organización Interprofesional del Vino de Rioja (OIPVR). Estas entidades actúan como plataformas de colaboración entre los diferentes actores del sector vitivinícola, tanto en la producción como en la transformación y comercialización.
La OIVE, centrada en el ámbito nacional, reúne en su rama productora a organizaciones como Cooperativas Agro-alimentarias, la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA), la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) y la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG). En su rama transformadora y comercializadora participan entidades como la Federación Española del Vino (FEV), Cooperativas Agro-alimentarias y la Asociación Empresarial de Vinos de España (AEVE). Esta organización cuenta con una implantación sectorial del 84,01 % en el ámbito productor y del 88,5 % en el comercializador, lo que refleja una amplia representatividad en el sector. Su sede está ubicada en Madrid, en la calle José Abascal.
Por su parte, la OIPVR se enfoca en el vino de Rioja y agrupa en su rama productora a diversas entidades, entre ellas la Federación de Cooperativas de La Rioja (FECOAR), la Asociación Riojana de Agricultores y Ganaderos (ARAG-ASAJA), la Unión de Agricultores y Ganaderos de Rioja (UAGR-COAG), y otras organizaciones de regiones cercanas como Navarra y Álava. En la rama comercializadora se encuentran agrupaciones como el Grupo de Empresas Vinícolas de Rioja, la Asociación de Bodegas por la Calidad (ABC), y la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa (ABRA). Su nivel de implantación alcanza el 85,11 % en la producción y el 84,13 % en la comercialización. La sede de esta organización se encuentra en Logroño, La Rioja.
A pesar de la importancia económica y cultural de otros sectores de bebidas como la cerveza o los destilados, en España no existen organizaciones interprofesionales similares en estos ámbitos. Este hecho pone de relieve la relevancia del sector vitivinícola en el país, tanto a nivel nacional como regional, y su consolidación como uno de los pilares de la agroindustria española.
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