El verdejo Obejita Verde, perfecto para saborear las Fallas

Desde este viernes, primero de marzo y hasta el próximo 19, Día del Padre, Valencia estalla con la celebración de las fallas. La ciudad respira un ambiente muy especial, las calles cobran vida, se palpa un zumbido en el aire y falta poco para empezar a disfrutar del inconfundible aroma de los fuegos artificiales flotando en la brisa.

En medio del torbellino de actividad, no hay mejor manera de experimentar la esencia de las Fallas que saboreando una copa de buen vino en la acogedora terraza de un bar, mientras observa el caleidoscopio de personas de todo el mundo disfrutando de las festividades.

Obejita Verde es la clase de vino que hace de un momento sencillo, algo memorable. Un vino elaborado con pasión, un monovarietal 100% verdejo que destaca por su aroma y su frescura, un vino diferente del que nos llama la atención su etiqueta y su grafía, que con su b juega con "oveja" y "abeja", que se ha consolidado en el mercado como una de las opciones preferidas de los consumidores, tanto para acompañar comidas como para un aperitivo entrada la mañana o la tarde.

Pero no es sólo el espectáculo de las Fallas lo que nos impulsa a elegir un blanco para disfrutar de esa tarde en una terraza. Es la sensación de convivencia lo que impregna la atmósfera, mientras lugareños y visitantes se reúnen para deleitarse con las festividades.

Pero es que, además, el acto de saborear una copa de buen vino es, en sí mismo, una celebración del rico patrimonio enogastronómico de Valencia, tierra de excelentes vinos. Desde tintos robustos como Ladrón de Lunas Crianza, madurado 12 meses en barrica, hasta verdejos frescos como Eclipse o el propio Obejita Verde, producto de los viñedos de Ladrón de Lunas que rinde homenaje a los vinos frescos y afrutados que se elaboran en el territorio. Y es que la región cuenta con una impresionante variedad de vinos que combinan perfectamente con la cocina local y que pueden disfrutarse a cada paso de nuestra estancia en Valencia. Ya sea que esté comiendo tapas tradicionales o disfrutando de un plato de paella, podemos disfrutar de un tinto, o un blanco o un rosado para disfrutar de cada comida, realzando nuestra experiencia gastronómica.

Es por eso que mientras avanza la noche y las calles ganan otros colores con el brillo de las hogueras y los fuegos artificiales, se respira una sensación de magia en el aire que es imposible de replicar en ningún otro lugar. Es una sensación de ser parte de algo más grande que uno mismo, de sumergirse en el rico tapiz del patrimonio cultural valenciano. Y nada mejor que disfrutarlo con la mejor de las opciones, un blanco fresco y vivo, como Obejita Verde, con su nariz definida por las frutas blancas, almendras y notas vegetales y con una boca muy fresca, ideal para disfrutar de una comida, una terraza o una noche en Valencia. Salud por las Fallas y por poder saborear los placeres sencillos de la vida.