Frenessí: un viaje gastronómico por 10 mundos sensoriales

Desde el momento en que cruzas su puerta, dejas atrás la realidad cotidiana para sumergirte en una experiencia vanguardista donde cada detalle está pensado para cautivar.

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Miércoles 27 de Noviembre de 2024

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En Puerto Madero, existe un espacio único que redefine lo que entendemos por alta cocina. Frenessí, una cápsula gastronómica multisensorial, se ha convertido en la meca de quienes buscan algo más que una cena: un viaje a través de sabores, aromas, tecnología y arte. Desde el momento en que cruzas su puerta, dejas atrás la realidad cotidiana para sumergirte en una experiencia vanguardista donde cada detalle está pensado para cautivar.

Desde el ingreso, Frenessí establece un estándar único. Los anfitriones y mozos-actores, cuidadosamente entrenados, no solo sirven platos, sino que guían a los comensales a través de esta travesía sensorial. Entre los pequeños gestos que enriquecen la experiencia, destaca la entrega de una toalla húmeda y perfumada con eucalipto, una caricia que limpia las manos y relaja, preparando al visitante para disfrutar plenamente del recorrido. Este nivel de atención transforma una cena en un viaje de 2 horas y 30 minutos donde el tiempo parece detenerse.

Un mundo escondido y futurista

El formato speakeasy comienza en la recepción, el anfitrión te introduce a un cuarto futurista. Las paredes blancas, como lienzos en blanco, cobran vida a medida que proyecciones inmersivas transforman el espacio en diez mundos distintos. Es un espectáculo visual que prepara los sentidos para lo que está por venir: un menú de diez pasos diseñado por el chef Mauro Belot, un artista culinario con trayectoria internacional. Nacido en Buenos Aires en 1985 y criado en Avellaneda, Mauro Belot creció rodeado de los sabores del sur de Francia, tierra de sus abuelos. Este legado culinario marcó sus primeros pasos en la gastronomía, llevándolo a formarse en el Instituto Argentino de Gastronomía (IAG) y a especializarse en cocinas asiática, italiana y mediterránea.

Entre sus logros más destacados, Belot fue el encargado del catering para estrellas como Metallica, Coldplay, Green Day y Dua Lipa en Lollapalooza, así como para Robert De Niro durante el rodaje de la serie "Nada".

En noviembre de 2023, Belot desembarcó en Frenessí, donde encontró el espacio ideal para fusionar su pasión por la alta cocina con la innovación tecnológica. Capacitado por los chefs Juan Camilo Rico y Felix Jiménez, ambos con estrellas Michelin y soles Repsol, Belot adapta los sabores de Colombia al paladar argentino, utilizando ingredientes locales y técnicas vanguardistas.

Jairo Calixto Santiesteban, CEO y cofundador del proyecto, describe Frenessí como una “experiencia integral donde la gastronomía se une con la tecnología y el arte para crear recuerdos únicos”. Su visión ha sido clave para traer a Buenos Aires este concepto revolucionario, convirtiendo a Frenessí en el segundo restaurante de este tipo en toda Latinoamérica.

Diez pasos, diez mundos

El menú degustación, cuidadosamente curado, es un recorrido que comienza con una amenidad de bienvenida: una piedra volcánica de provolone con aceite de trufa, chutney de frutas lactofermentadas y duraznos acevichados. Desde ahí, el viaje nos lleva a la Patagonia, con ostras frescas, gravlax de trucha y frambuesas nitrogenadas, y al Bosque, donde una roulade de conejo se mezcla con hongos shitake y geles aromáticos.

En Fondo de Mar, el tataki de atún rojo se combina con boniato en almíbar, pickle de ananá y geles de maíz y camarón, coronados con un aire de limón que añade frescura a cada bocado. Este plato captura la esencia del océano con una elegancia sutil.

El mundo Playa es una celebración tropical: un langostino a la plancha se sirve con aceite de ciboulette, leche de pantera, arena comestible y crocante de coco y semillas. La espuma de coco y miel aporta un toque dulce y sofisticado que transporta al comensal directamente a la orilla del mar.

En el mundo de Hendricks, la rana cajú se presenta sobre un cremoso de edamame, mientras que en Cielo, el magret de pato se acompaña con un macarrón de foie y hinojo braseado. Cada paso ofrece un equilibrio perfecto entre sabor, textura y presentación.

Mi plato favorito fue el del mundo Espacio: ojo de bife madurado en arroz koji, con una papa espacial decorada con geles de arvejas y espuma de provoleta. La combinación de lo familiar con lo inesperado es un sello distintivo del lugar.

El menú concluye con dos postres que son obras de arte. En Rosado, la crema catalana se combina con frutillas osmóticas y garrapiñadas de maní. Sin embargo, es en Alicia donde el arte alcanza su máximo esplendor: un mini gateaux de café y crema, acompañado de tierra de cacao y salsa toffee, se convierte en un auténtico happening, evocando el movimiento artístico. Aquí, el postre no solo se degusta; es una performance interactiva que invita a los comensales a jugar, crear y sumergirse en la fantasía.

Un maridaje a medida

Frenessí ofrece dos opciones de maridaje para complementar esta experiencia. Para quienes buscan alternativas sin alcohol, los mocktails son elaborados con la misma creatividad que los platos. Si preferís el maridaje con alcohol, el restaurante cuenta con vinos cuidadosamente seleccionados, destacando etiquetas de Catena Zapata, un emblema de la excelencia vinícola argentina.

Más que comida, es arte

En Frenessí la gastronomía es mucho más que alimentarse: es un arte de la cocina tecnoemocional que fusiona sabores, colores, sonidos y aromas en una experiencia inolvidable. La combinación de alta cocina, tecnología y teatralidad convierte cada cena en un espectáculo único.

Un artículo de Jocelyn Dominguez
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