Descubren la posible causa de la sordera de Beethoven

Investigadores de Harvard vinculan la sordera de Beethoven al consumo de vino 'plomado'

Sábado 11 de Mayo de 2024

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Beethoven

El vínculo entre el consumo de vino y la sordera de Beethoven es un tema que despierta curiosidad y, hasta hace poco, mucha especulación. Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Harvard sugiere que Ludwig van Beethoven pudo haber sufrido de envenenamiento por plomo debido a su dieta, lo que contribuyó a su pérdida de audición progresiva y finalmente a una sordera completa hacia la mitad de su vida.

Según el estudio publicado en la revista científica Clinical Chemistry, Beethoven tenía niveles de plomo en su cabello unas 90 veces superiores a lo normal. Este dato proviene del análisis de dos mechones de cabello del compositor, que revelaron la presencia de este metal pesado. Los investigadores apuntan a varias fuentes posibles de exposición al plomo, incluyendo el consumo de vino "plomado", ciertos alimentos y tratamientos médicos de la época.

El vino, en particular, se destacó en este estudio como un posible contribuyente al deterioro de la salud de Beethoven. Aunque ahora nos suene alarmante, añadir plomo al vino fue una práctica muy habitual en el pasado. Durante siglos, hay registros de la época romana y griega, se ha practicado la adición de plomo a los vinos para mejorar su sabor, reducir la agresividad de los taninos y preservar su frescura. Además, el plomo ayudaba a eliminar la turbiedad del vino, haciéndolo visualmente más atractivo y brillante. Aunque esta práctica mejoraba el sabor y el color del vino, hoy nos parece una locura ya que es indudablemente muy perjudicial para quien lo consume, llevando a problemas de salud graves como dolores abdominales, dolores de cabeza y, en casos extremos, la muerte. Sin embargo, del mismo modo que Marie Curie manipulaba con las manos compuestos radiactivos de polonio y radio sin conocer los riesgos que suponían para la salud y que sobrellevaron su muerte, en el pasado, por raro que parezca, las personas desconocían que ingerir plomo era venenoso y mortal.

Además, Nader Rifai, coautor del estudio y profesor de la Escuela Médica de Harvard, explicó que Beethoven era conocido por consumir grandes cantidades de pescado del río Danubio, que en aquel entonces estaba altamente contaminado por la actividad industrial. Esta fuente de alimentación, junto con el consumo elevado de vino plomado, podría haber sido decisiva en la intoxicación por plomo del compositor.

Los investigadores mencionan que, aunque es improbable que el plomo fuera la causa directa de la muerte de Beethoven en 1827, es muy probable que haya contribuido significativamente a su sordera. Este hallazgo subraya la tragedia de un genio musical que, incapaz de escuchar su propia obra majestuosa, continuó componiendo algunos de los sinfonías más hermosas y revolucionarias de la historia de la música.

Este descubrimiento no solo resalta un aspecto trágico en la vida de Beethoven, sino que también nos recuerda los peligros históricos asociados con ciertas prácticas en la producción de alimentos y bebidas. Afortunadamente, la conciencia moderna sobre los riesgos para la salud ha eliminado tales prácticas en la fabricación del vino, asegurando que los amantes del vino de hoy puedan disfrutar de su bebida favorita sin los riesgos que enfrentó Beethoven.

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