La bota de vino en las corridas de todos: Costumbres y tradiciones que aún se respetan!

...Por ver aquel bellezón en la plaza de toros de las ventas merecía la pena haber pagado la entrada en el tendido alto del ocho. Ella sabía que la tarde de toros no podía ser triste para el tendido alto del ocho estando ella allí con su bota de vino y su belleza angelical.

Encendió su cohiba (ella era nacida en las mismas tierras en las que

crecen las plantas de tabaco con las que se hacen los cohíbas) y comenzó el espectáculo. No sin antes darle un viaje a la bota de vino que Palmiche (su cicerone) iba paseando entre la concurrencia para que no decayera el ánimo de la fiesta de los toros. Le habían dicho a Nulbis -asi se llamaba el angelito- que a la Monumental de las Ventas en una tarde de San Isidro no se puede ir sin un buen cohiba y una buena bota de vino y llevó un cargamento para la ocasión. Nunca antes se había visto un bellezón en el tendido alto del 8 repartiendo el humo de su cohiba entre los vecinos del tendido y bailando la bota de vino con aquel gracejo de guajira pinareña. Hasta los vecinos del tendido del siete se dieron cuenta de que la corrida estaba en el ocho y no en el ruedo...

(de mi blog de recuerdos reales: https://cuba-periodo-especial.blogspot.com/2024/02/nulbis-una-pinarena-en-la-monumental-de.html)