Jardín de Invierno: un paraíso gastronómico en el corazón del Hotel Loi Suites

En el barrio porteño de Recoleta, entre el bullicio y el ritmo acelerado de lo cotidiano, existe un oasis que combina elegancia, gastronomía y un ambiente que enamora a primera vista: el restaurante Jardín de Invierno del emblemático Hotel Loi Suites. Desde el momento en que uno cruza sus puertas, la magia del lugar se manifiesta en cada detalle.

Visitar el Jardín de Invierno, es una invitación a disfrutar de la perfección. Este espacio no solo cautiva por su propuesta gastronómica de alto nivel, sino también por un ambiente que parece salido de un sueño: elegante, sereno y envuelto en un verde exuberante que conecta al visitante con la naturaleza, aún en medio de la ciudad.

El corazón del restaurante es su techo vidriado, una característica que transforma el espacio dependiendo del momento del día. Al mediodía, la luz natural lo inunda, creando una atmósfera cálida y vibrante. Por la noche, el cielo estrellado se cuela por los cristales, añadiendo un toque romántico y encantador que lo convierte en el escenario perfecto para citas, reuniones o celebraciones especiales.

Un Viaje de Sabores y Detalles

Desde el primer instante, el servicio impecable del Jardín de Invierno marca la diferencia. Los camareros están atentos a cada detalle, dispuestos a guiarte en una experiencia culinaria diseñada para deleitar incluso a los paladares más exigentes.

Comenzamos la velada con un Malbec Escorihuela Gascón 2021, muestra de la espectacular carta de vinos que poseen, una elección perfecta que armonizó a la perfección con los sabores robustos y sofisticados de los platos que probamos.

Entradas que Marcan el Ritmo

La propuesta inicial fue una auténtica explosión de sabores. Las mollejas con papas españolas, echalots, tomates asados, peperonata, cremoso de gruyere y alioli ahumado de perejil fueron un inicio memorable, en el que cada ingrediente brillaba en armonía. También compartimos unas croquetas de tapa de asado, langostinos patagónicos y hongos con provolone, un bocado que combinó texturas y sabores de manera exquisita.

Principales para todos los gustos

Guiándonos por las recomendaciones del personal, nos aventuramos en una selección de platos principales que confirmaron la excelencia del lugar; cordero braseado acompañado de papa rosti y jugo de cocción con pimienta rosa, una opción reconfortante y llena de sabor. sorrentinos de espinaca y mozzarella con una salsa pomodoro, verdeo, cherrys y albahaca, que destacaron por su frescura. Risotto al nero di sepia con langostinos crocantes y alioli de ciboulette, una combinación sofisticada y bien equilibrada. Ribs de cerdo a la BBQ con papines en salsa cheddar, panceta crocante, verdeo y ensalada coleslaw, un plato que fusiona lo clásico con toques modernos. Cada opción, cuidadosamente elaborada, demuestra el compromiso del restaurante con ofrecer una experiencia que satisfaga todos los paladares.

Un final dulce y sublime

Para el postre, la elección no fue sencilla, pero decidimos probar la marquise vegana con salsa de caramelo y frutos secos, y el bavaroise de mascarpone y frutos rojos. Ambos se destacaron por su presentación impecable y su sabor delicado, cerrando la velada con broche de oro.

Un Espacio Para Disfrutar con Todos los Sentidos

El Jardín de Invierno del Loi Suites no es solo un restaurante; es un refugio para el alma y el paladar. Su ambiente único, que cambia mágicamente con la luz del día o el brillo nocturno, lo convierte en un destino ideal para cualquier ocasión. Tanto si buscas una cena íntima, un almuerzo relajado o un evento especial, este lugar tiene la capacidad de cautivar a todos los sentidos y dejar recuerdos inolvidables.

Sin duda, una visita al Jardín de Invierno es más que una comida: es una experiencia que inspira, sorprende y enamora.